“La bioética es ese encuentro donde nos preocupamos por el cuidado y protección de la vida.”

Una entrevista con la Consejera Constanza Ovalle, Presidenta del Consejo Nacional de Bioética.

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¿Cuál ha sido su rol y cómo ha sido su participación en este año largo de instauración del Consejo Nacional de Bioética?

Gracias por invitarme a estas sesiones en que participan personas interesadas en la bioética, sesiones que tienen el propósito no solo de aportar a este nuevo campo de saberes, epistemologías y prácticas, sino que, además, se espera contribuir en las decisiones del país. Primero indicaré desde dónde hablo para que se entienda mi participación en el Consejo Nacional de Bioética ¿Quién soy yo? Mi nombre es Constanza Ovalle Gómez, soy odontóloga, mi vida académica ha transcurrido en una Universidad (33 años), la Universidad El Bosque. Allí he tenido la oportunidad de ampliar mis conocimientos en otras áreas que en principio uno pensaría que un profesional de la odontología no tendría por qué interesarse, como el de las Ciencias Sociales y humanas y la bioética. Mi interés particular es la bioética, que en esta Universidad es muy importante. De hecho, la Universidad El Bosque es una de las instituciones pioneras de la bioética en el país y en América Latina y el Caribe. Aquí en un principio se introdujo a la bioética desde un enfoque de derechos humanos, hoy en día se preocupa también, por situar los problemas sociales en el centro de la bioética.

He participado en el diseño de programas de bioética de formación e investigación en los niveles de especialización, maestría y doctorado, pero también, en diseñar cursos de bioética dirigidos a distintas profesiones, más allá de la salud. En este sentido, este es mi compromiso, en
principio, un compromiso académico. En los últimos años he hecho investigación en áreas de la bioética como la salud y la educación; en el área de la salud que es la representación que ostento en el Consejo Nacional de Bioética, he profundizado en temas de bioética clínica como: el consentimiento informado, criterios bioéticos de la investigación clínica, además de los dilemas éticos en el transcurso de la vida, entre otros.

Para muchas personas en el país es absolutamente desconocido que existe
el Consejo Nacional de Bioética ¿Cuáles son los roles? ¿Cómo debe encaminarse? ¿A quiénes convoca?

Considero importante explicar cuál es mi conceptualización de la bioética, para que se entienda, además, mis aportes al Consejo Nacional de Bioética.

Cuando uno habla de bioética es necesario remitir a dos palabras que la componen etimológicamente: Vida y Ética, lo que en síntesis sería acotar que es la ética por la vida. Nuestro interés es bien amplio porque entendemos que la bioética vincula dos aspectos fundamentales: en primer lugar, la vida en un sentido extenso, esto es, todas las formas de vida y sus entornos, que es comprendida a través de múltiples disciplinas, donde la biología es tan solo una de ellas; en segundo lugar, la ética, que a la vez trasciende al antropocentrismo, hacia una visión biocéntrica, donde nuestra preocupación no se limita a la vida humana. De ahí, que nuestro compromiso ético es por los vivientes en general, sus entornos, y para ello deberán concurrir distintos saberes y prácticas que pueden aportar en el cuidado y protección de la vida.

Esta necesidad de convocar múltiples disciplinas, saberes y prácticas, poderlas escuchar y aprender de ellas, requiere de, si se me permite decirlo así, una metodología que favorezca el diálogo inter multi y transdisciplinarios. Razón por lo cual se suele decir que la bioética es deliberativa, a diferencia del derecho que es prescriptivo en lo público, y de la moral que es prescriptiva en lo privado. Pero a la vez, se requiere de un punto de vista pluralista, pues este diálogo deberá realizarse en un escenario democrático. Por consiguiente, tendremos que tener en cuenta los aspectos políticos, económicos, y culturales.

Y un poco hablando del Consejo ¿Cuál es el propósito del Consejo Nacional de Bioética? ¿Cómo se conformó? desde la dirección que se lleva ¿Hacia dónde se quiere ir con el Consejo Nacional de Bioética? y también ¿Qué responsabilidades tienen frente a un país en donde estos temas como la eutanasia, el consentimiento informado y la interrupción voluntaria del embarazo están constantemente en la agenda pública? ¿Cómo y cuál es la dirección que tiene el Consejo Nacional de Bioética en este momento?

