Bueno, primero quiero preguntarte por la historia de la cerámica y el país, cómo es nuestra relación como país con la cerámica ahora que se están descubriendo tantos hallazgos arqueológicos desde tu experiencia de bastantes décadas trabajando la cerámica en Colombia y en el mundo y conociendo ¿Qué cuenta la cerámica de nosotros?, ¿del país?,
Mayra: tu pregunta me activa varias zonas de mi corazón y mi cerebro ya que mientras por un lado revivo esos fantásticos y emocionantes momentos en los que estallé mis primeras piezas en el horno de hacer galletas de mi mamá a mis doce años, viajé por primera vez a la vereda de la Chamba -Tolima, disfruté los maravillosos mosaicos-murales de las calles del Cármen de Viboral- Antioquia, degusté un rico café con el maestro Saúl Valero en Ráquira- Boyacá, tuve en mis manos ocarinas originales producidas por los indígenas Mocaná en Barranquilla, tuve acceso a la ceramoteca del Museo Nacional de Colombia, caminé por el área del pueblo de Usme cuando recién lo hallaron en el 2014, escuché por primera vez las ocarinas del Museo de Antioquia en manos de un musicólogo experto en los ritmos de la cultura Tairona, toqué y fotografié una a una todas las piezas de la colección del Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, o cuando luego de muchos años de ver sus obras aquí en Bogotá por fin pude hablar con la maestra Julia y su hijo Carlos de Guaduas (a propósito de su reconocimiento como maestra de maestros) y otros tantos bellos momentos.
Por otro lado mi “cerebro cartesiano” me pide dar un muy juicioso y organizado uso a algunos de los 4.456 archivos que poseo como resultado de mi investigación titulada Cruzada por la gestión efectiva de la cerámica en Colombia y gracias a la cual descubrí que al año 2015 Colombia ya poseía 138.890 piezas de cerámica y otros objetos arqueológicos de los cuales 86.526 están en Bogotá provenientes de más de treinta zonas arqueológicas de todo el país. De modo que poseemos mucho más conocimiento y hallazgos arqueológicos de lo que el común de los colombianos piensan y desde hace más de una década pero el problema es que ese tipo de información no circula de la forma en que podría hacerlo y, de hecho, yo no me hubiese enterado de no haber sido por la investigación, si no me hubiese hecho la pregunta puntual sobre las colecciones de cerámica colombianas.
Creo que por el tema mismo de tu pregunta yo podría estar aquí hablándote durante tres días seguidos o más, porque hablar de la cerámica en sí misma es remontarse a 400 siglos de historia y hablar de la historia de la cerámica en Colombia es hacer un viaje de ida y vuelta por más de treinta zonas del país y más de diez países. Porque en la historia de Colombia cuentan desde las cerámicas que produjeron los primeros habitantes de la región como en más de diez países ya que, desde que llegaron los españoles a nuestro territorio, de su mano llegaron también los caolines de China, los esmaltes de Inglaterra, los sistemas de producción de cerámica que se crearon en Alemania, el sistema de las Bellas Artes francés y otros tantos inventos extranjeros que modificaron las forma de ver y hacer cerámica aquí y sin la cual no sería posible contar con un patrimonio cultural como el que hoy posee el Carmen de Viboral o como el que hoy custodia el Museo Nacional de Colombia con sus catorce mil cerámicas arqueológicas, doscientas veinte cerámicas industriales, sus venti dos piezas artesanales y sus quince cerámicas artísticas ( o de profesionales del sistema de las Bellas Artes).
Y teniendo en cuenta todo ello, creo que lo que la cerámica cuenta de nosotros es que somos un país en el que el pasado y el presente conviven sin que nos demos clara cuenta de ello y en el que nos cuesta creer en lo que tenemos y usarlo para garantizar nuestra propia calidad de vida en todos los rincones de nuestro territorio.
