Líneas de arena

Publicado el Dixon Acosta Medellín (@dixonmedellin)

AL CAPITAN ALATRISTE

Autor: Bachiller Orlando de Medellín y Acosta.

 Imprenta Dixon. Santa Fe de Bogotá.

 

CAPITAN ALATRISTE 

Pocas palabras expresa tu boca

“Justa economía de versos”

diría Don Francisco de Quevedo

mientras observa tu cara de roca.

 

Que no es necesario decir nada

cuando el filo de la espada

se ha encargado de hablar tanto

ora resplandeciendo de risa

ora enjugando el eterno llanto.

 

Hay que cuidar la garganta

tanto de un alfanje morisco

como de un mal comentario.


IÑIGO DE BALBOA

Sueñas poner una pica en Flandes

bajo la pertinaz llovizna flamenca

que se transmuta en duro barro

mientras asciende por las piernas,

arcilla que amenaza dejarte pétreo

convertido en la estatua conocida

de un pobre soldado ignorado.

 

Alférez y escribano Iñigo de Balboa,

que luchas contra la fatiga sin denuedo

sin paga, medallas, vestido ni alimento

ni por el nombre soberano, ni la Patria

sólo por la sombra que cubre y amortaja.

 

La sombra desgarbada que eres tú mismo,

la sombra de quien serás, quien fuiste

un sombrero alón que conoce del honor

Capitán, sin serlo, Diego de Alatriste.

 

(Cruzó las tierras de Urabás y Chocoes

en lo que sería Nueva Granada

mucho antes que Santafé de Bogotá

fuera fundada por Jiménez de Quesada

ignoro si eres pariente de aquel

del bautizado Vasco Núñez

pero tu apellido es dativo

de conquistadores y descubridores

señalan tu destierro, tu vida, tu sino

conquistador de pérfido corazón femenino

descubridor de la amistad sincera,

soldado convertido en escribano

testigo de fracasos propios y hazañas ajenas).

 

ANGELICA DE ALQUEZAR

Ignoro que fuera más mortífera

si tu daga, tu palabra o tu mirada

con cualquiera hieres o matas

pequeña menina, cruel hechicera.

 

Eres un compendio de maldad

tierna perversión sin límite

de sirena tienes el canto

del ángel caído portas la belleza

pero igual te conviertes en diablo

mientras seduces y envenenas,

tu capacidad de odio te supera

 

Sin embargo, nadie puede dudar

de tu enconado y sincero amor

por un alférez llamado Iñigo

a quien maltratas desde niña

tu mejor y más constante enemigo.

 

JAIME CORREAS

En este mundo ingrato e hipócrita

te descubres oasis, mina o tesoro,

eres dentro del montón un amigo

y eso es justificación para la vida.

 

Tu mano resulta ser un tibio leño

con seguridad estará extendida

el día cuando lleves al compañero

al último e insospechado puerto,

él transitará vestido de madera

con seis brazos fríos de metal.

 

En la batalla descubres

una benigna paradoja:

Sólo confía en tus enemigos,

claros y sinceros en su tarea

de matarnos sin preguntas.

Nunca esperes nada

de los que te envían a la guerra

sólo de tus francos enemigos

y de algún fiel compañero

de nombre Jaime Correas.

 

Querido colega y camarada

paje convertido en soldado

llévame en tu mochila

el mejor y cálido refugio

en la trinchera de cada día.

 


CARMEN, LA LEBRIJANA.
 

Acaso, alguien ha recordado

tu soledad paciente, Carmen,

cuando cada noche esperas

al triste Capitán silencioso

o a quien traiga noticias suyas.

 

No has querido ser protagonista

ni tomar espacio más del debido

te conformas con haber sentido

un beso de amor confundido

una caricia de amistad solidaria.

 

Aguardas en tu pequeño cuarto

habitado de húmedos recuerdos

por antiguos y dulces pecados

alquilado a oraciones y santos

esperas al hombre silencioso.

 

De repente él llega y se desviste

ventilando todo su desfile,

cansancio, suspiros, cicatrices,

viejo solitario, Capitán Alatriste.

 

TERCIO DE CARTAGENA

Desde Cartagena de Indias ó Cartagena del Poniente

 

(Ciudad Caribe heroica y sufrida

corral de piedra tras el cual

se defendió la Nueva Granada

por extensión todas la Españas

de bárbaros, corsarios y piratas)

 

Saludos Viejo Tercio de Cartagena.

Viejo Tercio ingrávido e inmóvil

habitado por hidalgos y soldados

victoriosos aun en la muerte

sobre enemigos e infieles

derrotando no sólo a los herejes

también la ingratitud, envidia y olvido

de hermanos, amigos y gobernantes.

 

Al final cual inicio todos quedaron de pie

cartageneros muertos, pero no vencidos

pasando fatiga, enfermedad, hambre

luciendo sólo el honor como vestido.

 

Cartagena de Levante, cuna mediterránea

de guerreros, santos, marinos, poetas

y de algún escritor-reportero de guerra

cronista de aquellos capitanes arruinados

que poblaron el querido Viejo Tercio.

 

Dixon Acosta Medellín

En Twitter sostengo duelos y quebrantos como @dixonmedellin

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