El Consejo Nacional de Bioética se crea por una ley, la 1374 2010 que duró un
poco más de 10 años en su conformación. Si se revisa en otros países de América Latina existen este tipo de consejos, con el nombre de comités, comisiones nacionales que tienen la pretensión de apoyar al Gobierno en la toma de decisiones con respecto a políticas que puedan afectar la vida como: el aborto, la eutanasia, la fertilización in vitro, pero no se limita a esos temas, que son temas por los que más se conoce la bioética, sino por otros que tienen que ver con el manejo de recursos naturales, e incluso con la misma educación con respecto a la paz, por ejemplo. Entonces todas estas preocupaciones se estudian y discuten de forma deliberativa, siendo este un ejemplo de diálogo que esperamos transmitir a la sociedad colombiana. Pero a la vez, como lo dije, deberá ser un diálogo pluralista, en el que se respeten todas las visiones religiosas, que se incluyan allí los distintos sentidos de vida, esto es, no se impone un sentido confesional, sino pluralista.

En ese contexto el Consejo Nacional de Bioética tiene un desafío impresionante porque es trasladar ese espacio democrático, deliberativo y pluralista a que las personas comunes y corrientes -todos nosotros (as) – podamos tener acceso a esa información.

Esta ha sido la razón principal que me motivó a postularme al Consejo Nacional de Bioética. Siento que la academia ha explorado estos temas, ya ha tenido importantes aportes, pero en algunos casos, se hace a espaldas de la realidad colombiana y de la posibilidad de participar en la toma de decisiones públicas. Este, en mi opinión, es un gran desafío para el Consejo Nacional de Bioética, el de poder incluir la perspectiva bioética en los análisis con respecto a las políticas públicas, pero también, con respecto a cómo la ciudadanía toma decisiones bioéticas.

De hecho, mundialmente se ha dicho que uno de los grandes avances de la bioética es lo que tiene que ver con los derechos de los pacientes, pero este avance implica ir más allá, que los ciudadanos conozcan que tienen derechos, que pueden y deben participar en las decisiones de interés público, porque en ellas se implican bienes comunes. Creemos entonces que es crucial la información que brinde el Consejo Nacional de Bioética, que es multidisciplinario y pluralista, que representa realmente al país en sus regiones y en las participaciones diversas.

Son 15 miembros en el Consejo Nacional de Bioética. Hablemos un poco de esa diversidad, pero antes de esa diversidad también señalar que un buen número son mujeres, esto indica que este es un Consejo donde la presencia femenina nos invita a preocuparnos por el papel de la mujer en la sociedad colombiana, y este es un mensaje potente que se está dando por parte del Consejo Nacional de Bioética a la sociedad colombiana; una sociedad que todavía mantiene el machismo y relaciones patriarcales muy fuertes, unos prejuicios que minan el papel de la mujer en escenarios académicos, científicos, en general en escenarios públicos, en donde hay colombianas aportando a la discusión política, la discusión científica, a la discusión ética, con un gran compromiso. Desde ese rol de género.

Me parece importante que nos hable un poco de esos perfiles y también de la presencia de las mujeres en el Consejo.

Yo te agradezco esa pregunta Diego y te lo agradezco por dos razones; una porque la conformación de los miembros del Consejo Nacional de Bioética estuvo determinada con la idea de que existiera una participación pluralista en representación de la diversidad, pero en equilibrio de género, esto para decir, que hay políticas que permiten que las mujeres participen y opten a cargos como estos, abriéndonos una gran oportunidad. En este caso, que podamos participar en un Consejo Nacional de Bioética nos abre una oportunidad que tomamos con mucho entusiasmo. Veo que las mujeres somos en eso muy activas, cuando la oportunidad la tenemos enfrente la aprovechamos, en un país con tradición patriarcal, en la que dominan los hombres en cargos directivos, en lugares públicos destacados, esta es una oportunidad maravillosa, lo cual resalto del Consejo Nacional de Bioética y me siento orgullosa y, es un honor por supuesto para mí, hacer parte de este excelente grupo.