¿Qué trae el festival en ésta versión y cómo ha sido también posibilitar este espacio, desarrollar una relación social y socializar todo ese tema de la cerámica, cómo se ha desarrollado y cómo han podido también a través del festival comunicar y compartir unas prácticas que de todas maneras son hechas por muy pocas personas y de alguna manera son prácticas “impopulares” o no son habitadas por tantas personas?
Mayra: Bueno Diego, antes que nada debo decirte que yo me inicié en la gestión de la cerámica en el año 1995 cuando aún estaba estudiando y había entrado al programa de Artes Plásticas debido a mis inquietudes por formarme como Maestra y dedicarme a la educación. Así que el desarrollo de una “relación social” con la cerámica se gesta muy lentamente desde allí, desde cierta “inclinación natural” por los procesos pedagógicos y las preguntas sobre Educación y Cultura que se iniciaron en 1993 a partir de conocer los textos de Eduard Spranger, sicopedagogo alemán para quien resulta fundamental investigar los bienes culturales buscando garantizar unos procesos educativos capaces de contribuir en el desarrollo de las personas y de las naciones.
Creo que el desarrollo de esa relación social, tan consciente, rica y amplia como hoy la vivo con la cerámica, no habría sido posible de no ser por mi encuentro con el pensamiento y obra de Joseph Beuys, artista de origen alemán que entró a mi vida cuando yo tenía 23 años y debido a su forma de ver el arte, de reflexionar sobre el sentido de la creación artística, impulsó en mí una forma de actuar en la que sentimientos, pensamientos y acciones se mantienen firmemente unidos para contribuir en la transformación del cuerpo social desde mi lugar de trabajo, es decir desde mi lugar en la sociedad en tanto Artista Plástica con profundización en cerámica y Maestría en Historia y teoría del Arte.
Y en relación con el hacer posible el evento te sorprenderá saber que en facebook existen más de treinta grupos en todos los idiomas y a los que pertenecen más de veinte millones de ceramistas y profesores de cerámica de todo el mundo. Y dado que el festival se especializa en trabajar la CULTURA CERÁMICA, es decir todo los objetos, saberes, técnicas y procedimientos que hemos heredado de la cerámica artística, artesanal, arqueológica e industrial del mundo entero (en la que participan arquitectos, escultores, ceramistas, educadores, estudiantes de antropología, museólogos, artistas y otros agentes culturales que se vinculan al mundo de la cerámica), el festival vive para comunicar y compartir esas experiencias desde una mirada educativa y de conservación de memoria global y por ello trabaja en todos los idiomas que le es posible (mínimo español, portugués, francés e inglés)
El evento trabaja tanto por programación de actividades desde el Concejo Internacional de Cultura Cerámica- CIEC (institución reguladora del evento), como por la convocatoria que se abre todos los años el 30 de noviembre y luego de una evaluación en la que se revisan contenidos se eligen los proyectos que mejor puntaje obtienen en las evaluaciones. Por ello la quinta versión trae tanto la publicación de la primera Edición Especial de la Revista Cultura Cerámica, como el encuentro entre docentes, ceramistas, arqueólogos, geógrafos y estudiantes de artes de Brasil y Argentina que tienen como núcleo de sus investigaciones la transmisión del patrimonio, la recuperación de saberes locales y la educación patrimonial.
Y además de la “ya tradicional” Taza de Autor en algún café de Bogotá, esta versión trae como actividad especial un recorrido guiado y gratuito que se llevará a cabo mañana domingo a las 3:30 de la tarde partiendo desde el Parque Guernica y su famoso mural para hacer un viaje por la historia de la cultura cerámica de Bogotá, comenzando por los ladrillos y las tejas españolas presentes en sus casas.
Una pregunta que quizás tiene algo de género es la relación de la cerámica y usted como profesora, como mujer, la relación de la historia de la cerámica con las mujeres pensando en que venimos, digamos, en la antigüedad las comunidades humanas eran recolectoras y muchas mujeres permanecían también por la fuerza, por este tema permanecían más en los espacios de la casa la maternidad. ¿Cuál es la relación también de la mujer en la historia de la cerámica?
