«Game of thrones» es una de las series televisivas con mayor audiencia de los últimos años. Está basada en la saga de novelas «canción de hielo y fuego» del escritor George R. R. Martin. La historia se lleva a cabo en un mundo fantástico en el cual las estaciones, a diferencia de la Tierra, pueden durar varios años. Los mitos locales cuentan de inviernos que alcanzaron a durar más de cuarenta años y veranos que alcanzan tiempos similares.
La historia comienza en verano y los integrantes de la guardia de la noche preveen que puede llegar un invierno de manera inminente aunque su inicio es incierto. Sin embargo, la mayoría de los habitantes del reino hacen caso omiso a las advertencias pues muchos crecieron y vivieron en el verano cuya duración ha sido de tantos años que olvidaron lo que es un invierno.

El clima de Game of Thrones es muy extraño pero puede asemejarse al de la Tierra. Las estaciones en el Norte y el Sur de nuestro planeta, así como en los siete reinos, son un fenómeno muy importante que ha moldeado nuestro estilo de vida. Las estaciones se repiten cada 365 días y debido a su periodicidad, se inventó el calendario. De esta manera, se puede predecir el clima en los días de los años futuros. Por ejemplo, en el hemisferio Norte, todos los Eneros son de invierno y los Agostos son de verano.
Mucho tiempo después de ser inventados los calendarios, descubrimos que los ciclos de estaciones son consecuencia del giro de la Tierra en torno al Sol. Así, las estaciones se repiten siempre que la Tierra da una vuelta completa en torno a nuestra estrella.

Supongamos que en el supuesto planeta de Game of thrones, las estaciones tienen una duración de diez años cada una. Es decir, su planeta demora 40 años en completar una vuelta a su estrella. Si su Sol es similar al nuestro, para completar una vuelta en 40 años, este planeta debería situarse a unas 12 veces la distancia Tierra-Sol. Es como si quedara, más o menos, entre los planetas Saturno y Neptuno.
Sin embargo, a esa distancia, la temperatura promedio de Saturno es aproximadamente unos -130°C, llegando a mínimas de unos -190°C (vaya que es duro el invierno allá). Si se desea que esta temperatura aumente a niveles tolerables, será necesario un Sol mucho más luminoso que el nuestro (unas 150 veces) algo así como la estrella gigante naranja Arcturus.
Estas cuentas posiblemente no sean correctas totalmente. Llegar a detalles del clima de un planeta es un asunto muy complicado pues es necesario considerar propiedades como la composición de su atmósfera, su tamaño, su sismicidad o la presencia de lunas. Hoy el telescopio espacial Kepler y una gran cantidad de astrónomos en todo el mundo se dedican a buscar planetas similares a la Tierra. Uno nunca sabe, tal vez en uno de ellos pueda darse una historia como la de «Game of thrones».

A medida que se avanza en la trama de la serie, el autor da a entender que los ciclos de veranos e inviernos no son regulares como lo son nuestras estaciones. Así que la idea de denominar «estaciones» a esos ciclos, no es muy adecuado pues estación significa «que permanece», es decir, que es predecible y permanecerá en el mes del año en el que se asigne.
Si miramos la historia geológica de nuestro planeta, su clima no es que sea muy «estacionario» que digamos y podemos encontrar, al igual que en «Game of thrones» de periodos fríos que duraron varios años, esta vez no 10 sino de varios miles de años. Los conocemos como «eras glaciares«. Estos periodos, en los que la temperatura media del planeta bajó varios grados centígrados, han acontecido varias veces en la historia siendo más comunes desde hace unos 40 millones de años cuando el hielo de la Antártida se consolidó.
En la era glacial más reciente que empezó hace 110.000 años y finalizó hace 12.000, la temperatura media global bajó unos 6 ºC. Y en ella, glaciales, es decir, capas de hielo permanentes llegaron hasta Francia y en sitios ecuatoriales como Colombia, cubrieron picos andinos a alturas tan bajas como Bogotá y aunque en este periodo no llegaron criaturas abominables como «los otros«, sí lo hicieron grandes mamuts, rinocerontes lanudos y ciervos con cuernos tan grandes como carros.

