Líneas de arena

Publicado el Dixon Acosta Medellín (@dixonmedellin)

La felicidad es redonda (Mundial Colombia 2026, por qué no?)

El fútbol es la recuperación semanal de la infancia. Javier Marías.

Federación Colombiana del Fútbol feliz
Federación Colombiana del Fútbol Feliz!

 

Podemos dejar descansar el pasado en paz, como algunas anécdotas bonitas para el recuerdo, porque afortunadamente ahora vivimos en, por y para el presente, cuando un grupo de colombianos en la canchas de fútbol construyen historias épicas que en el futuro repetirán las generaciones colombianas por venir.

Podemos repasar con benevolencia y simpatía las páginas destacadas del fútbol colombiano en el pasado, pero ya no depender de ellas. En este mismo blog, hablaba hace un año sobre la necesidad de superar el agridulce 5 – 0 contra Argentina, agridulce por lo que representó para Colombia después y algunos me criticaron, pero mi tesis era que no podíamos seguir aferrados a una mentira blanca del pasado cuando tenemos tanto derecho de soñar en el presente y esperar en el futuro.

Pues bien, el señor director técnico José Néstor Pékerman y sus muchachos han rubricado esa aspiración. Vivimos un hoy glorioso y un mañana que se antoja maravilloso, si seguimos la senda de la ética del trabajo, la constancia, discreción a la hora de tomar triunfos y derrotas. Superamos en el entorno de la selección Colombia la etapa de las roscas, mafias y otras desgracias que impidieron que nuestros grandes talentos llegaran más lejos en los años 80 y 90. Ojalá la sociedad en su conjunto siguiera a este grupo de futbolistas, rechazando los hábitos del dinero fácil, del atajo, del todo vale, recuperando valores que otros nos arrebataron.

Gracias a estos jóvenes deportistas la imagen de toda Colombia ha sido lavada y remozada allende las fronteras, por sus destrezas con un balón. Muchos colombianos cuando lleguen a las temidas oficinas de los oficiales de migración, observarán un cambio fundamental, pues los otrora inspectores de sospechas infundadas y culpas ajenas, ahora al ver el precioso nombre de nuestro país, esbozarán una sonrisa y repetirán los apelativos de algunos de estos guerreros de los estadios. Hablo desde la experiencia personal, un cambio muy grato.

El número 10 de nuestro equipo merece capítulo aparte. James, un nombre que debe leerse en español y no en inglés (nunca digas nunca James – Yeims), deportista con el mundo a sus pies cual pelota de barrio, alguien que en vivo hace mejores jugadas que las de los comerciales de televisión protagonizadas por las vedettes de este juego planetario, algunas de las cuales han quedado con una deuda grande con respecto a las expectativas. Imagino legiones de niños en el mundo que comienzan a pedir a sus padres una camiseta amarilla que diga Colombia en el pecho y en la espalda lleve el rótulo de James, como despedida de una carta de presentación. La mejor que podría tener cualquier país.

En este “desorden” de ideas, por qué no recuperar la idea que Colombia organice el Campeonato Mundial de Fútbol 2026? De hecho, actualmente tenemos condiciones similares a las de Brasil con su torneo, incluso por lo que se ha visto en algunas ciudades brasileñas, quizás mejores. Sería un acicate para mejorar la infraestructura general del país (esto si se derrota a la corrupción como enemiga de la acción pública y privada).

Todos esperamos que para el 2026, Colombia haya superado lastres como la guerrilla y los motivos que en algún momento la promovieron como la inequidad social y la falta de oportunidades para el talento humano colombiano. En un escenario post-conflicto, organizar grandes eventos internacionales es una forma de mostrar lo que podemos mejorar como país. Sería además un desagravio a la historia, borrar el histórico error que cometieron nuestros gobernantes al rechazar la sede del mundial en 1986.

El futuro se aprecia como terreno fértil para las sonrisas. Por el momento, todo tiempo presente resulta mejor. Independientemente del resultado de un partido, decisivo, pero que no alcanzará a borrar lo conseguido hasta el momento y que puede resultar una plataforma para seguir siendo por unos días un ejército de insomnes con muchos sueños.

Dixon Acosta Medellín

A ratos en Twitter en @dixonmedellin

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