Las palabras y las cosas

Publicado el Diego Aretz

El derecho a un ambiente sano; es un derecho humano. Edgar Quiñones

 

 

 

El consejero Edgar Eduardo Quiñones Bolaño fue director del Departamento de Ingeniería Química de la Facultad de Riverson en Canadá desde 1997 hasta los 2000, al mismo tiempo a partir de 1992 se encargó del programa colombiano de Ingeniería Civil en la Universidad de Cartagena.

Quisiera comenzar preguntándole por su trabajo en conexión al Consejo Nacional de Bioética ¿Cómo es su participación del Consejo? ¿Cómo llega? y ¿Cómo es estar ahora en el Consejo?

Para mí es un honor ser parte del Consejo. Llegué a través de la convocatoria que abrió el Ministerio de Ciencia y Tecnología dirigida a todas las instituciones invitándolas a presentar candidatos para este Consejo Nacional de Bioética, la Universidad de Cartagena me invitaron a participar y me postulé, automáticamente dije que “sí”.
Hay que hacer muchos aportes a la construcción de la ética y la bioética en nuestro país, esa fue la motivación impulsada por la experiencia que he obtenido a través de estos años en el Comité de Ética en la Universidad de Cartagena, en ese proceso de aprendizaje me he fortalecido. La trayectoria también parte del conocimiento que se ha logrado en temas ambientales conforme a lo que se busca, además de esa conexión de interdisciplinaridad y la representación de las diferentes regiones.

En el Consejo se aprecia la representación indígena, la representación Afro, la representación de las regiones, en su caso el interés por lo ambiental, teniendo en cuenta su trayectoria académica, le pregunto: la mayoría de las veces la bioética se asocia con la medicina ¿cómo se relaciona la bioética con el medio ambiente? El ambiente hace parte de la agenda del Consejo y siendo uno de los consejeros que más trabaja este tema, siendo Colombia uno de los países con mayor biodiversidad ¿cuáles son los retos de nuestro país en cuanto a la biodiversidad?, ¿qué estamos haciendo en términos ambientales?

Es importante mencionar, como lo anunció la Organización de las Naciones Unidas, es importante reconocer el derecho a un ambiente sano como un derecho humano. Este es el punto de partida, porque es fundamental reconocer que este es un logro, que se viene trabajando en cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Tener un ambiente sano para el crecimiento de nuestras comunidades, mantener ese valor que tiene Colombia, es esencial, puesto que es el segundo país con mayor biodiversidad. Es importante seguir trabajando en ese horizonte de un ambiente sano, de cultivar todos esos aspectos ambientales y darle importancia al oro que hay dentro de la cultura y ver que hay mucho trabajo por hacer, por ejemplo, en temas como calidad de aire, calidad de las aguas, tenemos una riqueza hídrica muy grande. Entonces, como seres humanos tenemos que seguir trabajando en la protección del ambiente que nos rodea.

En este momento en el Consejo se está discutiendo el impacto del glifosato sobre el ambiente, en este sentido le pregunto: ¿cuáles son las reflexiones que se viene haciendo al respecto?, y ¿qué usted viene aportando frente al uso glifosato en Colombia en este momento?

El glifosato es una preocupación y un debate a nivel nacional. En este sentido, desde la parte del análisis bioético y ético del uso del glifosato en la aspersión prima más la precaución por el impacto sobre la salud humana y la de los animales, porque sabemos que hay muchas investigaciones que muestran que el glifosato tiene un efecto sobre los ecosistemas naturales, pero también, hay investigaciones que permiten su uso. En países como Estados Unidos se usa con mayor regularidad y está permitido, sin embargo, debemos seguir con la precaución de preservar. Realmente se necesita desarrollar mayor número de investigaciones encaminadas a alcanzar el nivel toxicológico del glifosato y se necesita promover esas investigaciones para tener certeza, promover leyes que nos permitan una normativa para regular el uso, control y peso de impacto sobre los medios como el agua, el aire y todos los ecosistemas naturales.

