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083 – ALIMENTACIÓN NATURAL Y SANA (10) en La Revolución Personal

083 – ALIMENTACIÓN NATURAL Y SANA (10) en La Revolución Personal

RESPIRACION COMPLETA CONSCIENTE

La respiración completa consciente es la que realizamos uniendo las tres respiraciones mencionadas en la anterior entrada; es decir, unimos la respiración abdominal consciente, con la respiración torácica consciente y la respiración clavicular consciente. Una tras otra. Mejorando de esta manera nuestro proceso de respirar conscientemente.

El propósito de que aprendamos la respiración completa consciente es para que aprovechemos al máximo los beneficios de la respiración consciente, aumentando nuestra energía vital, corrigiendo malos hábitos al respirar y logrando aumentar la entrada de oxigeno a nuestros pulmones, redundando todo en un mejoramiento de nuestra salud, manteniendo también altas nuestras defensas orgánicas.

Podemos practicar respiración completa consciente en cualquier momento, ya que es muy útil para calmar los nervios, el estrés y la rabia. Y nuestra recomendación es hacerlo tres o cuatro veces en la semana, es decir día de por medio, un día sí y el siguiente no. Practicando regularmente la respiración completa consciente, aparte de los beneficios mencionados, corregimos y profundizamos la respiración autónoma.

Todas estas prácticas de respiración completa consciente, se denominan “pranayama” en las practicas “yoguicas”.

Una vez que adquiramos la costumbre de hacer respiración completa consciente, debemos dejar de hacer la respiración abdominal consciente, la respiración torácica consciente y la respiración clavicular consciente.

Tengamos en cuenta la “Nota sobre la postura para todas las prácticas de respiración” en el aparte subtitulado: “RESPIRACIÓN NATURAL Y ESPONTÁNEA, CONSCIENTE.” en la entrada 081 (https://blogs.elespectador.com/larevolucionpersonal/2012/10/07/081-%E2%80%93-alimentacion-natural-y-sana-8-en-la-revolucion-personal/) y adoptemos la postura allí descrita.

Quinto ejercicio de respiración consciente:

Acostémonos en una colchoneta o manta en una postura cómoda, tal como describimos en la entrada 81, en el vínculo que pusimos acá arriba. Cerremos suavemente los ojos, relajemos todo el cuerpo y tomemos conciencia de nuestra respiración en las fosas nasales, respiremos normal, natural y espontáneamente, no controlemos la respiración, permitamos que el flujo sea normal, pero tomemos consciencia del proceso. Sintamos nuestra respiración fluyendo hacia adentro y hacia afuera de la nariz. Al inhalar digámonos mentalmente: “sé que estoy inhalando” y al exhalar nos decimos “sé que estoy exhalando”.

Tomemos consciencia que el aire es mas frio cuando entra y un poco tibio al salir por las fosas nasales. Tomemos consciencia cuando el aire pasa por la garganta al entrar y al salir. Tomemos consciencia que el aire fluye por la tráquea, los tubos bronquiales y llega a los pulmones. Tomemos consciencia de la expansión de los pulmones, del diafragma bajando, del intercambio que se hace en los mas de trescientos millones de alveolos dentro de nuestros pulmones, entregando oxigeno y retirando el anhídrido carbónico.

Tomemos consciencia de la relajación y contracción de los pulmones, del diafragma bajando y del aire viciado saliendo finalmente por las fosas nasales al exterior. Tomemos consciencia nuevamente de todo el proceso por algunos minutos, desde las fosas nasales al entrar el flujo de aire, hasta el abdomen y luego el regreso del flujo hasta salir por las fosas nasales.

Pongamos ahora la mano derecha sobre el abdomen y la izquierda al centro del pecho.