Mayra: Mmmm, pues me es muy difícil hablarte de mi relación con la cerámica desde eso que podríamos llamar mujer o lo femenino, ya que como no tengo punto de comparación no sé muy bien que decirte. Es decir, como siempre he sido mujer (tanto por naturaleza, como por elección de género), mi relación con la cerámica se encuentra construida desde, digamos, la integralidad de mi ser.
Y así como yo no me enamoro de una persona porque sea hombre o sea mujer, sino me enamoro de la persona misma (su forma de ser, de pensar, de sentir y de ver la vida), mi relación con la cerámica depende igualmente de su forma de ser, de la forma en que me permite ver la vida desde distintos puntos de vista y me ayuda en mi progreso mental y espiritual.
Y pues mi relación con el tema desde el punto de vista académico es muy amplio y creo que ameritaría una entrevista dedicada sólo a ese tema, debido a que tuve la oportunidad de conocer un buen número de las investigaciones europeas y latinoamericanas que se han realizado y gracias a las cuales puedo hablarte de la cerámica y las mujeres en la historia del arte, de las mujeres y su importancia en la cerámica artesanal del Brasil (Sao Paulo, Cunha, Goiabeiras, etc.), del concepto de lo femenino y la cerámica en la Argentina, de las mujeres en la Colombia prehispánica y colonial (pues recuerda que antes de existir el acueducto que hoy tenemos eran las aguadoras las que llevaban el agua a las casas a sus espaldas en ollas de barro), de las mujeres en el performance cerámico del mundo hispanoamericano y de los mitos que vinculan las mujeres al origen de la cerámica y la chicha….entre muchos otros temas.
Y a pesar de ello me parece importante decirte que para algunos autores de la cerámica argentina y arqueológica de Colombia, el papel que ha desarrollado el hombre en la cerámica es mucho más impactante que el de la mujer a nivel social, no sólo por el hecho de que todo chamán sabía hacer cerámica como parte de los rituales de cura y sanación de su comunidad (y pocas comunidades tenían chamanes mujeres), sino también por el hecho de que la cerámica industrial ha jugado un papel determinante en el desarrollo de todas las civilizaciones y ese tipo de cerámica, si bien es ayudado a ser producido por parte de las mujeres, es principalmente desarrollada por hombres.
Hablemos un poco del legado, a quien dejas tu legado, cómo es tu legado frente a tu trabajo de varias décadas, cómo ha sido generar una escuela en Colombia, también tu rol en la Universidad Nacional de Colombia y de alguna manera hoy en un tiempo tan industrial, por lo que hemos visto cómo las industrias nos están llevando cada día a una velocidad muy grande hacia el fracaso como sociedad y como mundo ¿Cómo una práctica ancestral como la cerámica, quizás más respetuosa o que puede generar prácticas más respetuosas del ambiente puede tener algo que enseñar en este contexto donde realmente los industrial y lo plástico nos tiene absolutamente subyugados.
Mayra: desde hace más de veinte años yo tengo una sola ocupación y es la de cuidar de los que no han nacido, de los niños que nacieron hoy mientras respondía tu entrevista, de los que nacerán mañana en cualquier parte del planeta y es a ellos a quienes dejo mi legado.
Por ello el festival es traducido a tres o más idiomas por mi equipo de trabajo, existe un fondo con mi nombre en la Biblioteca Nacional de Colombia, la revista Cultura Cerámica (creada también por mí) posee una página web gratuita para descarga gratuita de ejemplares (y cuyo permiso de existencia no vence aunque yo muera o porque alguien se olvide de pagar la cuota anual a los dueños de la plataforma) y los textos y vídeos que produzco, año tras año, circulan de forma amplia y gratuita por los diez y nueve países de habla hispana.
