La vaca esférica

Publicado el eltrinador

¿Es posible una cura para la homosexualidad?

Una de las condiciones humanas menos entendida es el gusto por personas del mismo sexo. A lo largo de la historia, han habido formas diferentes de ver a los homosexuales: una visión tolerante que incluso la estimula como la de la grecia antigua o la de la Roma imperial, pasando por visiones un poco más neutrales como en China antigua y Mesopotamia hasta visiones decididamente en contra como la tuvieron los aztecas, culturas semitas como la islámica y la cristiana y la mayoría de las dictaduras del mundo en el siglo XX. Actualmente en una sociedad más plural, la homosexualidad genera debates donde visiones subjetivas entran en conflicto. En este tipo de debates, es necesaria una visión objetiva, como la científica, sin preconcepciones acerca del asunto. ¿Qué dice la ciencia sobre la homosexualidad? ¿En realidad corresponde a una conducta anormal? ¿Se puede curar?

Para varias personas, ha sido un propósito buscar una manera de volver heterosexual a un homosexual.
Para varias personas, ha sido un propósito buscar una manera de volver heterosexual a un homosexual.

Antes de comenzar, es necesario aclarar que la ciencia, idealmente, busca respuestas objetivas a una pregunta. La forma en que se intenta resolver los problemas no es subjetiva y dista mucho de ideas personales o moralistas. Al tratar un tema científicamente, se propone una idea y se verifica no con una persona, sino con una muestra estadísticamente representativa de individuos. Algunos podrán tener ideas diferentes a las que abordaré en el artículo mostrando ejemplos particulares de casos personales y la interpretación de ese caso parecerá darles la razón. Sin embargo, tener en cuenta únicamente estas anécdotas específicas sin mirar la población en general constituye un sesgo cognitivo. Lo mejor es mirar la población homosexual como un todo e intentar sacar conclusiones.

Al principio del siglo XX, en Europa y Estados Unidos, los primeros psicólogos clasificaron las prácticas no heterosexuales como enfermedad mental. Desde entonces, las personas con esa condición no solo se enfrentaron a dogmas religiosos y discriminación por causas sociales sino a la comunidad científica que buscaba «curarlos». Gracias a estas ideas, se desarrollaron varias terapias de reorientación sexual. Un caso conocido (y llevado a la pantalla gigante en 2014) fue el del matemático homosexual Alan Turing, creador del fundamento matemático de las actuales computadoras y constructor del primer computador. Viviendo en Reino Unido, en donde la homosexualidad era un crimen, fue obligado a seguir una terapia de reorientación sexual que incluyó una castración química en 1952. Esta terapia, lejos de curarlo, le causó serios problemas depresivos que desencadenaron su suicidio en 1954.

alan turing trabajando en su máquina computadora. Luego de ayudar a ganar la II guerra mundial, fue condenado por el gobierno británico a una terapia de "cura" de su homosexualidad.
Alan turing trabajando en su máquina computadora. Luego de ayudar a Reino Unido a ganar la II guerra mundial, fue condenado a una terapia de «cura» de su homosexualidad.

El debate fue amplio durante todo el siglo XX concluyendo que debido a que la homosexualidad  no altera de ninguna forma las habilidades mentales, de percepción de la realidad o el comportamiento social del individuo, no hay razón para considerarla como enfermedad. En un principio lo hizo la sociedad estadounidense de psicología (1973)  y luego la Organización Mundial de la salud (1990) además de múltiples asociaciones médicas al rededor el mundo.

Sin embargo, a pesar de no ser una enfermedad, para muchas personas es una condición indeseable y las terapias de cura aún existen en nuestra sociedad. Por esto, un grupo de científicos de la universidad estatal de Ohio y la estatal de Minesota, realizaron un resumen de los resultados de la mayoría de técnicas psicológica conocidas orientadas a corregir la homosexualidad. Así, Hipnosis, terapias de aversión, psicoterapia individual (basada en religión o en otro tipo de ideas), reorientación del orgasmo, entre otras fueron estudiadas, encontrando algunos problemas:

  • Estos procedimientos no tienen una base teórica y fueron desarrollados deliberadamente.
  • No seguían un procedimiento correcto desde el punto de vista científico.
  • Violaban principios éticos y los derechos humanos de los pacientes.

Pero sobre todo:

  •      NO FUNCIONABAN: Sino que además generaban depresión, disfunciones sociales e incluso intentos de suicido.

Para evaluar el funcionamiento de estos métodos de reorientación sexual, en 2002 se realizó un estudio en el cual se entrevistaron a 202 pacientes (un grupo estadisticamente significativo) sobre la efectividad de diversos métodos. De esos 202, sólo 26 los hallaron util en algún sentido, la terapia a la que fueron expuesto y de ellos, sólo 9 pensaron que funcionó. Esta cantidad pequeña, sin embargo, es utilizada por estos programas y aumentada  mediaticamente  para mostrar una aparente efectividad. Tal vez muchos de nosotros hemos escuchado de alguien que se ha «curado» pero la evidencia muestra que, la mayoría de personas no lo hacen.

La conclusión es que,  de la misma manera que no hay evidencia de heterosexuales que se puedan convertir en homosexuales por métodos sencillos, no se puede realizar el proceso inverso. De hecho, parece que se nace homosexual. Recientemente, se descubrió que la homosexualidad, por lo menos en hombres, puede tener causas genéticas complejas que no se resumen a un sólo gen sino a un conjunto de genes que interactúan entre ellos de una manera aún no muy bien entendida. La razón biológica de la existencia de homosexuales varones, según las interpretaciones de las actuales investigaciones, es que las hermanas de hombres homosexuales son más fértiles.  Es necesario aclarar, entonces, que, de esta manera, ser homosexual podría ser algo tan normal como ser narizón o tener manos grandes y que pese a ser una condición genética, está lejos de ser una enfermedad.

Los promotores de las terapias contra la homosexualidad con soporte científico son muy escasos, sin embargo, a partir de la evidencia científica, algunos de los psicólogos más importantes que promovieron estas terapias como el Dr Robert Spitzet han reconsiderado sus opiniones e incluso pedido disculpas. La organización panamericana de la salud, por otro lado, condena este tipo de «terapias» recomendando a los gobiernos sancionar a clínicas u organizaciones que buscan «curar» la homosexualidad.

Como se explicó antes, los problemas psicológicos más asociados con la homosexualidad son la depresión y tendencias suicidas que tienen una relación más con la persecución de la cual son víctimas una gran mayoría de ellos. De esta manera, las terapias de cura, no mejoran al individuo sino que empeoran el problema como el caso de Turing y quizá muchos más homosexuales anónimos víctimas de la discriminación.  Estos problemas psicológicos desaparecen al momento de ser aceptados dentro de la sociedad. Así, tal vez lo que se daba curar no es la homosexualidad, sino, más bien, la homofobia.

Comentarios