La vaca esférica

Publicado el eltrinador

¿Existieron Adán y Eva?

La idea de que la raza humana desciende de una sola pareja puede parecer, según como se vea, verosimil o disparatada. Es una idea común en varios mitos de la creación en varias culturas pero biológicamente es inaceptable. Los hijos de esta pareja debrían cometerían incesto y genéticamente tendrían una descendencia que acumularía taras haciéndola biológicamente inviable. Sin embargo, recientes estudios muestran que posiblemente todos los casi siete mil millones de seres humanos que pueblan la Tierra, descienden de una misma mujer y de un mismo hombre. Sien embargo, a diferencia del relato bíblico que conocemos, no vivieron en el paraiso terrenal hace unos seis mil años sino en las áridas montañas de lo que hoy es Etiopía hace unos entre cien y ciento ciencuenta mil años.

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Atrás deben quedar nuestras ideas del Adán y Eva blancos y de ojos azules. Posiblemente hubieran sido de tez morena y crespos. No habrían vivido desnudos ignorando el pecado original, tendrían atuendos con gran sentido religioso y cultural. Incluso ni siquiera habrán sido pareja, solo formado parte de un grupo familiar más grande que, aunque, pudo haber compartido territorio con otros humanos arcaicos, finalmente se impuso. Lo que sabemos con seguridad es que todos nosotros, cien mil años después sin importar donde vivamos, somos descendientes de ellos y aunque hubieron otros tipos de seres humanos como el hombre de Neardenthal o el Homo erectus que convivieron con humanos en algún momento, todos tenemos en común esa pareja y estas especies desaparecieron son dejar descendencia directa. Así, nuestro pariente vivo más cercano pero que no es descendiente de esta pareja es el chimpancé, especie con la cual compartimos un ancestro común hace más de quince millones de años.

Esta idea a pesar de ser religiosamente aceptada, biológicamente no es tan clara. Lo más natural es que los grupos pre-humanos que ya vivían fuera de África, hayan evolucionado independientemente y las étnias humanas fueran resultado del aislamiento geográfico observándose marcadas diferencias genéticas como las puede haber, por ejemplo, entre un tigre y un león. Esta idea fue defendida por los grupos que defendían la superioridad de raza durante el siglo XX pero la realidad es que somos genéticamente muy homogéneos e incluso pueden haber mayores deferencias genéticas, por ejemplo, en individuos de la misma étnia que entre personas de étnias distintas. Así, las diferencias en color de piel que tenemos surgen de diferencias genéticas muy sutiles que se han acumulado durante cien mil años.

Rastrear, específicamente como han cambiado los genes a lo largo de la historia humana no es tarea fácil. Generalmente existe una recombinación del ADN paterno con el materno al momento de la gestación e incluso genes que no se heredan pues los espermatozoides y los óvulos no tienen la información genética completa de los padres, sólo la mitad. Para rastrear la historia genealógica materna de los seres humanos, nos valimos del descubrimiento del ADN mitocondrial en 1963, por Margit y Sylvan Nass. EL ADN mitocondrial es una cadena de solo 37 genes que se encuentran en las mitocondrias de las células y no en el núcleo celular como lo hace el resto de los genes de todas las células humanas (Las mitocondrias son organelos celulares utilizados para la respiración celular). Por un mecanismo que actualemte no es muy bien entendido, al momento de la concepción, el ADN mitocondrial del espermatozoide se destruye y el nuevo individuo tendrá, únicamente, el ADN mitocondríal del óvulo: el de la madre. De esta manera, siendo hombres o mujeres, compartimos el ADN mitocondrial de nuestra madre y ella de nuestra abuela.

Debido a que con el tiempo este ADN sufre mutaciones. Mientras nuestro ancestro femenino sea más remoto, nuestro ADN mitocondrial será comparativamente más diferente y, al contrario, mientras más parecido sea, más cercanos genealógicamente seremos. Así, al observar el ADN de algunos miles de personas en todo el mundo, nos dimos cuenta que nuestro ancestro femenino común más lejano vivió hace unos ciento cincuenta mil años. Sin embargo, no es que hubiese sido la única mujer viva. Esta Eva tuvo decendencia con otro u otros humanos varones y pudo haber convivido con otras mujeres pero al final, su descendencia formó un grupo familiar que, a la larga, dominó y reemplazó a los demás.

Algo similar pasó con nuestro ancestro masculino más cercano. el cromosoma Y que determina el sexo de la persona, es trasmitido, siempre del padre al hijo varón de manera que al comparar los comosomas Y de varios hombres alrededor del mundo, se puede hacerse una indagación similar y dar con los lazos de consanguinidad más antiguos. Aunque las primeras mediciones mostraron que el Adán cromosómico vivió cincuenta mil años después que la Eva mitocontrial, los estudios recientes que involucran una mayor cantidad de hombres alrededor del mundo, mostraron que nuestros Adán y Eva, compartieron región geográfica y, posiblemente, temporal e inclusive Adán pudo vivir antes. Aunque se ha propuesto una cruce con el hombre de Neardenthal, hasta donde se dabe, los genes de esta especie de homínido no han trascendido al ADN mitocondrial ni al cromosoma Y humano. Lo más probable es que los genes Neanderthales que tenemos vengan por ascendencia de algún macho que hay tenido descendencia con una mujer humana de lo cual solo sobrevivieron hijas. O tal vez exista alguna minoría que no se ha estudiado aún que tenga ADN mitocondrial o cromosoma Y Neanderthal, hasta ahora, no se ha encontrado.

La conclusión fundamental de estos estudios es que, en cierto momento de la historia de la humanidad, nuestra especie se vio reducida a un pequeño grupo de algunos cientos de individuos durante los periodos glaciales. Lo mas probable es que mientras en Europa los hombres de Neanderthal soportaban la era de hielo, estos seres humanos, en África, soportaron sequías que casi provocan su extinción hace unos cien mil años.  Por suerte, estos individuos ya tenían características puramente humanas como lenguaje, una gran complejidad social y cultural, fabricación de herramientas especializadas, etc y eso les haya servido para tener un éxito tal que cien mil años después, tuvieron una descendencia de miles de millones.

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Para profundizar:

http://www.nature.com/news/genetic-adam-and-eve-did-not-live-too-far-apart-in-time-1.13478

http://www.virginia.edu/woodson/courses/aas102%20%28spring%2001%29/articles/tierney.html

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