La segunda, en cuanto a la diversidad en general. Sí en el Consejo Nacional de Bioética participan personas de distintas culturas, hay una participación en representación indígena, otra en representación de las comunidades afro, como ya se dijo, un equilibrio en la participación por género, también una buena representación de las diversas regiones del país, eso es algo extraordinario. Pienso que fue un gran proyecto reunir a todas estas personas con unas cualidades no solamente académicas y de investigación, porque también debíamos reunir estos requisitos, sino que, además, se reunieron distintas voces, que no siempre son tenidas en cuenta. La representación de diversas voces, poco se escuchan.

Hay una idea que hemos escuchado mucho en tu filosofía y tu manera de
reflexionar y es la de “deliberación por encima del voto y por encima de las
diferencias” que también se ve en otras culturas, particularmente en las culturas indígenas donde se dice que si uno está mal todos estamos mal, un acuerdo colectivo. Si no hay una deliberación no se puede llegar a acuerdos. Una sociedad como la colombiana con un conflicto que tenemos vivo ha llegado a muy pocos acuerdos, y ha respetado muy pocos de esos acuerdos. Creo que hoy 30 años después de la Constitución del 91 podemos decir que ese pacto que es hermoso, un pacto que se dejó plasmado en el papel, que es absolutamente maravilloso, no lo respetamos y eso lleva a preguntarnos: ¿Por qué pactar y para qué pactar? Quiero hablar un poco de eso, sobre la deliberación y ese ejercicio deliberativo que se está haciendo al interior del Consejo Nacional de Bioética sobre temas que uno los ve desde fuera pero que no es posible apreciar, pero sí se pregunta ¿Cómo se reúnen un Mamo indígena, un sacerdote católico, científicas (os) a discutir sobre el aborto y a llegar a un acuerdo sobre un tema tan polémico? en un contexto de por lo menos tres culturas diferentes y tres maneras de valorar las cosas. Entonces, hablanos un poco sobre el papel de la deliberación, sobre las elecciones para el país que parece querer ver sólo dos posiciones en las discusiones, para un país que no quiere ver todos esos grises todas esas posibilidades y también esas diferencias.

Esa es una pregunta que me invita a plantear mi posición frente a la bioética. Cuando se tiene la representación por el voto, la mayoría juega un papel fundamental, puesto que la votación lo único que representa es que hay una mayoría que se inclina por una opción frente a otra y eso deja muy poca posibilidad a las posiciones diversas, y se impone una sobre las otras. Hay algo que está en el espíritu mismo de la bioética y es que se debe colocar sobre la mesa la diversidad y el respeto a la diversidad, eso se ve como un punto de partida. El tener en cuenta todas las posiciones es fundamental por supuesto. Si no soy capaz de concebir eso para mi vida, de cuidar que las expresiones distintas a las mías tengan cabida, esto es, tener una actitud ética frente a escuchar esas distintas posiciones, terminarán siendo monopolizadas las diferencias por quienes ostenten el poder.

Quizás las decisiones administrativas puedan inclinarse por la votación, no se puede dedicar mucho tiempo a esto, habrá que diseñar un plan administrativo que se reitera, por lo cual ya no hay mucho que discutir. Pero para deliberar se requiere, un proceso, es ir deliberando “caminando la palabra” la llegada requiere de un proceso más lento. Puede que algunas personas se pregunten ¿por qué el Consejo Nacional de Bioética aún no se ha manifestado con respecto al aborto, a la eutanasia? Es precisamente por eso, porque no es que se llegue a una indicación, se llega sí a unos consensos, pero también a unos disensos, nos escucharnos, se plantean las diferencias. Por esta razón nuestras primeras declaraciones tendrán que ir en ese sentido, donde se expresan los distintos puntos de vista sobre los que se cree es bueno o es malo, en qué hay puntos de encuentro, y en cuáles no. Nuestros pronunciamientos dirigidos a la ciudadanía se emitirán una vez se cuente con una información suficiente que refleje la realidad nacional, que refleje las diferentes visiones y eso requiere tiempo. Puede que exista un consenso, pero no es un consenso sobre una mirada unívoca, más bien será una muestra de las distintas posiciones y recomendaciones que concebimos como necesarias.

