“Para nosotros estar aquí es un orgullo, una alegría representar los Montes de María, Sucre, nuestro pueblo que tanto fue atacado por la guerra” me dice conmovido el maestro Tulio Sampayo proveniente de Sucre, en una reciente visita que realicé a los artesanos que han podido tejer su trabajo en los lugares más afectados por…
“Para nosotros estar aquí es un orgullo, una alegría representar los Montes de María, Sucre, nuestro pueblo que tanto fue atacado por la guerra” me dice conmovido el maestro Tulio Sampayo proveniente de Sucre, en una reciente visita que realicé a los artesanos que han podido tejer su trabajo en los lugares más afectados por el conflicto en Colombia, en la feria de Expoartesanías que organiza Artesanías de Colombia cada año.
Artesanos del Chocó, de Tumaco, de Sucre, de los Montes de María, de la alta Guajira…quería compartir sus historias y escucharlos porque hay premisas que debemos cambiar para relacionarnos con la producción de artesanías en el país.
Escogí hablar con los artesanos que están en las zonas más afectadas por la guerra en el país, porque son las economías locales las que tienen que responder a un llamado de paz, con un enfoque regional.
Durante muchos años la mirada a las artesanías estuvo mediada por el sentido de decoración, fundamentalmente, la artesanía era mirada como una producción de las capas menos privilegiadas de la sociedad, sus características prácticas y su belleza eran (y aún siguen siendo) miradas como una “baja cultura” comparándolas a las obras de arte plástico producidas por los centros de poder.
Las artesanías son el arte, la producción de memoria, comunicación e imagen de las comunidades que han poblado estos territorios diversos que llamamos Colombia, desde hace miles de años. Están íntimamente relacionadas con la protección de un patrimonio y unos territorios que hoy sabemos son esenciales para la preservación de nuestra riqueza natural. Territorios amenazados casi siempre por la deforestación, la depredación ecosistémica y el conflicto.
Es por esto que hay que señalar el enorme trabajo que ha venido realizando Artesanías de Colombia, durante varias décadas en su preservación, pero especialmente el enfoque actual, donde el Artesano y la Artesana aparecen y deben aparecer en el primer plano narrativo; sus artesanías son su historia, su legado y la historia de sus gentes. Son también prueba de nuestra historia diversa y colectiva.
Este año llamó mi atención la exposición “Gesta de la Independencia” en donde artistas de todo el país interpretaban en su trabajo artesanal, la historia de la independencia, esencial a nuestra identidad nacional y a nuestra historia colectiva, “somos un pueblo rebelde desde nuestros orígenes y hay que celebrarlo” me dice un maestro artesano mientras me guía por la exposición en Corferias.
Artesanías de Colombia tiene la oportunidad hoy, de poner en el centro de su trabajo a los artesanos, los territorios y sus historias. Se trata también de cambiar un paradigma que ha visto a la Artesanía como un objeto decorativo, a transformarla y entenderla como el producto y símbolo de una cultura y de una civilización en muchos casos.
Poner en el centro a la persona y la historia, por encima de un sentido decorativo es de una ética grande, pero también es audaz. Colombia está viviendo un momento único de apertura al mundo; gracias a la globalización, el turismo y también el avance que presentó el país durante el proceso de paz del 2016.
Los retos son muchos, encontrar un camino de sostenibilidad para los Artesanos en el mercado nacional e internacional, posicionar en lugares de mayor visibilidad expositiva el trabajo de los artesanos, hacer que las poblaciones aprecian más los trabajos de los maestros de todo el país; para esto se necesitan las alianzas sectoriales, alianzas con el sector privado, alianzas institucionales y sobre todo audacia, pues el presupuesto de una institución como Artesanías es moderado.
Artesanías de Colombia tiene hoy la oportunidad de hacer que los territorios se abran al mundo, pero también abrir esas vías para que los mismos Colombianos entendamos y comprendamos mejor nuestra riqueza y nuestra diversidad.♦
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Diego Aretz es un periodista y activista Colombiano, candidato a master en reconciliación y estudios de paz de la Universidad de Winchester, ha sido columnista de medios como Revista Semana, Nodal, El Universal, colaborador de El Espectador. Así mismo es asesor de comunicaciones de la Unidad de Búsqueda.
Diego Aretz
Diego Aretz es un periodista, investigador y documentalista colombiano, candidato a máster en reconciliación y estudios de paz de la Universidad de Winchester, ha sido columnista de medios como Revista Semana, Nodal, El Universal y colaborador de El Espectador. Ha trabajado con la Unidad de Búsqueda y con numerosas organizaciones defensoras de DDHH.
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