Despidiendo a Ricardo Bada, colombiano honoris causa.
En mi caso, no conocí a Ricardo, pero coincidimos como blogueros de El Espectador de Bogotá, pero además los dos publicamos notas hace casi veinte años en Cronopios, el boletín digital de Ignacio Ramírez, querido amigo periodista y gestor cultural, quien se nos fue demasiado pronto. En este caso la teoría de la separación tuvo menos de seis…
Nota preliminar: Esta columna actualizada se publica simultáneamente en el Correo del Golfo, en donde el autor, firma con su nombre de pila (Dixon Moya), aunque no se compara con la bella y estremecedora semblanza de Ricardo Bada, que también ha publicado el querido Héctor Abad Faciolince en El Espectador:
Hay una teoría sobre las conexiones humanas, expuesta por el escritor húngaro Frigyes Karinthy en el cuento titulado Eslabones (también conocido como Cadenas), que se denomina seis grados de separación, según la cual, cualquier persona del planeta está conectada a otra a través de cinco intermediarios y la columna de hoy es un buen ejemplo de ello.
Ha fallecido el periodista y escritor español Ricardo Bada, DEP, nacido en Huelva y radicado en Alemania. Mi querido amigo Rafael Pérez Unquiles, fundador de El Correo del Golfo, me ha contado que otro amigo suyo, Bernardo Romero (homónimo de dos grandes directores de teatro y televisión colombianos, padre e hijo), allegado a Bada, le dio la mala noticia y el poeta Pepe Baena, está organizando un homenaje en la Diputación en donde actualmente trabaja Rafael, para lo cual están pensando invitar a personas muy cercanas a Bada, como el gran escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, a quien tengo el privilegio de conocer. Empiezo a creer que la teoría de los seis grados tiene sentido.
Ricardo Bada, aparte de su carrera periodística, fue presentador de La Voz de Alemania en la Deutsche Welle, autor de diversas obras, como La generación del 39 (cuentos), Basura cuidadosamente seleccionada(poesía), Me queda la palabra (ensayos), El Canto XXV (novela breve), libretos de radioteatro e incluso de una ópera (La serenata de Altisidora). Bada tuvo una relación muy cercana con Colombia y colombianos. En Bogotá fue publicada una selección de cuentos suyos La bufanda de Cambridge en 2018, corresponsal de la emisora cultural HJCK (el mundo en Bogotá) y de otros medios colombianos como la revistas El Malpensante,SoHo y el periódico El Espectador.
Como el mismo Bada lo menciona en un emotivo artículo, fue colombiano honoris causa, pues se enamoró de nuestro país y conoció a la crema y nata de la intelectualidad nacional, para citar unos nombres, Gabriel García Márquez (de quien publicó su obra periodística), Álvaro Mutis, Álvaro Castaño Castillo, Gloria Valencia, Fernando Charry Lara, Maruja Vieira, R. H. Moreno Durán, Helena Araújo, Carlos-Enrique Ruiz, Marvel Moreno, Daniel Samper Pizano y su hijo, Daniel Samper Ospina, Martha Senn, Sergio Cabrera, Constanza Vieira, Andrés Hoyos, Juan Carlos Botero, Jotamario Arbeláez, Mario Jursich, Marianne Ponsford, Luis H. Aristizábal, Lauren Mendinueta, Alberto Salcedo, Gonzalo Mallarino, Francisco Zumaqué, Óscar Domínguez, John Jairo Janieles, Esteban Carlos Mejía, Héctor Abad Faciolince y un largo etcétera.
La relación de Bada con Colombia llegó hasta el punto de haber contribuido con una palabra al Diccionario de Colombianismos que el filólogo alemán Günther Haensch venía construyendo con paciencia y al que le faltaba el término “sanitario” como sinónimo de baño o retrete, que Bada había aprendido con tres colombianos que fueron sus coinquilinos en Berlín (Otto Sabogal, Hernando Oliveros y Gustavo Restrepo), de quienes había aprendido el nuevo significado de aquella palabra.
Andrés Salcedo, en sus tiempos mozos en Alemania.
Bada fue gran amigo y colega del legendario locutor colombiano Andrés Salcedo, quien también hizo carrera en Alemania. Salcedo, otro delicioso cronista, recordaba que Bada convenció a Julio Cortázar para que escribiera un guion para la radio y el resultado fue Adiós, Robinson, una obra en la cual se simula el regreso de Robinson Crusoe y su amigo Viernes a la isla donde había naufragado, encontrando que la civilización ha transformado todo. Salcedo, célebre por sus inteligentes y reposadas narraciones de los partidos de fútbol alemán, interpretó a Viernes.
En mi caso, no conocí a Ricardo, pero coincidimos como blogueros de El Espectador de Bogotá, pero además los dos publicamos notas hace casi veinte años en Cronopios, el boletín digital de Ignacio Ramírez, querido amigo periodista y gestor cultural, quien se nos fue demasiado pronto. En este caso la teoría de la separación tuvo menos de seis grados, diría que se aplica una nueva teoría, la de dos grados de aproximación. Honra a la memoria de Ricardo Bada, colombiano honoris causa.
Dixon Acosta Medellín
En lo que sigo llamando Twitter me encuentran como @dixonmedellin y exploro el cielo azul en Bluesky como @dixonacostamed.bsky.social
Dixon Acosta Medellín (@dixonmedellin)
Advenedizo extraviado en la dimensión desconocida. Alguna vez aspirante a diletante cronopio y decantado en aceptable fama. De los pecados, errores y calamidades cotidianas me rescata Patricia, incondicional compañera. Cuando salgo del espejo de Alicia, me pongo corbata, apellidos de pila e intento aplicar lo aprendido en la Universidad Nacional de Colombia y otros gratos centros de estudio, en la diplomacia. Estuve en el desierto y ojalá pudiera dejar huella.
En horario no laboral me pueden ubicar en Twitter:
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