ALIMENTACIÓN NATURAL Y SANA (9) en La Revolución Personal
RESPIRACION ABDOMINAL CONSCIENTE.
La respiración abdominal es la que hacemos casi siempre. Trabajamos con el diafragma y por supuesto el abdomen, generalmente lo hacemos de forma espontánea, pero si lo hiciéramos conscientemente, magnificaríamos los beneficios.
En la respiración abdominal consciente, al inhalar hacemos que el diafragma baje hacia nuestros pies, pero sin forzar, a la vez que ensanchamos el abdomen; tomamos consciencia de la inhalación y nos decimos mentalmente: “sé que estoy inhalando”.
Al exhalar el diafragma sube hacia la cabeza, el abdomen se contrae y sacamos todo el aire de los pulmones. Tomamos consciencia de la exhalación y nos repetimos mentalmente: “sé que estoy exhalando”.
La respiración debe ser lenta, profunda y con plena consciencia.
Tengamos en cuenta la “Nota sobre la postura para todas las prácticas de respiración” en el aparte subtitulado: “RESPIRACIÓN NATURAL Y ESPONTÁNEA, CONSCIENTE.” en la entrada 081 (https://blogs.elespectador.com/larevolucionpersonal/2012/10/07/081-%E2%80%93-alimentacion-natural-y-sana-8-en-la-revolucion-personal/) y adoptemos la postura allí descrita.
Segundo ejercicio de respiración consciente:
Sentémonos en una posición cómoda, cabeza y tronco derechos, o acostémonos boca arriba, cuerpo recto, brazos extendidos a los lados del cuerpo, las manos deben quedar a unos diez centímetros del cuerpo con las palmas hacia arriba.
Tomemos consciencia de la respiración espontánea sin controlarla, miremos nuestra respiración como aprendimos a hacerlo en la entrada anterior.
Pongamos la mano derecha sobre el abdomen y la izquierda al centro del pecho. Al comenzar la inhalación lenta y profunda, (sin expandir la caja torácica) el diafragma se mueve hacia nuestros pies y la mano derecha comienza a subir, expandamos el abdomen y simultáneamente terminemos de subirlo hasta que nuestra mano derecha suba lo máximo posible, sin forzar. La mano izquierda no se debe mover.
Al exhalar lenta y profundamente, también conscientemente; el abdomen se contrae, el diafragma se mueve hacia nuestra cabeza y simultáneamente la mano derecha baja, terminamos de sacar el aire del abdomen hasta que la mano derecha no baje mas, pero sin forzar. Estas es una ronda de respiración abdominal.
Al terminar la ronda volvemos a inhalar y hacemos nuevamente todo el procedimiento explicado, mantengamos este ejercicio por cinco rondas y vayamos ampliándolo hasta por diez minutos. Recordemos respirar de forma lenta y profunda, con plena consciencia.
Cualquier molestia, dolor o incomodidad que sintamos, suspendamos la práctica y retomémosla un rato después
RESPIRACIÓN TORÁCICA CONSCIENTE.
Utilizamos solamente la parte media de los lóbulos de los pulmones, expandiendo y contrayendo la caja torácica. Esta respiración consume mas energía para respirar la misma cantidad de aire que la respiración abdominal.
Este tipo de respiración se utiliza especialmente cuando hacemos ejercicio, esfuerzos excesivos, o cuando tenemos tensiones o estrés; debido a que en esta respiración obtenemos mas oxigeno y en esas situaciones gastamos mas oxigeno
Tengamos en cuenta la “Nota sobre la postura para todas las prácticas de respiración” en el aparte subtitulado: “RESPIRACIÓN NATURAL Y ESPONTÁNEA, CONSCIENTE.” en la entrada 081 (https://blogs.elespectador.com/larevolucionpersonal/2012/10/07/081-%E2%80%93-alimentacion-natural-y-sana-8-en-la-revolucion-personal/) y adoptemos la postura allí descrita.
Tercer ejercicio de respiración consciente:
Sentémonos en una postura cómoda o acostémonos, de acuerdo a las instrucciones de los ejercicios anteriores.
Tomemos consciencia de la respiración espontánea sin controlarla, miremos nuestra respiración como aprendimos a hacerlo en la entrada anterior.
Pongamos la mano derecha sobre el abdomen y la izquierda al centro del pecho. Al comenzar la inhalación lenta y profunda, únicamente en la parte media de los pulmones, es decir en la parte torácica, la mano izquierda comenzara a subir, las costillas se moverán hacia afuera y hacia arriba, pero la mano derecha se mantendrá quieta. Debemos expandir el pecho lo máximo posible.
Cuando la mano izquierda este lo mas arriba que podamos, (sin forzar), exhalemos relajando los músculos del pecho, la caja torácica se contrae obligando al aire a salir de los pulmones, la mano izquierda bajara. Desocupemos completamente los pulmones hasta que la mano izquierda este lo mas baja posible, pero sin forzar. Esta es una ronda de respiración torácica
Al terminar el ciclo volvemos a inhalar y hacemos nuevamente todo el procedimiento explicado, mantengamos este ejercicio por cinco rondas y vayamos ampliándolo hasta por diez minutos. Recordemos respirar de forma lenta y profunda, con plena consciencia.
Cualquier molestia, dolor o incomodidad que sintamos, suspendamos la práctica y retomémosla un rato después
RESPIRACIÓN CLAVICULAR CONSCIENTE.
Sucede al final de la respiración torácica, para que los pulmones adquieran una mayor capacidad de aire; utilizamos los músculos del cuello, garganta y esternón halando hacia arriba las costillas superiores y las clavículas.
La inhalación produce una expansión máxima y se ventilan los lóbulos superiores.
La respiración clavicular se utiliza únicamente cuando hacemos un esfuerzo físico extremo y en caso de enfermedades obstructivas como el asma.
Tengamos en cuenta la “Nota sobre la postura para todas las prácticas de respiración” en el aparte subtitulado: “RESPIRACIÓN NATURAL Y ESPONTÁNEA, CONSCIENTE.” en la entrada 081 (https://blogs.elespectador.com/larevolucionpersonal/2012/10/07/081-%E2%80%93-alimentacion-natural-y-sana-8-en-la-revolucion-personal/) y adoptemos la postura allí descrita.
Cuarto ejercicio de respiración consciente:
Sentémonos relajados o acostémonos como se ha descrito anteriormente. Practiquemos respiración torácica por unas cinco rondas, a la siguiente ronda, una vez que hayamos terminado la inhalación torácica, no la finalicemos, continuemos la inhalación un poco mas hasta sentir que la parte superior de los pulmones se expande un poco mas alrededor de la base del cuello. Movemos los hombros y las clavículas un poco hacia arriba. Esto por supuesto requiere un poco de esfuerzo adicional.
Luego exhalamos lentamente, primero la parte inferior del cuello luego la parte superior de los pulmones y luego la caja torácica igual que en la respiración torácica regresando a la postura inicial, aquí hemos completado una ronda.
Al terminar la ronda volvemos a inhalar y hacemos nuevamente todo el procedimiento explicado, mantengamos este ejercicio por cinco rondas y vayamos aumentándolo hasta completar diez minutos de práctica. Recordemos respirar de forma lenta y profunda, con plena consciencia.
Cualquier molestia, dolor o incomodidad que sintamos, suspendamos la práctica y retomémosla un rato después
Texto: Dhyanamurti