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079 – ALIMENTACIÓN NATURAL Y SANA (6) en La Revolución Personal

ALIMENTACION NATURAL Y SANA

Mejorando nuestro sistema inmunológico.

El equilibrio entre salud y enfermedad depende de nosotros mismos, de cómo mantengamos nuestro sistema inmunológico, es decir preparado para combatir los organismos extraños dentro y fuera de nuestro cuerpo llamados patógenos o agentes patógenos, los cuales se multiplican y atacan nuestras defensas, es decir nuestro sistema inmunológico, minando nuestro organismo y provocándonos toda clase de enfermedades desde una simple gripa o resfrío hasta las enfermedades mas graves.

Un agente patógeno es una entidad biológica capaz de producir enfermedad en la biología de un huésped. Entendiéndose en nuestro caso que el huésped seria un ser humano. Nuestro organismo es proclive de convertirse en huésped por:

Tener baja la resistencia inmunitaria.

Factores genéticos.

Edad.

Estado fisiológico.

Enfermedades recurrentes.

Estilo de vida. Entre los mas recurrentes en este aspecto, tenemos: Dieta, higiene personal, actividad física, contactos con otras personas y consumo de tóxicos (alcoholismo, tabaquismo, drogadicción).

  • Nuestro sistema inmunológico está constituido por una serie de organismos y microorganismos que actúan como barreras o eliminadores de patógenos deteniendo una infección antes de que nos cause una enfermedad, ubicados en sitios estratégicos para combatir los patógenos. Estos son: El apéndice, las amígdalas, el bazo, las placas de Peyer, los nódulos linfáticos y el timo. Este último es quien “da las órdenes”, para iniciar la lucha contra los virus, bacterias o cualquier patógeno que amenace nuestro organismo, y son las células T quienes llevan la señal de alarma a las células macrófagas locales, que destruyen el enemigo, entregándolo a las células B que alistan los anticuerpos y avanzan hasta el enemigo junto con las células ACT; cumpliendo cada una su función específica, culminando cuando las células T envían la señal de retirada ordenada por el timo.

    Cuando un microorganismo o toxina entra a nuestro organismo, inmediatamente se desencadena una respuesta al ser identificado el microbio o el germen; los mecanismos de nuestro sistema inmunitario alertan las defensas del sistema inmunitario innato el cual se encontrará con células que eliminan los agentes patógenos.

    La mayoría de las veces, este sistema inmunológico innato es la principal protección de nuestro organismo. El sistema inmunitario se encuentra compuesto por órganos como nuestra piel y microorganismos como: leucocitos, linfocitos, anticuerpos, células T, macrófagos, neutrófilos, citoquinas, etc., y los síntomas de un ataque patógeno pueden ser: fiebre, inflamación, tos, dolor, etc.

    Otras clases de inmunidades se denominan adaptativa o adquirida. Además el sistema inmunológico tiene memoria, ya que este recordará cualquier ataque de gérmenes y si se llegare a presentar nuevamente, el sistema inmunológico lo eliminaría inmediatamente. La inmunidad también se genera por medio de las vacunas, ya que introduciendo un antígeno (sustancia que forma anticuerpos), de un patógeno específico, estimulando nuestro sistema inmunitario y desarrolla inmunidad específica contra ese patógeno particular sin presentarnos la enfermedad asociada con ese microorganismo.

    Entre las cosas mas importantes que debemos hacer para preparar nuestro cuerpo para una buena defensa o inmunidad biológica están:

    Alimentarnos de forma sana y natural

    Hacer ejercicio moderado

    Descansar apropiada y sanamente

    Reír mas de la vida, no la tomemos tan en serio

    No abusar ni cometer excesos

    .

    Recordemos que una dieta que cumpla los requisitos de la trofología reforzará nuestro sistema inmunológico

    “Que tu alimento sea tu medicina” (Ayurveda)

    La medicina de India y China pretenden tratar la causa y no los síntomas de una enfermedad, además de que la curan mediante la alimentación y solamente si la curación por la alimentación no da resultados, utilizan medicamentos.

    El Padre de la medicina moderna enseñó el mismo principio “Que la comida sea tu alimento, y que tu alimento sea tu medicina y no la causa de tu enfermedad” (Hipócrates – Siglo IV AC). La mayoría de médicos occidentales contemporáneos han olvidado este principio, aunque es bueno reconocer que cada día son mas los médicos que estudian y promueven las medicinas alternativas.

    Es bien sabido que las “defensas”, la inmunidad o la resistencia a las enfermedades se logra en un alto porcentaje a la alimentación. Amén de otras variables como la calidad del aire que respiramos, del mantenimiento físico de nuestro cuerpo y de nuestros hábitos de vida. Si nuestra alimentación es natural y sana, así será nuestra salud, por eso invitamos a las universidades que enseñan medicina, adoptar una cátedra obligatoria de terapia nutricional.

