En Colombia, la educación se ha convertido en una de las principales herramientas para la justicia social. Con el respaldo de instituciones clave como la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD) y la Vicepresidencia de la República, el proyecto *Educación con Justicia Social* ha crecido y avanzado con una propuesta clara: ofrecer formación en territorios golpeados por la violencia y la exclusión, fomentando la equidad, la inclusión y la integración social.
Este ambicioso proyecto, actualmente en su tercera fase, tiene como objetivo empoderar a comunidades históricamente afectadas por el conflicto armado, en territorios de difícil acceso y marginados del Estado, a través de un proceso educativo que no solo aborda el saber, sino también la construcción de capacidades para el desarrollo social y cultural.
Desde su inicio, el impacto ha sido considerable. En las primeras dos fases, más de 9.000 personas en 565 municipios se beneficiaron de ciclos formativos que tocaban temáticas cruciales como el enfoque diferencial étnico y de género, la no discriminación, y la formulación de proyectos sociales que aborden las problemáticas locales. Estos programas no solo se enfocan en el conocimiento académico, sino que buscan, sobre todo, generar cambios profundos a nivel comunitario y cultural.
En la tercera fase del proyecto, se espera que más de 2.500 personas se sumen a esta iniciativa, con una oferta académica que incluye un diplomado en *Gerencia de proyectos sociales y contratación pública con énfasis en pueblos étnicos* y un curso en *Formulación y gestión de recursos en los proyectos de inversión con enfoque de género*. Estas actividades tienen como objetivo capacitar a líderes y lideresas comunitarias, miembros de organizaciones sociales y pueblos étnicos, en una modalidad híbrida que combina clases presenciales y virtuales, adaptándose a las realidades locales del país.
El componente social de este proyecto ha sido fundamental para su éxito. Las 426 iniciativas sociales formuladas por los participantes en los municipios reflejan las necesidades urgentes de las comunidades y presentan propuestas innovadoras que consideran las particularidades socio-culturales de Colombia, un país caracterizado por su diversidad y complejidad territorial. La creación de estas iniciativas no solo permite una mejor respuesta a los desafíos locales, sino que también fortalece los procesos organizativos y los liderazgos comunitarios, clave para el desarrollo social y político de las regiones.
Uno de los aspectos más innovadores del proyecto es su enfoque en la sostenibilidad y la innovación. La alianza estratégica con entidades locales como alcaldías y juntas de acción comunal ha sido esencial para garantizar que el impacto del proyecto perdure a lo largo del tiempo. Al promover la colaboración entre la universidad, el Estado y la sociedad civil, *Educación con Justicia Social* ha logrado generar una red de apoyo que favorece la consolidación de los conocimientos adquiridos y su aplicación a largo plazo.
Sin embargo, la apuesta más importante de este proyecto es su visión de la justicia social. Con el firme propósito de reducir las desigualdades y fomentar la paz, la iniciativa busca proporcionar a los participantes herramientas para ser agentes activos en la construcción de una Colombia más equitativa, inclusiva y libre de discriminación. En un país que ha sido marcado por décadas de conflicto armado, esta propuesta educativa se presenta como una oportunidad para sanar heridas históricas y fortalecer el tejido social desde sus bases más profundas.
En sus tres fases, el proyecto ha abordado temas cruciales como el antirracismo, el cambio cultural, la equidad de género y la protección de los derechos de la población LGBTIQ+, siempre con un enfoque diferencial que reconoce la diversidad étnica y cultural de las comunidades. Además, las experiencias compartidas en cada una de las etapas han permitido la construcción de espacios de reflexión, aprendizaje y apoyo comunitario, donde los saberes ancestrales y las realidades contemporáneas se encuentran para crear soluciones colectivas.
La tercera fase, que prioriza 26 municipios en las Zonas Más Afectadas por el Conflicto Armado (ZOMAC), es un reflejo de la importancia de este proyecto en los territorios más vulnerables. Con la implementación de Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), se busca fortalecer el tejido social en áreas que han sido históricamente olvidadas por el Estado, pero que ahora encuentran en *Educación con Justicia Social* una vía para la transformación.
La educación es un motor fundamental para la reducción de la desigualdad social, especialmente en contextos como el colombiano, donde las brechas de acceso y calidad educativa han sido históricamente amplias. En palabras de Amartya Sen, Nobel de Economía en 1998, “La educación no solo debe verse como un medio para el desarrollo económico, sino también como un derecho que habilita a las personas para participar plenamente en la vida pública y quizás política, pero sobre todo mejorar su bienestar”. Este enfoque resalta la importancia de brindar herramientas educativas no solo para el conocimiento académico, sino para fortalecer la capacidad de las personas de cambiar su entorno y participar en la construcción de una sociedad más equitativa. En este sentido, iniciativas como *Educación con Justicia Social* en Colombia no solo buscan educar, sino empoderar a las comunidades más vulnerables, ofreciendo la posibilidad de transformar realidades a través del acceso a la educación, la construcción de capacidades y el desarrollo de proyectos que resuelvan problemas locales. Así, la educación se convierte en un pilar para la justicia social, la paz y la construcción de una sociedad más inclusiva y solidaria.
Diego Aretz
Diego Aretz es un periodista, investigador y documentalista colombiano, máster en reconciliación y estudios de paz de la Universidad de Winchester, ha sido columnista de medios como Revista Semana, Nodal, El Universal y colaborador de El Espectador. Ha trabajado con la Unidad de Búsqueda y con numerosas organizaciones defensoras de DDHH.