Sin embargo, la más reciente era glacial es un simple chiflón si consideramos un periodo helado (periodo criogénico) que duró casi 200 millones de años desde hace 830 millones hasta hace unos 600 millones de años donde el hielo cubrió TODA la superficie del planeta. Esto se debe a que al crecer una capa de hielo, esta hará el clima más frío pues al ser blanco, el hielo refleja la luz solar evitando que el planeta se caliente.
En ese entonces, apareció tal vez un viejo conocido por nosotros: el Dióxido de Carbono (CO₂), conocido actualmente por su capacidad de calentar un planeta utilizando el efecto invernadero.
Al parecer, el Dióxido de Carbono emitido por erupciones volcánicas hizo posible que la Tierra se volviera a calentar y la vida resurgiera evolucionando una gran cantidad de animales complejos en la conocida explosión cámbrica. Así, la variación de niveles de este gas ha sido la causa de aumento y disminución de temperatura del planeta a lo largo de su historia.
La conclusión de estos fenómenos es que el clima de un planeta es muy inestable y pequeñas variaciones en cosas sencillas como los componentes de su atmósfera o en la energía emitida por su estrella, puede generar cambios permanentes. Estos pueden incluir una glaciación de 200 millones de años en la Tierra o un permanente efecto invernadero en el planeta Venus.
El caso de Venus es preocupante pues sus niveles de dióxido de Carbono fueron inicialmente mayores que en la Tierra a un grado tal que llevaron al planeta a un aumento progresivo de su temperatura hasta llegar a niveles de cientos de grados (450ºC) más de los que tuviera si su atmósfera fuera similar a la de la Tierra.

Un inminente cambio climático similar al de «game of thrones» está aconteciendo en nuestro mundo real. Mientras en los 7 reinos se espera la llgada de un invierno muy fuerte, en la Tierra se acerca un periodo cálido debido, principalmente al aumento en las emisiones de Dióxido de Carbono antes almacenado en petróleo y carbón.

Hay que reconocer que la Tierra ya ha pasado por periodos cálidos anteriormente pues los niveles de Dióxido de Carbono ya fueron más altos que los actuales. El calentamiento en sí no es el problema a no ser de que pase un punto de quiebre que lo lleve a temperaturas altísimas como en Venus.
El principal problema es que este calentamiento, a diferencia que en los periodos cálidos anteriores, está aconteciendo en tiempos muy cortos (mientras que a Tierra se calentó unos cuantos grados en un periodo de miles de años al finalizar el periodo glacial, la temperatura del planeta ha aumentado casi un grado en tan solo 100 años). Por lo cual, las principales consecuencias indeseadas son cambios intempestivos en el clima para los cuales no estamos preparados: lluvias donde no se esperaban causando inundaciones, periodos de sequía donde no se esperaban, tornados tormentas y huracanes sin contar con el aumento en los niveles del Mar que podrían cubrir ciudades como Miami o Venecia.

De la misma forma que los gobernantes de «Real Port» muchos gobernantes de nuestra sociedad y empresarios se resisten a creer que vendrán calamidades asociadas al cambio climático argumentando que no hay consenso en la comunidad científica. La verdad es que existe una mayoría abrumadora (98%) de investigadores que han concluido que el calentamiento global es debido a causas humanas y específicamente a los aumentos del nivel de Dióxido de Carbono.
Nuestro reto a corto plazo será buscar una manera de sustituir los combustibles fósiles y revertir las emisiones de Dióxido de Carbono para no sufrir de calamidades inesperadas. Si negamos el calentamiento global, al igual que Jon Snow, no sabemos nada.