    Teniendo en cuenta que las principales causas de muerte natural prematuras mas comunes, están relacionadas con enfermedades cardíacas, diabetes, cáncer, apoplejía, diabetes, arteriosclerosis y cirrosis hepática. Todas estas enfermedades se presentan por un manejo desequilibrado en la ingesta de comida o bebida.

    La alimentación armónica o sea la alimentación natural y sana es la base de la resistencia a las enfermedades de toda índole formando organismos fuertes, llenos de defensas e inmunidad.

    Si hacemos un cambio radical en nuestras costumbres alimenticias estaríamos dándole un contundente golpe a las enfermedades.

    La medicina preventiva tiene su fundamentación en la alimentación natural y sana, y en la terapia nutricional,

    Complementos de vitaminas y minerales.

    Los suplementos y complementos alimenticios han sido creados para mejorar o complementar la dieta de las personas que consuman este tipo de alimentos. Podemos preguntarnos: ¿Si comemos natural y sano en una dieta completa, variada, suficiente, adecuada y armónica, Necesitamos consumir vitaminas y minerales que nos ofrecen los complementos y suplementos?

    No es desprestigio sino realidad que la gran mayoría de los llamados suplementos vitamínicos y minerales naturales  que se hayan hoy en el mercado son productos sintéticos o extractos de productos ciertamente naturales, pero cristalizados, en este proceso se someten a diferentes disolventes como el éter, la bencina, y el alcohol metílico, a sales de aluminio y plomo y a precipitados de cloruro de bario, así como a destilación a temperaturas muy altas. Absolutamente todos estos procesos desnaturalizan los suplementos y complementos eliminando sus sinergizadores naturales y destruyendo enzimas.

    Entonces podemos deducir que solamente alimentándonos con alimentos crudos, las porciones de suplementos y complementos de enzimas extraídos de forma natural son efectivos en nuestro organismo y no las grandes dosis de vitaminas y minerales sintéticas que los fabricantes pretenden vendernos. Armonía no es ingerir toda una gama de vitaminas y minerales  en sus correctas proporciones, sino también armonizarlos con buenos hábitos dietéticos, con una nutrición adecuada, con ejercicio físico regular y con un sistema de vida sano y natural.

    Podemos concluir este capítulo diciendo que los alimentos frescos y saludables contienen todos los elementos conocidos y desconocidos que el cuerpo humano requiere para su salud y larga vida. Es completamente cierto que los alimentos naturales y sanos contienen todos los factores nutritivos esenciales para nuestra vida saludable, aun los que no han sido descubiertos, pero los suplementos y complementos sintéticos, definitivamente no pueden contener, pues no les pueden agregar algo que se desconoce.

    Por lo tanto, lo mejor que podemos hacer es basarnos en una diete completamente natural de alimentos frescos y crudos naturales y complementarla con vitaminas, minerales y enzimas tomadas de fuentes naturales. El cuerpo no puede absorber grandes dosis de complementos o suplementos y todo el sobrante lo excreta a través de las heces y la orina. Pare este y todos los demás aspectos de la vida la revolución personal exige armonía, equilibrio y sobre todo conciencia

    LA ALIMENTACION Y LA MENTE.

    Mente sana en cuerpo sano” (de las Sátiras de Juvenal)

    Hacemos una pequeña edición del libro “Nutrition and Your Mind, the psychochemical responsel” (Nutrición y Tu Mente, la respuesta psicoquímica) del Dr. George Watson.

    Pudiera decirse de forma coloquial que el “modem” entre el cuerpo y la mente es la alimentación, recordemos el dicho al inicio de este párrafo “mente sana en cuerpo sano”, y definitivamente si mantenemos nuestro cuerpo sano a través de la alimentación natural y sana, obviamente nuestra mente estará sana. Entonces podemos decir “salud mental sana en salud física sana”

    Dice el Dr. Watson que “ha comprobado que las enfermedades mentales son el reflejo de perturbación del metabolismo, principalmente consecuencia del pésimo funcionamiento de sistemas enzimáticos. A la luz de las dietas carentes de enzimas en las sociedades occidentales, se registra una mayor incidencia de trastornos mentales”.

    Dice que, “el cerebro solo puede quemar glucosa “el azúcar de la sangre”. El cerebro representa solo el 2.5% del peso corporal y consume el 25% de todo el azúcar disponible en la sangre; la sangre solo mantiene reserva de glucosa para unas cuatro horas de actividad cerebral, por lo tanto cualquier interrupción en el suministro permanente de glucosa a la corriente sanguínea, se traduce en una inmediata perturbación cerebral y que el primer síntoma de perturbación mental por deficiencia de glucosa en el cerebro, es la pérdida de control emocional”.

    Que “el cerebro obtiene la glucosa de tres fuentes. Una de ellas procedente de alimentos ricos en glucosa, como la uva y la miel, de los que la sangre absorbe directamente y la transporta al cerebro. Una segunda fuente es la descomposición de los hidratos de carbono y su descomposición en glucosa. Y una tercera fuente es el glucógeno que produce y almacena el hígado a raíz de la descomposición de proteínas y grasas”.

