La Sinfonía del Pedal

Publicado el César Augusto Penagos Collazos

Las lecciones de Nairo Quintana

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Más allá de sus números y su enorme capacidad física, las victorias de Nairo Quintana traen consigo una serie de mensajes simbólicos necesarios para una sociedad carente de ejemplos y paradigmas diferentes al de la violencia y la corrupción. Los éxitos del escarabajo de Cómbita nos invitan a reflexionar sobre la importancia de la familia, el apoyo institucional al deporte, los medios de comunicación y la imagen de Colombia ante un mundo en el que se cierran fronteras.

La Familia:

Toda Colombia celebra, incluso, América Latina celebra. Y todas las expresiones de júbilo alrededor de la nueva conquista de la Vuelta a España, deben recaer sobre la familia del campeón (don Luis y doña Eloisa), bastión en el logro de sus sueños. Nairo nació como ciclista bajo el amparo de su familia y no bajo la protección de una liga o de un apoyo temprano. Sus padres –querendones, al parecer- apoyaron su sueño de ser ciclista, desde el día en el que el joven se enfrentó pletórico a ciclistas de licra, casco y choclos que subían de Arcabuco.

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“La realidad es que mi papá fue el único que me apoyó, el que me dio el dinero, la bicicleta, los implementos y me llevó a las carreras”, dijo en una extensa entrevista Nario Quinta (1)

Su familia creyó en sus cualidades deportivas y, a pesar de la rústica vida del campo (sin lujos), en su casa no le exigieron ser abogado, profesor, ingeniero o cualquier otro profesional. Normalmente, los padres se enfocan exclusivamente en el éxito económico de sus hijos (algunos lo logran), muchas veces, en contravía de su propia felicidad. En ese aspecto, Nairo fue afortunado, pues además del irrestricto apoyo familiar, sus cualidades le permitieron ser fichado por un equipo, justo antes de salir del colegio.

Luego, las circunstancias se confabularon para permitir el nacimiento de un genio del deporte internacional. “El que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito”, escribió Facundo Cabral.

Los gobernantes y el deporte

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Las hazañas de Nairo Quintana, sus colegas ciclistas, los medallistas olímpicos y paralímpicos y los patinadores, envían un mensaje claro a los gobernantes de Colombia: el deporte vale la pena y necesita un decidido apoyo institucional. Los gobernantes siguen haciéndose los de la vista gorda para entender que el deporte es uno de los medios para construir una nueva sociedad o, por lo menos, una sociedad diferente. Las autoridades nacionales, además de exaltar a los deportistas por sus logros, muchas veces buscando un oscuro lucro político, deben hacer el anuncio que muchos esperamos: un programa, proyecto o ley que convierta al deporte en motor del desarrollo nacional, una alternativa al desempleo, la violencia, la drogadicción y al ocio mal empleado. El deporte es paz.

“…pienso que el deporte es un gran escenario para que apunten a sus hijos y les enseñen a tener dedicación, constancia y sufrimiento por valores buenos”, palabras de Nairo Quintana en entrevista con Claudia Palacios. (2)

Los atletas necesitan asesoría técnica, remuneración, vivienda, estudio y tranquilidad para el logro de sus objetivos. Es necesario pasar la hoja del deportista sufrido que lucha para comprarle una casa a su mamá y todo ese espectáculo amarillista mediático que no conlleva a tomar medidas efectivas que cambien esa triste realidad.

La pretensión no es que todos nos volvamos deportistas profesionales, sino resaltar que un sistema que profundice el apoyo a la actividad física y del deporte, permitirá que los talentos no se desperdicien en la misma proporción de hoy día. ¿Cuándo volveremos a tener un equipo de ciclismo profesional que represente al país en las grandes carreras del mundo? Recordemos que Lucho Herrera ganó la Vuelta a España con el equipo Café de Colombia (1987). ¿Cuándo le construirán el prometido estadio de atletismo a la medallista olímpica Caterine Ibargüen?

Medios de Comunicación

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Fotografía Movistar Team

Es sentida la necesidad de que los medios de comunicación de mayor audiencia, hagan pedagogía sobre otros deportes y no sean parlantes exclusivos del fútbol. Poco o nada sabemos de salto triple, levantamiento de pesas, gimnasia, natación, judo o BMX. Aun así, como si fuera fácil, todos esperamos el oro. Ese profundo desconocimiento hacia los otros deportes, nos impide asimilar a cabalidad los logros de nuestros deportistas, más allá de la emocionalidad del momento.

“Este es el deporte que más alegrías y éxitos le ha dado al país”, aseguró Nairo Quintana sobre el ciclismo, en una entrevista en la televisión de España.

Los medios deben ser un ejemplo en sí, apuntándole a transmisiones que no solamente tengan el sello ‘garantizado’ de la gloria. Es necesario detener esa creciente cultura triunfalista que lleva a la sociedad a aplaudir exclusivamente a los que llegan al podio, desconociendo el esfuerzo de quienes no alcanzan esas instancias. Los medios están llamados a crear un escenario más racional y menos emocional de las victorias y las derrotas.

Vale recordar que el Giro de Italia 2014, en el cual Nairo Quintana quedó campeón, fue narrado en su integridad por canales y comentaristas extranjeros, poniendo en evidencia la desidia de los dos canales nacionales más representativos. No obstante, hay que agradecer a Señal Colombia por su dedicación en esta materia.

La contraconquista

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Fotografía Movistar Team

En un ambiente donde crece la xenofobia y se desvirtúan conceptos como la democracia, los derechos y la igualdad, viene el triunfo de un colombiano en una de las competencias ciclísticas más importantes del mundo. Más allá de lo deportivo, Nairo no sólo derrotó a los europeos, dueños y señores de las rondas (Giro, Tour y Vuelta), sino que también asestó un golpe de opinión racial, pues el tunjano es la representación de las culturas Latinoamericana, históricamente oprimidas.

Su conquista del lugar más alto del podio en España, y su tercer lugar en el Tour de Francia, son  muestra de que los ciudadanos que nacimos más allá de las fronteras europeas o norteamericanas, tenemos capacidades para la victoria, siempre y cuando nos garanticen igualdad de condiciones. El ciclismo en especial, ya no puede seguir siendo una competencia exclusiva entre europeos, porque, además de los latinos, pronto llegarán más africanos y asiáticos a disputarse el honor.

Sin que se lo pidieran, ese hombre pequeño, morocho y pausado (características que lo convierten en una persona original), se convirtió en el canciller colombiano que con sus logros limpia un poco nuestra mancillada imagen internacional.

Nairo se ha ganado el respeto de todos, del mundo.

Notas:

(1).  http://www.eltiempo.com/bocas/nairo-quintana-en-entrevista-con-la-revista-bocas/13630275

(2). https://twistedwave.com/audio_files/78506/3ccc9d65224799f8eda37ef47db3bb24

 

Por: César Augusto Penagos Collazos

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