David McCallum

A la memoria de David McCallum

Illya Kuryakin pasó de ser lo que se pensó un personaje menor de una serie de espías a convertirse en un icono cultural de los años sesenta, con repercusiones hasta el presente, gracias a la interpretación del actor escocés David McCallum, quien acaba de dejarnos. Sea el momento de hacerle un justo homenaje a su obra.

A David McCallum, siempre lo he tenido muy cerca en casa, aunque supe de él gracias a la serie “El hombre de la C.I.P.O.L.”, cuando hizo un dueto inolvidable con Robert Vaughn, fue el tema de conversación recurrente con algunos amigos de colegio gracias a una serie tan extraña como atrayente “Zafiro y Acero”, una especie de mezcla entre “Los Archivos Secretos X “ y el “Ministerio del Tiempo” la fascinante creación de los hermanos Pablo y Javier Olivares. El personaje de McCallum como el médico forense de “NCIS” es uno de los favoritos de mi esposa Patricia, seguidora de la serie. Por eso su partida, sabe triste, pues finalmente es como la de un familiar, una especie de tío lejano y querido.

David McCallum nació en Glasgow el 19 de septiembre de 1933, es decir, que recién había cumplido 90 años, hijo de músicos (una chelista y un violinista reconocidos), se preparó para seguir la senda de sus padres y de hecho tocaba el oboe y nunca dejó la música, así la actuación le haya ganado como opción profesional, cuando al finalizar su servicio en el ejército británico (en la Segunda Guerra Mundial estuvo el frente africano), ingresó a la Real Academia de Arte Dramático.

Antes de su consagración en la televisión, McCallum tuvo un auspicioso inicio en el cine, en películas como “Freud: The Secret Passion” (1962), “The Great Escape” (1963), “The Greatest Story Ever Told” (1965), pero luego llegaría Illya Kuryakin y lo cambiaría todo.

El Hombre de la C.I.P.O.L.” (1964 – 1968), fue una serie concebida como la respuesta estadounidense a James Bond y lo interesante es que el productor Norman Felton contactó a Ian Fleming, quien rescató a un personaje secundario de una de sus novelas, de apellido Solo, para que fuera el protagonista del serial de espías, pero Fleming ante las protestas de los productores de Bond tuvo que dejar el proyecto que quedó en manos del guionista Sam Rolfe, quien rescató a Illya Kuryakin, un misterioso agente ruso, compañero de Napoleon Solo, pasando de ser un personaje menor a coprotagonista indiscutido. C.I.P.O.L., significaba Comisión Internacional para la Observancia de la Ley, tomada del inglés original U.N.C.L.E., United Network Command for Law and Enforcement, que los productores tuvieron que desarrollar para que los espectadores no pensaran que había una referencia a las Naciones Unidas (UN) o al tío Sam (Uncle Sam).

A pesar que se trataba de una serie de espías, en plena guerra fría, dirigida a un público adulto, se desató una fiebre entre adolescentes, especialmente chicas, lo que equivale hoy a las seguidoras de las bandas de K Pop, Illya Kuryakin era un personaje misterioso, de aire melancólico, quien a diferencia de Solo, no estaba interesado en conquistar mujeres, sino en cumplir fielmente su misión de salvar el mundo en cada episodio, con un flequillo como corte de pelo, a David McCallum se le empezó a llamar el Beatle rubio y despertó una fiebre de seguidores, convirtiéndose en el actor que ha recibido más cartas de fans en toda la historia de la Metro-Goldwyn-Mayer por encima de estrellas como Clark Gable o el mismo Elvis Presley. El nombre de Ilya Kuryakin inspiró canciones como “Love Ya, Illya” de Alma Cogan o la razón social de la banda argentina de hip hop, Illya Kuryakin and The Valderramas, es decir que David McCallum, quizás sin saberlo, se uniría para siempre con el jugador colombiano Carlos el “Pibe” Valderrama.

McCallum nunca paró de actuar y participó en filmes y series de televisión, con relativo éxito como su versión de “El Hombre Invisible” (1975), pero sin duda, en el género de ciencia-ficción, es inolvidable su personaje de “Acero” en la serie “Zafiro & Acero” en la que compartió con Joanna Lumley. Se trataba de una pareja de investigadores que viajaban por el tiempo, identificando y “arreglando” fisuras temporales, en argumentos que en ocasiones dejaba más preguntas que respuestas, carácter misterioso que a algunos jóvenes de aquella época nos atrajo poderosamente, convirtiéndola en nuestra propia serie de culto.

Aunque McCallum nunca pensó en llegar a obtener la misma popularidad de Illya Kuryakin, a una edad en la que mayoría piensa en el retiro, la vida lo desmintió al interpretar con gran éxito el rol del Dr. Donald “Ducky” Mallard, jefe de médicos forenses en la longeva serie NCIS, convirtiéndose además en el único actor del reparto original que seguía activo, compartiendo en la última temporada con el intérprete de raíces colombianas Wilmer Valderrama. Al parecer, McCallum tenía una relación especial con los Valderrama.

David McCallum nunca dejó la música, de hecho grabó varios discos instrumentales, interpretando el oboe y otros instrumentos, al lector desprevenido le invito que busque sus grabaciones, encontrará un delicioso jazz y pop suave, con algunas versiones de canciones de The Beatles. También dejó como escritor, una novela policiaca (Once a Crooked Man), sobre un joven actor que intenta frustrar un asesinato.

En uno de los episodios de la segunda temporada de NCIS, en un diálogo ocasional, uno de los agentes le pregunta al protagonista Leroy Jethro Gibbs (interpretado por Mark Harmon) a quién se parecía el Dr. Mallard de joven, ante lo cual Gibbs contesta con una sonrisa: “Illya Kuryakin”. La verdad es que era muy difícil separar al legendario actor de un personaje inmortal. Descanse en paz, David McCallum. Larga vida para Illya Kuryakin.

Dixon Acosta Medellín

En lo que se llamaba Twitter esporádicamente aparece como @dixonmedellin

 

 

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