Y con relación a generar una escuela en Colombia, te cuento que en el año 2012 además de iniciar mi investigación Cruzada por la Gestión efectiva de la cerámica en Colombia y cometer el error de invitar a dos recién graduadas, yo dediqué bastante dinero de mi bolsillo y muchas horas de trabajo a visitar algunos de los ceramistas Bogotanos mayores de treinta años pidiéndoles que creáramos la Escuela que tanto necesitamos, que organizáramos un evento, que creáramos posgrados en los que se investigara la cerámica, que fomentáramos la producción de publicaciones, que se hablara de procesos educativos y otras cosas similares que ya se hacen en muchos países latinoamericanos… pero lo único que pasó fue que perdí mi tiempo y/o “dí papaya” para que me plagiaran y hablaran mal de mí.
Presenté propuestas a las Facultades de la Universidad de los Andes, de la Nacional, de la Tadeo, de la Distrital, de la Pedagógica y la Escuela de Artes y letras y como en todos esos lugares todo se hace desde la ignorancia, por amiguismos, roscas y otros motivos que nada tienen que ver con la educación, su calidad, su sentido (y además de ello no se respeta la Constitución política y mucho menos la ley de Educación Superior Ley 30 de 1992), pues nada pasó excepto que, debido a sus malos tratos, tuve que denunciar a algunos de ellos ante la Procuraduría y la Fiscalía General de la Nación.
Con relación a la Universidad Nacional, mi paso por allí se dio desde 1989 y hasta el año 2003 y a pesar de que fui estudiante (de artes y de biología), profesora y contratista de proyectos que se vinculaban tanto a la Educación Ambiental como al desarrollo de eventos con cerámica pero como, al igual que en todas las instituciones del país, allí no existe memoria institucional, no creo que sea posible hablar de un legado en relación al trabajo que vengo desarrollando desde 1995.
Tú hablas de lo industrial y lo plástico como elementos subyugantes, pero desde mi punto de vista lo auténticamente subyugante es esa cultura de la falta de reflexión y compromiso con aquello que sabemos que nos hace bien y que necesitamos. Y creo que en eso consiste nuestro verdadero fracaso como proyecto moderno, en nuestra incapacidad para pensar, hablar con la verdad, hallar puntos en común y hacer el bien de un modo profundo y radical.
Así y hablando acerca del cómo la cerámica puede generar respuestas más respetuosas por el medio ambiente yo pienso que la clave está en el patrimonio cultural cerámico, es decir en la memoria que nos ofrecen las piezas del pasado y gracias a las cuales tenemos registro de los errores y los aciertos que hemos tenido como sociedad. Pues te sorprendería saber cuántos desiertos se han ampliado y producido debido al mal uso que algunos pueblos ceramistas del mundo han dado a los árboles de su región por la excesiva explotación de la leña para sus hornos.
Para mí y para muchas personas que somos desconocedores de la importancia de la cerámica y el mundo de la cerámica sería muy interesante escuchar que le ha enseñado a usted la cerámica, no sólo sobre la cerámica sino sobre la vida, sobre usted como ser humano y nosotros como seres humanos, particularmente del paso de la materia a lo que hacemos como seres humanos, creo que en la cerámica se siente mucho esa historia de lo que hacemos con nuestras manos y la historia universal de lo que hemos hecho con nuestras manos que nos ha llevado a tener cohetes, vacunas, nos ha llevado a una cantidad de cosas pero a veces esa esencia de trabajar la materia y producir algo, me pregunto qué enseñanzas le ha dejado a usted la cerámica.
Mayra: Dado que mi relación con la arcilla se remonta a mis cinco años de edad y con la cerámica desde los 12 años (a pesar de que en ese momento se me explotaron todas mis piezas), para mí la cerámica es la mejor compañera de vida que he tenido, la fuente más rica de experiencias, el camino más amplio de conocimientos que pude haber elegido en mi paso por la tierra y la comunicación más pura y directa que poseo con mi alma.
Debido a la forma en que he vivido, hoy siento que con la cerámica lo aprendí todo: química, física, arquitectura, sicología, sexo, plantas medicinales, motricidad, música, color, termodinámica, culinaria, moda, procesos matéricos, procesos espirituales, pedagogía, pintura, literatura, calidad en la educación, etc.
Pero la enseñanza más valiosa que me ha dejado es que allí en donde los demás sólo ven un poco de rocas y polvo, yo veo infinitas posibilidades de creación…veo al mundo entero y sus historias de vida.