Inhalemos, y hagamos una exhalación, desocupando completamente los pulmones. (las manos deben quedarnos abajo, lo mas cerca de la columna vertebral). Ahora hagamos una inhalación lenta, profunda, y lo mas silenciosa que podamos, de la siguiente forma: Comenzamos a llenar los pulmones en el área del abdomen, el diafragma se mueve hacia nuestros pies, la mano derecha comienza a subir, en esta primera parte la mano izquierda no se debe mover. El abdomen se expande (sin expandir la caja torácica) y la mano derecha comienza a subir, una vez que llenemos el abdomen, cuando la mano derecha llegue a su altura máxima cuando haya subido a su mayor altura y sin hacer ninguna pausa, continuamos la inhalación lenta y profunda, únicamente en la parte media de los pulmones, es decir en la parte torácica, la mano izquierda comenzara a subir ahora, las costillas se moverán hacia afuera y hacia arriba, pero la mano derecha ya bien arriba, se mantendrá quieta. Comenzamos a llenar los pulmones en la parte media o torácica, el tórax se expande, el pecho sube y la mano izquierda comienza a subir también, una vez que llenemos el torax, cuando la mano izquierda llegue a su altura máxima, sin forzar. Ya tenemos los pulmones llenos en la parte del abdomen y del torax. Continuemos la inhalación un poco mas, hasta sentir que la parte superior de los pulmones se expande un poco mas alrededor de la base del cuello, también movemos los hombros y las clavículas un poco hacia arriba y atrás, sentiremos una ligera tensión en los músculos del cuello, el aire llenará los lóbulos superiores de los pulmones y una vez que estén completamente llenos los pulmones, termina nuestra inhalación. Esto por supuesto requiere un poco de esfuerzo adicional. Todo el proceso hemos de realizarlo en un solo tiempo, sin intervalos en cada fase. Es decir llenamos los pulmones primero en la parte del abdomen, luego en la parte del tórax y finalmente en la parte clavicular, en ese orden pero sin hacer ninguna pausa.

Ahora y también sin hacer ninguna pausa, comenzamos a exhalar, exactamente al contrario de lo que hicimos en la inhalación, iniciamos la exhalación lenta, profunda y conscientemente. Primero relajamos y desocupamos la parte inferior del cuello, luego la parte superior de los pulmones y las clavículas, el aire de los lóbulos superiores de los pulmones comenzara a salir por las fosas nasales. Luego contraemos el pecho y la caja torácica, (la parte media de los pulmones), permitiendo la salida del aire de la parte media o torácica de los pulmones, la mano izquierda bajará. Cuando haya bajado lo mas abajo posible, empujamos los pulmones con el diafragma hacia nuestra cabeza, bajamos el abdomen, simultáneamente nuestra mano derecha comenzará a bajar, vaciemos completamente los pulmones hasta que la mano derecha baje completamente, pero sin forzar. El movimiento debe ser armonioso y fluido y como dice nuestro Maestro, “como las olas del mar”. Cuando nuestros pulmones se hayan desocupado completamente hemos completado una ronda.

Al terminar la ronda volvemos a inhalar y hacemos nuevamente todo el procedimiento explicado, mantengamos este ejercicio por cinco rondas y vayamos ampliándolo hasta por diez minutos. Recordemos respirar de forma lenta, profunda, y con plena consciencia.

Cualquier molestia, dolor o incomodidad que sintamos, suspendamos la práctica y retomémosla un rato después.

Resumiendo: La respiración completa llena totalmente nuestros pulmones al inhalar, primero en la parte del abdomen, luego en la parte del tórax y finalmente en la parte de las clavículas; es decir llenando los pulmones de abajo hacia arriba sin hacer pausas. También desocupamos completamente los pulmones en forma inversa, empezamos desocupando la parte de las clavículas, luego la parte del tórax y finalmente la parte del abdomen, es decir sacando el aire de los pulmones de arriba hacia abajo sin hacer pausas. Al trabajar con toda la capacidad de los pulmones y al tomar consciencia de todo el proceso decimos que nuestra respiración es completa y consciente.

Texto: Dhyanamurti

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Lirio rojo - Fotografía: E.P.M.
Lirio rojo - Fotografía: E.P.M.

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