La realidad para dummies

Publicado el Nicolás Acosta

¡Si a la adopción por parte de Homosexuales!

¿A cuenta de qué se los vamos a seguir prohibiendo? Todas las inquietudes; legales, religiosas, familiares y la legítima preocupación por la adecuada formación del menor, todas se han ido resolviendo poco a poco con claridad. No existe hoy ninguna justificación válida ni para que sigamos tolerando esta discriminación contra las parejas homosexuales ni para seguir negándole a los más de 8000 niños y niñas que esperan ser adoptados hoy en Colombia, esta posibilidad adicional de tener una familia. Veamos.

Hasta hace unos años las parejas homosexuales no eran titulares de varios derechos de los que sí eran titulares las parejas heterosexuales. Y no eran titulares básicamente porque el artículo 42 de la Constitución habla de la posibilidad de conformar una familia refiriéndose únicamente a una pareja conformada por un hombre y una mujer. Mientras tanto, eso sí, la ley le otorgaba una infinidad de derechos a la institución de la familia a los que las parejas homosexuales no podían acceder por no ser consideradas como tal. Y entonces, con razón, las organizaciones LGBT empezaron a preguntarle a la Corte Constitucional inquietudes muy obvias: ¿No que la orientación sexual es una expresión del libre desarrollo de la personalidad?¿No que todos somos iguales ante la ley sin importar, entre otras cosas, mi orientación sexual?

Y la Corte poco a poco fue respondiendo y dándoles la razón. Primero reconociendo las uniones de hecho entre homosexuales, después otorgándoles muchas de las prerrogativas de las parejas heterosexuales (derecho a heredar, derecho a compartir sus patrimonios, derecho a asistencia alimentaria, etc.) y por último, y más importante, otorgándoles finalmente el estatus de familia. Esto tiene unas repercusiones gigantes porque equipara las parejas heterosexuales a las homosexuales completamente y deja muy en claro que no puede existir un trato desigual entre unas y otras sin que medie una justificación de peso. Eso incluye,  estoy convencido, la posibilidad de adoptar. Luego si su inquietud era jurídica y constitucional ya puede respirar tranquilo. Como diría un sabio: “Hombre con hombre, mujer con mujer, del mismo modo pero en sentido contrario”. Todas las combinaciones se pueden en Colombia y es lo mismo ante la ley.

Ahora claro, ya se qué está pensando: es que esa razón de peso que justifica un trato desigual en el caso de la adopción es el desarrollo del niño, cuyos derechos por cierto prevalecen sobre los de los demás y quien no vivirá en un lugar “normal” y estable que le permita un adecuado crecimiento. Este punto, más que de opiniones, creo que es de estudios y análisis técnicos objetivos. Estudios que, por cierto, ya existen. El estudio “Lesbian and Gay Pareting”, por citar uno, da cuenta del perfecto desarrollo que han tenido niños con padres homosexuales. La decisión alrededor de su orientación sexual, por ejemplo, es perfectamente normal, su desarrollo afectivo y emocional es normal, su forma de relacionarse con otras personas (hombres y mujeres) es perfectamente normal y el entorno familiar en el que crecen es en general estable sin presentar ninguna diferencia con los entornos de las parejas heterosexuales. Puede, entonces, respirar tranquilo por este lado también.

Por último puede que usted esté en desacuerdo por razones religiosas. Lo respeto y lo respeto mucho pero le cuento que le toca tragarse el sapo. Y le toca tragárselo porque Colombia es un Estado laico. Dicho de otra forma: para la ley es irrelevante cuál sea su posición religiosa a la hora de otorgar o limitar derechos. Le importa, en cambio, principios como la pluralidad, el respeto por la dignidad humana y la igualdad en el goce de los derechos.

Caso similar ocurre con aquellos que se oponen simplemente por que no les gustan los gays. Y digo similar porque no solamente le toca tragarse el sapo sino que además le tocar aprender a tolerar a las personas con orientaciones sexuales diferentes a la suya. Primero porque no hacerlo es considerado discriminación en Colombia y es ejemplarmente sancionado. Pero segundo porque, así le cueste creerlo, las personas homosexuales son sujetos de derechos iguales a usted que se enamoran, se toleran con su pareja, son solidarios entre sí, se deben respeto entre ellos y demás características de las parejas heterosexuales.

Nuestra Constitución nos protege a todos sin excepción. Todos incluyendo a las parejas homosexuales y a los niños que esperan ser adoptados. Si todo esto es así, ¿cuál es el argumento de quienes se oponen? ¿En serio vamos a seguir siendo así de intolerantes y egoístas como sociedad?

Twitter:@nicolasacosta33

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