Las Ciencias Sociales Hoy

Publicado el Las Ciencias Sociales Hoy

Confianza

Por: Víctor Reyes Morris*

El término confianza pareciera ser ajeno a la Sociología y propio de otras disciplinas y mas bien “hurtado” por los manuales de autoayuda. Pero quiero centrarlo en donde también debe estar: en la Sociología y en el análisis correspondiente. Eso es lo que quiero hacer hoy en la brevedad de un artículo. Confianza no ha sido extraño al trato de la Sociología. Pero la razón de que escriba no es para reivindicar el término confianza a un dominio disciplinar específico, sino emplearlo como un elemento central de análisis de los efectos de la pandemia que estamos viviendo actualmente. Porque creo que uno de los elementos de la vida social actual afectado es la confianza. Charles Tilly (1929-2008) un gran sociólogo norteamericano escribió sobre muchos temas y uno de ellos dedicado a la confianza, en donde analiza el papel de este valor como un elemento histórico de supervivencia (redes de confianza), para sobrevivir a regímenes autoritarios, a persecuciones y a diásporas. Relaciona confianza y gobierno y da ejemplos de cómo en épocas de gran persecución, diversas comunidades sobrevivieron a la misma con base en redes de confianza (como los albigenses y los valdenses), de qué modo y con qué resultados y efectos los miembros de las redes de confianza eludieron los sistemas dominantes de poder que pretendían eliminarlos. Creo que lo trata de demostrar Tilly es como la confianza es un elemento fundamental de supervivencia frente a la adversidad (natural o humana). Y esto viene a colación porque creo que uno de los valores lesionados como efecto de esta pandemia es la confianza. Bien vapuleada que está en nuestro medio por el miedo al otro, la inseguridad que parece residir más en los noticieros que en la realidad cotidiana, o que al divulgarla con gran despliegue hace creer que a todos nos pasará. El miedo a ser “tumbado”, a ser estafado o lesionado en su cuerpo o haberes nos tiene sumidos en una profunda desconfianza, a pesar de que también hay tejidas importantes redes de confianza y solidaridad especialmente en los sectores populares. El nuevo miedo que hace perder la confianza es la del contagio. Sospechamos totalmente del otro como fuente de contagio, no nos podemos acercar. Están prohibidos los besos y abrazos y casi que las relaciones íntimas. El terror que imparten los epidemiólogos y otros augures pandémicos, en sus cálculos matemáticos como guías espirituales de nuestros gobernantes llevan a la desconfianza profunda. Pero las redes de confianza son indispensables para sobrevivir, inclusive para defenderse de las pretensiones autoritarias. En los regímenes de control extremos de los ciudadanos, lo que se siembra es una profunda desconfianza para identificar a los “enemigos del régimen o de la revolución” y se constituyen organizaciones de base para delatar a los disidentes o impedir o informar sobre la más mínima protesta o brote de ella. Algunos inconformes logran sobrevivir porque constituyen redes de confianza o se reducen a la soledad o al autoaislamiento.
No podemos perder la alteridad, la que se define como la capacidad de relacionarse con los otros, o ponerse en los “zapatos” de otro, la alteridad es una voluntad de entendimiento. Entonces, el reconocimiento del alter (del otro) no como el posible portador del mal, sino como la necesidad humana de vivir juntos, tenemos que romper ese prejuicio imbuido en esta situación de profunda desconfianza y alejamiento. No implica no tomar precauciones, pero tampoco rechazo y la alternativa al distanciamiento físico-social no es el aislamiento. Somos sociedad y como tal tenemos que vivir.
El miedo ha sido un factor político que desde Hobbes aparece como origen de la política. Es lo que conduce a aceptar el poder absoluto (Leviatán), la abdicación de la propia libertad para encontrar protección y ahí encuentra su legitimidad el poder. Así, los regímenes autoritarios viven del hiper miedo esparcido a sus súbditos. Algo parecido puede suceder en esta pandemia, que el estado protector nos proteja y abdicamos de cualquier libertad de pensamiento, palabra y obra. Y si la sociedad no confía en su propia fuerza, y la desconfianza reina entre los asociados, solo el Estado absoluto nos salvará.
¿Será así de dramático?, tal vez no, pero puede darse en grados variados.

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CODA. El pasado domingo 14 de junio se cumplieron 100 años de la muerte del gran teórico de la Sociología, el alemán Max Weber (1864-1920). Sin duda uno de los referentes más importantes de la teoría sociológica. Es uno de los autores clásicos de la Sociología y como clásico significa, que todavía tiene vigencia o mejor que todavía “nos lee” y es el más leído.

Sociólogo. Ph. D.

 

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