Maleta De Vieja

Publicado el Yohanna Rozo @MaletaDeVieja

Lavar baños en el extranjero

p17 cleanerPor: Yohanna M. Rozo
@MaletaDeVieja

¿Para qué ir a un país diferente a limpiar la mierda de otros? es el prejuicio constante de quienes ven con malos ojos los esfuerzos que hacen cientos de inmigrantes para alcanzar un “sueño” que de otra forma no se sabe si podrían.

No solo se trata de aquellos que han decidido que lo mejor es dejar su país para buscar oportunidades en el exterior y no volver ¡nunca!, también me refiero a aquellos que luchan por alcanzar un “status” profesional o que sencillamente quieren abrirse al mundo de una manera distinta, descubrir nuevas formas de pensar y de ver la vida a través de la experiencia de alejarse por una temporada de su zona de confort o, por qué no, de su constante inconformidad, esa de la que es tan difícil salir por falta de decisión.

Para los estudiantes, las becas, los préstamos en el banco y el apoyo paternal suenan bien, pero lavando baños, fregando platos, limpiando mesas y hasta cuidando niños es como he visto a muchos de mis amigos sin plata graduarse de un MBA en el extranjero, terminar su maestría en alguna reconocida universidad, viajar por el mundo, aumentar su confianza personal y profesional, madurar (al menos un poquito) y ser personas más fuertes con un solo miedo en común: saber si habrá trabajo al regresar.

No es fácil decir: “Soy ingeniera, estudio un máster y limpio baños”, quién dijo que era sencillo asumir que eres una persona profesional en tu país y un “Don nadie” en el extranjero. Casi siempre hay que empezar de cero, pero en la mayoría de los casos que conozco, quienes han atravesado por esto no se arrepienten de hacerlo. La experiencia vale la pena y en el camino se pueden encontrar oportunidades maravillosas.

Veo con respeto y admiración a quienes han logrado todo esto lavando baños o haciendo cualquier tipo de trabajo operativo, lo malo sería no arriesgarse.

Muchos quisiéramos tener la fuerza para levantarnos todos los días a las 4:00 a.m. en medio del clima de Londres, por ejemplo, soportar ese frío que congela hasta los huesos, caminar a la estación del bus e ir directo a fregar baños por horas, recoger los pocillos con cunchos de tinto del día anterior, aspirar la alfombra, soportar los químicos de los detergentes y aguantarse hasta el supervisor más cruel mientras que, en su casa, en Colombia cuelga el título que lo acredita como profesional y, en su hoja de vida, una vasta experiencia. Lo ideal sería que con todo ese peso en el CV se pudiera entrar directo a ganar un sueldo extraordinario, pero no nos digamos mentiras, en el mundo real, en el exterior, no es tan sencillo, se necesitan, permisos, visas, acreditaciones y dinero, pero de que se puede ¡se puede!

Qué más quisiera uno que poder irse a estudiar al extranjero o recorrer el mundo con la plata de sus papás, pero no siempre se puede. Lo que sí es posible es aquello que cada uno pueda hacer por sí mismo, como luchar por sus propios medios, al fin de cuentas “el trabajo no es deshonra”, mucho menos lo es lavar baños en el extranjero, pero ojalá no sea para siempre.

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