La Sinfonía del Pedal

Publicado el César Augusto Penagos Collazos

Lo moderno es andar en bici

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El próximo 22 de septiembre, día mundial sin automóvil, es una nueva oportunidad para desempolvar la bicicleta. En Bogotá estarán habilitadas más de 50 kilómetros de la tradicional ciclovía de los fines de semana. Las ciudades más ricas del mundo empiezan a privilegiar a ciclistas y peatones para contrarrestar el impacto que 2500 millones de vehículos tendrán en el año 2050.

Bogotá se alista para vivir el tercer día sin carro dentro de un mismo año, un hecho histórico para una ciudad suramericana de casi ocho millones de habitantes, que implementó la medida mediante consulta popular en el año 2000. Durante 15 años consecutivos, millones de automóviles particulares han dejado de circular por las calles de la capital colombiana, el primer jueves de febrero entre las 6:30 a.m. y las 7:30 p.m. En cada jornada ha sido costumbre de las autoridades distritales medir la disminución de CO2, el número de infractores y la rebaja de accidentes.

Durante estos 15 años de día sin carro en Bogotá, han sido recurrentes las mismas imágenes: gente enlatada en el transporte público, personas fatigadas y sudorosas caminando largos tramos para llegar a sus trabajos, ciudadanos colgando de volquetas y una masiva presencia de taxis y buses de transporte público que empañan el concepto de ‘día sin carro’. Cada versión nos ha dejado la percepción de que más que un día de compromiso con el medio ambiente, esta se ha convertido en una fecha incómoda para las mayorías y de ‘millonarias’ pérdidas para el comercio.

Es evidente que el mensaje alrededor del día sin carro se ha quedado a medio camino, pues ha faltado recalcar la necesidad de asumir un compromiso activo con el medio ambiente y una movilidad sostenible, como está sucediendo en este instante. Más allá de prepararse para una ‘guerra’, los ciudadanos están invitados a disfrutar del deporte y el aire puro. Ahora que la actual administración de Bogotá también ha restringido la circulación de más de 400 mil motocicletas durante la jornada, es imperativo decir que el día sin carro es el día de la bicicleta.

El día de la bicicleta

El próximo 22 de septiembre, durante el tercer día de ‘No Carro’ en Bogotá, que se realiza dentro del mismo año, es una nueva oportunidad para quienes han esperado el momento ‘adecuado’ para enfrentar el reto de las dos ruedas. Hablo de quienes han dejado empolvar sus bicicletas en algún rincón de sus casas y que más que argumentos están llenos de ‘excusas’ para permanecer en el sedentarismo. Me refiero a los bogotanos que se han dejado dominar por la pereza, mientras el óxido carcome los hierros de sus ciclas compradas en un momento fugaz de euforia deportiva.

Sin lugar a dudas, Bogotá tiene un gran potencial si tenemos en cuenta los 500 mil recorridos diarios de sus biciusuarios y para quienes el día sin carro es otro más, y los miles de ciudadanos que cada domingo y días festivos colman los 120 kilómetros de la Ciclovía más importante del continente. Estos últimos podrían mentalizarse de que el próximo martes 22 de septiembre es un pequeño fin de semana para llegar con su pedaleo a las oficinas y lugares de trabajo.

Ciclorrutas, bicicarriles, kilómetros de ciclovía y las vías en sí a las que los ciclistas tenemos derecho, facilitarán la movilidad de los millones de bogotanos que se sumen al día cívico por el medio ambiente, un compromiso que rebasa los argumentos de sectores económicos, políticos y mediáticos.

Lo moderno es andar en bici

Según un artículo de la revista The Economist, las ciudades más prósperas de Europa y Estados Unidos han empezado a privilegiar a peatones y ciclistas por encima de los automovilistas, medidas públicas que están volviendo las ciudades más agradables y saludables para vivir. Más de 700 ciudades en 50 países ahora tienen sistemas de préstamo de bicicletas, un número que ha crecido más de la mitad en apenas tres años.

Según el texto, más de 100 ciudades en Latinoamérica están cerrando vías los fines de semana. Mientras Paris cierra 30 kms, Dublín y Milán planean sacar los automóviles de sus áreas céntricas. Incluso Los Ángeles, gran promotora del consumismo, planea la instalación de carriles exclusivos para bicicletas.

Recientemente, en Londres se decretó que la velocidad máxima permitida en algunas áreas no puede sobrepasar 32 kms/h, con el objetivo de disminuir el número de peatones muertos en accidentes de tránsito. Ámsterdam y Copenhague son las ciudades líderes con la tercera parte de los viajes hechos en bicicleta.

En todo este entramado llama la atención que la Ciclovía de Bogotá es copiada en varias ciudades, entre ellas y tal vez la más reciente, Gugaon en la India. Desde entonces, un tramo de apenas 4 kilómetros se ha convertido en un escenario deportivo en el que es usual ver a los adolescentes tomándose selfies mientras trotan, montan en bici o practican karate. (http://econ.st/1g9Cpc2)

Por: César Augusto Penagos Collazos

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