Líneas de arena

Publicado el Dixon Acosta Medellín (@dixonmedellin)

Amenaza Nuclear

Emeterio, Felipe y Raquel Ércole.

Nota preliminar: Esta columna se publica simultáneamente en El Correo del Golfo, en donde el autor escribe con su nombre de pila y se puede consultar aquí:https://www.elcorreo.ae/opinion/dixon-moya/amenaza-nuclear/20221113105531150933.html 

Amenaza Nuclear”, fue el título de una película colombiana de 1981, protagonizada por el dueto cómico-musical “Emeterio y Felipe, los tolimenses”, quienes desde los años cincuenta, interpretaban bellas canciones de la zona andina colombiana, a la par que entretenían a los oyentes de las emisoras radiales del país con apuntes humorísticos en programas que fueron de los más sintonizados durante varias décadas.

Uno de los integrantes del dueto, era Lizardo Díaz quien además era uno de los hombres más envidiados del país, al estar casado con Raquel Ércole, bellísima actriz a quien se le comparaba con Sofía Loren en los años sesenta y setenta, por sus rasgos físicos, pero también por su talento y carisma. Pero Lizardo además de ser buen músico y estar bien casado, era amante del cine y varias veces se embarcó como productor de películas, como “Amazonas para dos aventureros” (1974) o “La Guaca” (1976), que él mismo dirigió.

Una de aquellas producciones de Lizardo Díaz, fue una parodia de la saga de James Bond, en la cual dos súper agentes secretos, pero muy colombianos, llamados por sus códigos D2 – KLi2, debían enfrentar a un genio malvado que cosa rara, deseaba controlar el mundo y a su ejército de bellas chicas, expertas en artes marciales. Los protagonistas eran Lizardo Díaz (compadre Felipe) y Jorge Ezequiel Ramírez (compadre Emeterio) y en el reparto se encontraba Lyda Zamora, actriz de renombre y varias de las modelos colombianas de mayor éxito en aquella época. La comedia de aventuras, fue éxito de taquilla en Colombia y es una pena que no se consiga en ninguna plataforma actualmente, porque es toda una curiosidad.

Ahora bien, traigo a colación el recuerdo de esa película, por el título que ahora regresa al mundo, pero no en tono de comedia, sino lamentablemente como una posibilidad real, una de las espadas de Damocles que oscilan sobre nuestras cabezas (la otra claramente es el cambio climático). En este caso, vuelve la amenaza nuclear, de cuenta de una guerra absurda y cruel que está destruyendo a todo un país, pero por la frustración y ego herido del líder que la ha promovido, podría extenderse a todo el mundo.

Hace pocos días, compartiendo con unos queridos amigos y colegas diplomáticos, buena parte de la conversación, fue las posibilidades de un conflicto nuclear, hablamos de los refugios subterráneos, de las pastillas de yodo, que se recomiendan para mitigar los efectos de la radiación y lo poco que podríamos hacer los ciudadanos frente a un conflicto atómico.

En fin, aunque no sea algo que parezca afectar el día a día de la mayoría de personas, de todas maneras esa amenaza nuclear está ahí. Es una lástima que no sea una comedia colombiana de aventuras, sino el presagio de un cataclismo mundial. Dios nos guarde y ojalá quienes toman las decisiones de la guerra, recuperen la cordura y el sentido humano.

Dixon Acosta Medellín

En Twitter muy ocasionalmente me encuentran como @dixonmedellin

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