Aquí es donde surge la importancia de la deliberación, es decir, más que llegar a un acuerdo unívoco, es expresar la realidad desde una perspectiva de su complejidad, poner sobre la mesa los distintos puntos de vista y reflexionar sobre ello sin prejuicios ni dogmatismos.

Frente al cambio climático y todas estas preguntas que hoy se están generando y que movilizan a la generación actual ¿Cómo es que vamos a dejar este planeta? ¿Cómo lo estamos manejando? ¿Cómo podemos realmente cambiar las cosas que se están haciendo y hacen daño? son preguntas que demandan de orientaciones, de las que se ocupan este tipo de instituciones. Hoy más que nunca, se pide una mirada política, pero no politizada, un ángulo no electoral, un ángulo mucho más complejo, desde las diferencias, ¿Cómo vamos? ¿Para dónde se está yendo? Creo que una de las cosas que más se sienten en el Consejo Nacional de Bioética es una búsqueda de reflexión por encima de los prejuicios o por encima de una caracterización de bueno o de lo malo, se trata de reflexionar. Sin embargo, surge la pregunta sobre los gobiernos ¿Nos escuchan los gobiernos? ¿Cómo se escucha al Consejo Nacional de Bioética? ¿Cuáles son las posibilidades de incidir? ¿A dónde se debe incidir? ¿Cuál es la independencia de la que goza el Consejo Nacional de Bioética? un aspecto que es clave para entender la labor del Consejo Nacional de Bioética, ¿Cómo es la relación con el Gobierno y su independencia del mismo?

Generalmente los Consejos, Comités o Comisiones Nacionales de Bioética están muy cercanos a los Gobiernos en la toma de decisiones públicas. En Colombia como tú lo dijiste, llevamos muy poco, tenemos más de dos años que fuimos nombrados por la presidencia de la República, sin embargo, la posesión de los miembros se demoró un año más. Los temas que creemos requieren prioridad, estuvieron relacionados, en un principio con la pandemia, fuimos posesionados en febrero de 2020 y en marzo ya estábamos dentro de las medidas excepcionales, como el aislamiento, luego tuvimos que reunirnos de manera virtual por más de un año. Hasta ahora hemos definido algunas estrategias para darnos a conocer y divulgar nuestro trabajo, con el ánimo de que nuestras reflexiones estén al alcance de todos (as). Esto seguramente va a ser un trabajo de muchos años, pero queremos que el Gobierno pueda acercarse al Consejo Nacional de Bioética entendiendo que es preciso alentar su independencia. La independencia es uno de los aspectos misionales del Consejo Nacional de Bioética, debemos cuidarla para que se exponga su posición o su reflexión de manera clara e independiente.

Hasta ahora no hemos tenido una reunión con el señor presidente, pero esperamos que en algún momento se pueda dar. El Consejo Nacional de Bioética cuenta con una secretaría ejecutiva en cabeza de Minciencias. Al momento hemos proyectado las bases del funcionamiento del Consejo, hemos solicitado a este ministerio, cosas básicas, como que cuente con el apoyo técnico y de infraestructura, por ejemplo, una oficina y un rubro presupuestal para poder cumplir con la misión que se nos ha encomendado. Los miembros del Consejo Nacional de Bioética en Colombia, a diferencia de algunos países, trabajamos ad honorem, pero lo hacemos con muchas ganas de aportar y con una gran vocación. Tenemos el propósito de pronunciarnos, dejar una voz autorizada y calificada para asesorar al Gobierno.

Hemos tenido algunas participaciones en el Congreso porque creemos que existe una gran cantidad de temas de política pública que deben tener un análisis bioético. Este es un interés del Consejo Nacional de Bioética, establecer relaciones con espacios donde se formulen, gestionan las políticas que inciden en la vida en general y humana en particular. Nos pronunciaremos próximamente en temas que están en la agenda pública, y estamos abiertos a que se nos pida el asesoramiento en estos aspectos.

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Diego Aretz es un periodista y activista Colombiano, ha sido columnista de medios como Revista Semana, Nodal, El Universal, ha sido jefe de comunicaciones del Festival Internacional de Cine de Cartagena y es el Jefe de Comunicaciones del Festival Internacional de Cine por los Derechos Humanos. Así mismo es jefe de comunicaciones del Consejo Nacional de Bioética.

 

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