Líneas de arena

Publicado el Dixon Acosta Medellín (@dixonmedellin)

Francisco, el diplomático

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Papa Francisco con el Presidente de EE.UU. Barack Obama

Hace algunos años hubo una serie de televisión muy popular en Colombia, llamada Francisco, el matemático, que narraba la gratificante historia de un docente y su entorno académico. Hoy deseo contar no la historia, apenas un rasgo adicional de otro maestro llamado también Francisco, un profesor en variadas disciplinas que vamos descubriendo día a día. No podía ser otro que el actual guía de la iglesia católica, el Papa Francisco.

Sin duda este diciembre es diferente a los anteriores, generalmente por esta época los medios de comunicación deben redoblar esfuerzos por publicar noticias ante la relajación general del mundo ad portas de celebraciones navideñas y del fin del año. Sin embargo los periodistas por estos días tienen trabajo extra, bien sea de cuenta de hombres terribles que son capaces de asesinar con tiros de gracia a cientos de niños, pero también gracias a decisiones de política internacional que provocan huracanes metafóricos en las aguas del Caribe.

No entro a calificar la decisión del presidente de Estados Unidos Barack Obama, de descongelar las relaciones con el gobierno de Cuba, no puedo ni debo hacerlo, pero sin duda es una noticia trascendental, un hecho histórico que a la mayoría nos tomó por sorpresa. Uno de los protagonistas silentes de esta noticia, ha sido el Papa Francisco, apelando a su condición de Jefe de Estado de la Santa Sede y líder espiritual de la comunidad católica mundial y desplegando una habilidad diplomática prudente pero muy efectiva que algunos desconocían.

El Papa Francisco hace apenas dos días habló en Ciudad del Vaticano ante los nuevos embajadores acreditados ante la Santa Sede y ha definido a la diplomacia como un “noble trabajo”, en concreto dijo que la labor diplomática que realizan los embajadores “es un trabajo de cortos pasos, de pequeñas cosas que siempre persigue la paz, acercando los corazones de la gente y propagando fraternidad ente las personas”.

Casualmente hoy más temprano alguien me preguntaba si el Vaticano otorgaba la nacionalidad o ciudadanía a quienes nacieran en su territorio. Como expliqué al interesado, sí existe la ciudadanía vaticana pero no se concede por nacimiento, pues quienes hayan nacido en esa ciudad-Estado permanecen con la nacionalidad de sus padres, pero sí hay ciudadanos vaticanos o personas que se les concede esta ciudadanía, o al menos se les expiden documentos como pasaportes, como es el caso de funcionarios y diplomáticos.

Esto da pie para hablar sobre la tradición diplomática de la Santa Sede que mantiene relaciones diplomáticas con 180 países, es observadora de Naciones Unidas y miembro de otros organismos multilaterales. Incluso el acuerdo mediante el cual se regulan las relaciones bilaterales entre la Santa Sede y un país en particular, es un convenio especial que se denomina concordato. Suele decirse que la Secretaría de Estado de la Santa Sede equivale al Ministerio de Relaciones Exteriores, lo cual es parcialmente cierto, la Secretaría de Estado cuenta con dos secciones, una que se dedica a los asuntos internos (como un Ministerio del interior) y otra la denominada Sección de Relaciones con los Estados (esta sí es el equivalente al Ministerio de Asuntos Exteriores).

La figura del nuncio apostólico, que es como se designa al embajador vaticano ante gobiernos extranjeros es particularmente importante. En los países de predominancia católica, el nuncio suele ser el decano del cuerpo diplomático y en las naciones donde profesan religiones diferentes al catolicismo pero que cuentan con relaciones diplomáticas con la Santa Sede, se le respeta y no en pocas ocasiones suele verse como una figura neutral que puede llevar muy bien la función de árbitro o amable componedor. El Papa Juan XXIII, recientemente elevado a la categoría de santo, fue nuncio en varios países como Turquía en donde tuvo un destacado rol como embajador.

Los diplomáticos de la Santa Sede son funcionarios de carrera, eclesiásticos y formados especialmente para sus funciones internacionales en la Academia Pontificia Eclesiástica fundada en 1701, en donde estudian los futuros diplomáticos y funcionarios de la Secretaría de Estado (en sus dos secciones principales).

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Academia Pontificia Eclesiástica

Precisamente el Papa Francisco en mensaje a estudiantes de la Academia Pontificia en 2013, los conminaba a “estar atentos para estar libres de ambiciones o miras personales que tanto mal hacen a la Iglesia, teniendo cuidado de no poner en primer lugar el reconocimiento que se pueda recibir dentro y fuera de la comunidad eclesial, sino el bien superior de la causa del Evangelio y la realización de la misión que se le asigna”.

El Sumo Pontífice animó a los futuros diplomáticos a prepararse para “un ministerio de particular compromiso, un trabajo que requiere una gran libertad interior”, así como “a vivir estos años de preparación con responsabilidad, generosidad y grandeza de alma, para que esta libertad tome forma”. Consejos aplicables a los servidores del servicio exterior de cualquier país, brindados por un maestro en la materia, Francisco el diplomático.

Dixon Acosta Medellín

(En el mundo oficial y con mi apellido de pila (Dixon Moya), me desempeño como diplomático de carrera).

En Twitter de vez en cuando aparezco como @dixonmedellin

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