Su trayectoria fuera del país y al venir a Colombia a su ciudad Cartagena, cuéntenos un poco sobre su trayectoria, ¿cómo esto ha influenciado en su participación en el Consejo Nacional de Bioética? ¿Cómo ha sido esa trayectoria y como lo ha puesto a jugar también en clave de región?, en clave de romper esas narrativas del sur norte que se suelen dar «top Down o centro-periferia» ¿cómo romper esas narrativas?, y ¿cómo lo hace desde su trabajo?

El haber estudiado un doctorado y unos estudios de maestría en Canadá es una experiencia cultural enriquecedora en la formación, aquí valoró el hecho de que muchas universidades del país tienen esos programas de intercambió en los que sus docentes a nivel de maestría y de doctorado se enriquecen. Hemos visto que hay un nivel de crecimiento en nuestros doctorados; porque soy conocedor y soy parte del capítulo nacional de doctorados en ingeniería, se han fortalecido y todavía se mantienen las pasantías de los estudiantes en el exterior. Entonces, uno se enriquece culturalmente, se traen experiencias de otros lugares en los que se enriquece, en cuestiones como el comportamiento de la integridad científica, sobre qué aspectos éticos se deben tener en cuenta en los procesos de investigación, en este sentido, esta ha sido mi colaboración en el Consejo Nacional de Bioética, mi intención es aportar a y venimos a colaborar en el desarrollo de nuestro país. Estás relaciones en el exterior nos ha fortalecido y nos mueve a aportar a la Universidad de Cartagena, a nuestra región, con proyectos puntuales, proyectos sociales que se necesitan. Del mismo se amplían las relaciones internacionales, las cuales ayudo a canalizar, sirvo como puente, promoviendo investigaciones en temas importantes para nuestro país, tales como: tratamiento del agua potable, calidad del agua, manteniendo de los parámetros de calidad.
Ha sido un proceso de transferencia (no solo de tecnología), en ambas direcciones, porque nosotros tenemos una riqueza de conocimiento, el quehacer científico por un lado, y por el otro, con el aspecto cultural, así se enriquecen todas estas acciones.

Los índices o las expectativas ambientales en los siguientes 20 años desde el acuerdo de París no son muy optimistas por ejemplo se habla de que las ciudades costeras como Cartagena van a tener problemas ambientales muy serios, a propósito, le pregunto: ¿qué deberíamos estar pensando para los próximos 30 años?, ¿qué se viene realmente en temas ambientales?, ¿qué se espera?, ¿qué podemos saber?, y ¿qué podemos prever?

Cartagena es una ciudad costera, es una de las ciudades de las regiones de Colombia donde se perciben algunos efectos del cambio climático que van asociados a las condiciones ambientales de la región y, puntualmente el ascenso del nivel del mar es una preocupación. La pandemia nos ha reflejado necesidades en temas ambientales como: fortalecer los sistemas de monitoreo de calidad de aire en nuestras ciudades, estar conscientes de las necesidades en investigación. Me interés es aportar conocimiento basado en datos técnicos reales, de investigaciones de calidad que se hacen en el país, siendo ese uno de los retos: fortalecer todos los aspectos que van a incidir en el cambio climático. También el tema de la deforestación que se viene dando en el país, hace parte de los temas más preocupantes y hay que implementar medidas de control desde el mismo Estado. Se debe ampliar ese control y seguimiento a los bosques porque Colombia es un país rico y hay conservar esa biodiversidad que es lo que nos hace diferentes. También uno de los retos a futuro es trabajar en darle una cara a nuestros mares, somos privilegiados al tener dos mares: el océano Pacífico y el océano Atlántico, debemos fortalecer esas regiones que están alrededor del mar que se surten como las islas de San Andrés. Tenemos gran potencial no solamente en temas ambientales, en aspectos de saneamiento de ciertas regiones, el aprovechamiento de nuestra riqueza hídrica marítima, por ejemplo, para generar sistemas energéticos con energías alternativas. Entonces, es fundamental estos retos del futuro: promover una energía más limpia, plantear acciones que desde la academia se pueda apoyar con la formación y capacitación de este personal a nivel de pregrado, maestría y doctorado.