Frente a la cerámica y la cultura popular, como se entabla la cerámica y cómo se lee la cerámica en la cultura popular cómo es apropiada y cómo es desarrollada, quiénes han sido los salvaguardas, usted me hablaba de las comunidades indígenas, de los wayyuú por ejemplo, ¿Cómo ha sido salvaguardar esas tradiciones?, ¿Cómo es la relación de la cerámica con lo popular hoy en Colombia?
Mayra: Bueno, desde mi punto de vista los principales salvaguardas de la cerámica popular son los propios maestros ceramistas de las distintas regiones que poseemos en nuestros centros artesanales de la Chamba, Ráquira, Cármen de Viboral, San Sebastián de Urabá, Amazonas, la Guajira y otros, quienes actúan y han actuado desde siempre sin contar con un claro apoyo por parte de colegios, universidades y los ministerios de educación y cultura.
Yo he hecho lo que he podido por medio de las publicaciones que vengo haciendo sobre el tema desde el año 2014 y actualmente estoy creando material didáctico que haga posible enseñar esas tradiciones en colegios y universidades teniendo en cuenta todos los aspectos que exige la sicopedagogía de juventudes.
Desde hace ya varios años yo sueño con que aquí exista una ley de patrimonio vivo como lo hay en Japón para los maestros de la cerámica Rakú o en el estado de Pernambuco en el Brasil (Ley nº 12.196, de 2 de mayo de 2002) que garantiza a los maestros el contar con un salario fijo que les permita dedicar parte de su tiempo a formar a dos o más personas que les reemplacen.
Igual me parece importante decirte que en el Brasil las universidades y ministerios si investigan y hacen difusión a la cerámica popular porque ellos tiene claro que no se puede ayudar en la construcción de un futuro positivo para el país sin valorar lo que la historia ofrece en la memoria simbólica y tecnológica que se hace presente por medio de la cerámica.
Mi última pregunta es también señalando y felicitando este proyecto tan serio del festival y lo que han venido haciendo y tengo una pregunta muy sencilla y es no sé si nos puede contar la historia de una pieza que a usted la ha marcado mucho en su historia como ceramista no necesariamente que sea suya, sino incluso una pieza que a usted le ha encantado que le ha fascinado y ojalá seguramente con una buena historia y con eso nos despedimos.
Mayra: Diego igualmente quiero agradecerte mucho por tus valiosas preguntas por medio de las cuales me has permitido recordar y comunicar parte de las experiencias que he vivido con la cerámica.
Y con relación a tu inquietud sobre una pieza que me ha marcado mucho en mi historia como ceramista quiero contarte que cuando yo comencé a estudiar artes vivía cerca del Colsubsidio de la calle 26 con avenida 28 y un día me dio por mirar los objetos que la tienda del museo Colsubsidio ofrecía en una de sus ventanas.
Allí había una serie de mugs de varios tamaños con una ilustración que por su trazo parecía ser hecha por un niño y en la que se veían niños de todas las naciones tomándose de la mano alrededor del mundo. Se trataba de una campaña de la UNICEF y por ello cada pieza venía acompañada de un texto en el que se decía que el cincuenta por ciento del dinero que se recibía iría a apoyar la educación de un niño.
Era una pieza industrial carísima sin mayores atributos artísticos, excepto por la bella ilustración que tenía impresa. Pero la sola idea de que por comprarla podría estar ayudando a un niño sin recursos en alguna parte del planeta, me llevo a guardar parte del salario durante varias semanas hasta que ¡Por fin me la pude comprar! Y no paré de observarla, usarla y cuidarla durante muchos años.
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Diego Aretz es un periodista y activista Colombiano, ha sido columnista de medios como Revista Semana, Nodal, El Universal, ha sido jefe de comunicaciones del Festival Internacional de Cine de Cartagena y es el Jefe de Comunicaciones del Festival Internacional de Cine por los Derechos Humanos. Así mismo es jefe de comunicaciones del Consejo Nacional de Bioética.