Líneas de arena

Publicado el Dixon Acosta Medellín (@dixonmedellin)

Semilla de buen cine

Afiche de «La Semilla del Silencio»

Advertencia: Si usted no ha visto todavía “La Semilla del Silencio”, recomiendo ir al cine, verla primero y luego leer este comentario, ya que en la presente nota hay adelantos sobre el argumento. Si no puede verla, pero le interesa el tema, agradezco el tiempo que se toma para la lectura.

La Semilla del Silencio, es una película colombiana que demuestra la madurez de nuestra cinematografía. Dirigida por  Felipe Cano, producida por Camilo Molano y escrita por Camilo de la Cruz (también productor), se trata de un thriller que va más allá del manejo de suspenso, es la historia de una mujer valiente que busca la justicia en un terreno resbaladizo, María del Rosario Durán, una fiscal de derechos humanos, quien representa a muchos honestos y transparentes funcionarios judiciales que han ofrecido su vida en la búsqueda de la verdad. Una mujer en medio de una conspiración que recrea uno de los episodios más brutales y tristes de nuestra historia contemporánea.

 

La película está hecha de manera impecable, pero lo mejor que tiene son las actuaciones de sus protagonistas, Angie Cepeda, Andrés Parra, Julián Román, Julieth Restrepo, entre otros. Angie Cepeda sin duda transita por su mejor momento profesional, ha superado la etapa en que su presencia en el cine se daba por su esplendorosa belleza, para cubrir la pantalla con su innegable talento. En el rol de la fiscal es totalmente creíble y hay escenas como la que desarrolla con un teléfono, en la conversación con un padre que nunca vemos, la cual sería digna de un premio de cualquier academia.

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Angie Cepeda

Parra, Román y Restrepo, representan las figuras trágicas de este drama. Sus personajes son marionetas a la voluntad de titiriteros en la sombra, por obra y gracia de las circunstancias de un país que oscila entre la vida y la muerte, que puede exhibir grandes talentos artísticos como los que intervienen en la película, pero que también produce individuos capaces de realizar masacres justificándolas por una estadística, así como promover corrupción e impunidad.

Es muy grato comprobar cómo ha avanzado el cine colombiano en materia de realización. La fotografía, el sonido, el trabajo de edición que aquí se exhiben son magníficos, hace algunos años, una escena nocturna en nuestras películas, en efecto era a oscuras, pues no se veía nada y se escuchaba poco. En cambio, ahora se puede filmar una escena en una noche lluviosa, como una de las cruciales de la “Semilla del Silencio” y uno siente el frío que hace tiritar a los personajes. Todo acompañado de una música que enfatiza los momentos cruciales, que aumenta el suspenso, como toda buena obra de cine negro. Gran banda sonora.

En esta buena película, me parece que el episodio del romance entre la fiscal y el investigador sobraba. Respetando la decisión del director y suponiendo que su intención es que esa relación ofrece más motivaciones al personaje interpretado por Andrés Parra, en mi criterio no aporta mucho y por el contrario distrae innecesariamente. La fuerte figura de la fiscal que se ha creado, flaquea en ese instante y eso lo sentí en la reacción del público que llenó (afortunadamente) la sala en donde proyectaban la cinta. Es la única objeción que le tengo a una afortunada realización que se convierte en semilla de buen cine.

Es común criticar a los servidores públicos por ineficiencia, corrupción y otros vicios que se originan en la visión tradicional de la burocracia. Sin embargo, esta película es un homenaje a los valientes fiscales, investigadores y policías que enfrentan diariamente con pocos recursos pero con tenacidad y convicción a poderes que como se menciona en el filme suelen considerarse intocables.

Es probable que a algunos no les guste la cinta, no por su calidad, sino porque tangencialmente se refiere a ese terrible momento de nuestra reciente historia, llamado de manera eufemística los “falsos positivos”, asesinatos encubiertos por la comodidad que generaba la sensación de seguridad. Episodio que unos justifican y otros simplemente prefieren ignorar. Sólo por ese aporte a la memoria colectiva de los colombianos, esta película merece ser vista y reconocida. Ojalá los responsables del filme, equipo humano y técnico, cosechen muchos frutos de la buena semilla que nos han dejado.

Dixon Acosta Medellín

En Twitter veo buen cine colombiano como @dixonmedellin

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