Líneas de arena

Publicado el Dixon Acosta Medellín (@dixonmedellin)

La «Moda Desaliñada», una forma de ahorrar agua y energía

Henry Robert Morland A Laundry Maid ironing
«A laundry maid ironing» (Una lavandera planchando). Henry Robert Morland

(No) para Rafael, amigo fanático del planchado de la ropa.

Por estos días, que estamos escasos en materia de agua y también de ideas para preservarla, vale la pena ensayar algunas iniciativas creativas para enfrentar la crisis energética derivada del fenómeno del niño, por más extrañas que parezcan. Con mi esposa Patricia, evaluando técnicas domésticas para ahorrar energía, concluíamos que la plancha es uno de los aparatos que más consume electricidad. La pregunta del caso es si resulta absolutamente necesario planchar prendas y lencería? La verdad es que la planchada se considera imprescindible, sobre todo por lo que puedan pensar y decir los demás.

Tener las camisas planchadas, las sábanas y manteles sin arrugas, no sólo es un asunto de comodidad, sino de aprobación social, pero si la comunidad en general y los medios de comunicación en particular, deciden un día, que al menos mientras dura la crisis energética, no planchemos la ropa porque hay una nueva moda, seguramente la mayoría, o al menos una buena parte de personas la seguirían.

Por eso propongo, que los medios, publicistas y quienes influyan sobre las costumbres sociales, inventen la “moda desaliñada”, una nueva forma de estar “in”, “chic”, “fashion”, “actual” o como se diga para indicar que se está en la cresta de la ola o dando el último alarido de la moda. La campaña publicitaria en todo caso, debería recomendarle a la población no planchar, recuerdo que en mi casa de infancia, una buena técnica era colgar la ropa para evitar la plancha, pero además si la moda es que las camisas se vean arrugadas, no habría problema, pero todos debemos estar de acuerdo en ello, para no caer en la sanción social. Ahora bien, el que quiera planchar, puede rescatar la vieja plancha de carbón de las abuelas, como la que ilustra la imagen de inicio, pero eso traería otro tipo de problemas energéticos y ambientales.

Otra modalidad de la “moda desaliñada” sería que la afeitada en el caso de los hombres, sea igualmente objeto de un cambio en los hábitos. La idea sería dejarnos crecer la barba por unos días y que en lugar de afeitarla diariamente, fuera cada tres ó cuatro días, lo cual puede contribuir a la economía tanto doméstica como nacional. Además muchos hombres acuden a máquinas eléctricas para la afeitada, con lo cual se ahorraría tanto electricidad como agua.

Algunos opinan que una buena técnica de ahorro es el baño en pareja, la verdad disiento de la teoría, pues a diferencia de lo que se piensa, esta posibilidad puede resultar en más desperdicio, porque el tiempo se puede extender bajo la ducha, sin entrar en detalles íntimos. Para los efectos de ahorro, me atrae más la iniciativa de Shakira, cuando tenía el pelo negro, los pies descalzos y en una extraordinaria canción titulada “Inevitable”, decía que no se bañaba los domingos.

Hoy vemos el vaso medio vacío y mientras llega del cielo el agua que llene el otro medio, hay que ser creativos. Como por ejemplo, apagar por un rato el rectángulo de imágenes y sonidos que tenemos al frente y buscar ese libro que siempre hemos querido leer, la mejor manera de economizar electricidad y acumular nuestra propia energía, mientras vestimos ropa arrugada, a la última moda desaliñada.

Dixon Acosta Medellín

En Twitter salgo con una camiseta arrugada como @dixonmedellin

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