    Cuando se termina el limitado suministro de alimentos ricos en glucosa y la digestión de los carbohidratos, el hígado transforma el glucógeno almacenado, lo convierte en glucosa y lo envía al torrente sanguíneo para permanecer constante el suministro del activo y hambriento cerebro”.

    Para descomponer proteínas y grasas para producir glucógeno, el hígado quema glucosa de lo contrario no se produce este metabolismo. Si una persona sigue una dieta que excluya carbohidratos y azucares no dispondrá de la glucosa requerida para transformar grasas y proteínas. Resultando en que su cerebro se verá drásticamente racionado en sus tres fuentes de glucosa: Azucares de alimentos naturales, carbohidratos y glucógeno hepático. Si en su dieta elimina proteínas y grasas, las reservas del hígado en glucógeno se verán insuficientes para suministrar la reserva cuando se consuma la glucosa del torrente sanguíneo”.

    Eliminar de la dieta las grasas en forma total es un error, pues las grasas constituyen una gran fuente de energía, proporciona el triple de energía que el azúcar y el doble de las proteínas, su asimilación es mas rápida y completa que la de otros alimentos. Las grasas al combinarse correctamente no engordan, por ejemplo no se deben mezclar con proteínas animales. Los esquimales se alimentan tradicionalmente de grasa animal. El Dr. George Watson confirma que existe una relación precisa entre la insuficiencia de brasa en la alimentación y los trastornos mentales”.

    La siquiatría concede gran importancia a todo tipo de síntomas mentales anormales, como depresiones, manías o neurosis; cuando en realidad estos síntomas suelen ser la manifestación sicológica de una deficiencia o un desequilibrio grave en la nutrición. Un ejemplo típico es la conducta violenta crónica que se asocia con una deficiencia crítica de niacina. Diez años en el diván del psiquiatra no contribuirán en nada a curar este trastorno, el cual desaparece con el adecuado suministro diario de niacina”.

    Examinando un caso concreto descrito por el Dr. Watson en Nutrition and Your Mind. Un joven llegó a su consultorio aquejado de una depresión mental grave y claustrofobia morbosa. Le asustaban tanto los espacios cerrados que hacía más de cinco años, no lograba mantenerse en su cuarto de baño el tiempo suficiente para ducharse. Al interrogarlo, el paciente reveló que su dieta permanente, día tras día, y año tras año, se limitaba únicamente a tres productos: Hamburguesas, café y leche desnatada pasteurizada. El Dr. Watson descubrió que, debido a su desnutrición crónica, las células del joven paciente habían perdido completamente su capacidad de transformar los alimentos en energía. La primera acción del doctor Watson, fue establecer una dieta equilibrada a base de proteínas, grasas, hidratos de carbono, frutas y verduras frescas; complementada con vitaminas y minerales naturales. El paciente no tardó en recobrar su capacidad metabólica normal. También su depresión crónica y su claustrofobia desaparecieron total y definitivamente. El doctor Watson evito que el joven perdiera años y dinero en consultas siquiátricas quedando curado en unas cuantas semanas y con un gasto mínimo.

    El Dr. Watson narra que mas del 80% de sus pacientes de prácticamente todas las formas conocidas de enfermedad mental se han curado definitivamente, por medio de la terapia nutricional.

    Los resultados del sicoanálisis en un informe publicado por el Dr Hans Jürgen Eysenck (sicólogo conductista inglés de origen alemán, especializado en el estudio de la personalidad), en el International Journal of Psychiatry, evaluó la eficacia de psicoterapias psicoanalíticas y no psicoanalíticas. Con base en una revisión de la literatura, y en referencia a 24 estudios que abarcan más de 7.000 casos, concluyó que los datos no han demostrado que la psicoterapia facilita la recuperación de los neuróticos. En comparación, el enfoque nutricional del Dr. Watson a estas mismas enfermedades con frecuencia logra curaciones permanentes en cuestión de pocos días o semanas. Y, si bien este enfoque sigue considerándose como una herejía en los círculos médicos de Occidente, ha sido siempre el tratamiento habitual en las artes curativas orientales.

    Concluye el Dr. Watson: “Lo que uno come, digiere y asimila le proporciona los nutrientes productores de energía que la sangre transporta hasta el cerebro. Cualquier perturbación del suministro de nutrientes o de los sistemas productores de energía del cerebro se traduce en un trastorno del funcionamiento de éste, trastorno que puede denominarse mala salud mental. Lo que usted come determina su estado mental y quién es usted”.

    Texto: Dhyanamurti

    Otra heliconia de la familia de las musaceas (Fotografía: E.P.M.)
    Otra heliconia de la familia de las musáceas (Fotografía: E.P.M.)

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