Desequilibrio espiritual o emocional se presenta cuando estos aspectos priman excesivamente sobre lo material y lo intelectual. O simplemente cuando no existen y el aspecto espiritual o emocional está vacío.
Los principales desequilibrios espirituales se encuentran algunas veces en quienes no reconocen el avance humano, los ecologistas radicales, los fanáticos religiosos, los que rinden culto a entidades espirituales, los estudiosos de lo sobrenatural, los asaltantes o asesinos que arriesgando su propia vida no tienen inconveniente en quitarle la vida a los demás con tal de obtener su objetivo, los que producen y venden sustancias que alteran los estados mentales y emocionales, los destructores, los que producen dolor, sufrimiento, sacrificio o vicio, los supersticiosos, los salvajes, los seres de pesadilla, los crueles, los suicidas, Finalmente el extremo del desequilibrio espiritual o emocional es quitarle la vida a otros o hacer que estos se la quiten a otros o a ellos mismos, etc.
También se puede manifestar desequilibrio emocional cuando se nos presenta la perdida de algún bien preciado, algún ser querido, baja autoestima, sensación de miedo, inseguridad, desafecto, deseos insatisfechos, compulsiones de todo tipo. Cuando ganamos inesperadamente una suma considerable de dinero, cuando se nos presentan obsesiones y apegos, etc.
Aunque las religiones son intelectuales, también se nos presenta desequilibrio espiritual cuando nos volvemos fanáticos o cuando no tenemos ninguna creencia espiritual no propiamente religiosa.
Considerando que la energía que mueve nuestro cuerpo físico hace parte de nuestro cuerpo emocional y que la espiritualidad del ser humano es la que nos mueve a ser compasivos o a ser crueles, el aspecto emocional y específicamente el espiritual ejerce mayor fuerza sobre los aspectos físico y mental si se presenta un desequilibrio emocional. También se presenta cuando este aspecto espiritual esta prácticamente anulado (que se presenta raramente), eliminando de si la energía vital.
El desequilibrio emocional o espiritual, acerca al ser humano a su estado irracional animal, hasta el punto de evidenciar un proceso involutivo, cuando el hombre con desequilibrios emocionales avanzados, los une al desequilibrio mental o al desequilibrio físico; se hace terrible, se hace cruel.
El desequilibrio espiritual está en contra del materialismo y del intelectualismo, volviéndose enemigo de la ciencia, creando un mundo alrededor de la superstición. Llegan inclusive a asesinar por creer que todo el que no sea espiritual merece la muerte, considerando infieles a quien no comparta sus creencias por lo cual (creen ellos) merecen ser destruidos.
A continuación presentamos una práctica para que nos vayamos
acostumbrando a hacer meditación:
Siéntese en una posición cómoda, relaje todo el cuerpo, cierre suavemente los ojos pero sin apretar, mantenga la boca cerrada, los dientes ligeramente separados, mire sus pensamientos sin analizar, sin intelectualizar, como cuando mira la gente pasar por la calle desde una ventana, no se involucre, solamente observe concientemente, sea testigo con plena conciencia. Esa es la principal cualidad de la práctica, los pensamientos van pasando uno tras otro hasta agotarlos, en cualquier momento puede suspender la práctica, solamente tome conciencia del sitio donde se encuentra, tome conciencia de su cuerpo y cuando esté plenamente conciente, abra suavemente los ojos. La práctica se ha terminado.