Estas charlas pretenden socializar la bioética, compartir los conocimientos, que la gente la comprenda y se interese por ella, por ello le pregunto: ¿cómo conecta su trabajo a nivel de la bioética con las personas?, ¿cómo les contaría a las personas, que quizás no conocen del tema, por qué es importante la bioética en este momento?, y ¿cuál es ese trabajo que desarrollan a través del Consejo?

La ética y la bioética van dirigidas a analizar los impactos ambientales que han sido ocasionados precisamente por la acción humana, es decir, las grandes catástrofes ambientales conocidas en el mundo son un compromiso de todos. El ambiente en general esta construido por todos los seres vivos, humanos y no humanos, en ese sentido hay que cuidarnos todos porque en la naturaleza el cuidado es fundamental, para conservar la calidad del oxigeno y eso lo hacemos a través de nuestro comportamiento y la bioética realmente es analizar nuestro comportamiento, nuestros compromisos para el cuidado de la vida, de la vida humana y de la vida natural.
Es nuestro compromiso con el Consejo, hacer llegar la bioética como un compromiso de todos que nuestro comportamiento está involucrado, no solamente la parte investigativa en el área de la salud sino es que están involucrados los temas ambientales, entonces, en ese sentido, es la relación que existe entre lo que hacemos y la bioética como tal.

Se suele indicar que el desarrollo ambiental y la protección del medio ambiente son opuestas al desarrollo económico y al fortalecimiento de la economía. Aún muchas empresas y grupos de poder pretenden demostrar que proteger el ambiente no genera riqueza y que la única manera de generar riqueza es explotar ¿qué reflexiones podríamos hacer frente a este conflicto ético concreto?

Entre la parte del desarrollo económico, la parte ambiental y la parte social y por eso hablamos de desarrollo sostenible pero más de un desarrollo sostenible e integral deberá estar involucrada la ética, con el objetivo de establecer un equilibrio. En el desarrollo sostenible hay que buscar ese equilibrio donde hay que valorar todo ese potencial como la biodiversidad que tiene el país, existen líneas de investigación que se vienen fortaleciendo, valorar los bienes y servicios de cada ecosistema, esto con el fin de que se pueda valorar esta riqueza que es la biodiversidad. Entonces, la motivación serían estas valoraciones y las reflexiones, tenemos que trabajar en ellas bajo el término de sostenibilidad integral, donde la preocupación no solamente es en términos económicos, sino también, en términos ambientales, porque los impactos no se alcanzan a ver en esta generación, pero si pueden verse a futuro, en 10 o 20 años, en donde se podrá apreciar cual a sido el retroceso de las inversiones que no se hicieron. Hay que tratar de fortalecer ese aspecto de trabajar con esa mentalidad de que lo ambiental es un requisito para fortalecer nuestra región y mantener esa biodiversidad que tanto nos distingue.

Consejero Edgar Quiñones nos puede recomendar como profesor y académico un libro que le parezca interesante en este momento para pensar estas preguntas sobre bioética, sobre medio ambiente, sobre tecnología, sobre cómo avanzamos realmente como comunidad y como país, y qué necesitamos para respetar el ambiente, pero también, construirnos como sociedad.

Más que recomendarle un libro específico lo que recomiendo en la necesidad de las Humanidades. Recuerdo que hace muchos años atrás donde en nuestro sistema educativo había unos cursos de Humanidades, esa formación humanística. Debemos tratar de fortalecer la formación humanística puesto que hay muchos libros que se pueden seguir, con esta perspectiva. Recomiendo una reflexión individual de cada uno de nosotros, que como seres humanos día a día nos preguntemos: ¿cuál es nuestro compromiso con los que nos rodean y cómo lo podemos hacer mejor?♦

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Diego Aretz es un periodista y activista Colombiano, ha sido columnista de medios como Revista Semana, Nodal, El Universal, ha sido jefe de comunicaciones del Festival Internacional de Cine de Cartagena y es el Jefe de Comunicaciones del Festival Internacional de Cine por los Derechos Humanos. Así mismo es jefe de comunicaciones del Consejo Nacional de Bioética.

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