La realidad para dummies

Publicado el Nicolás Acosta

Colombia: una GIGANTESCA oportunidad

El sueño de muchos es poder conseguir una visa para salir del país a buscar “mejores oportunidades” en otras partes del mundo. Si usted es uno de ellos, llegó la hora de pensarlo dos veces. Colombia es hoy una gigantesca oportunidad. Cálculos de la prestigiosa revista “The Economist” dan cuenta de la posibilidad de que países como el nuestro crezcan 3 y hasta 4 veces más rápido en los años venideros que los países desarrollados. ¡La oportunidad hay que tomarla!

La primera causa de esta situación está en la muy lenta recuperación de los países desarrollados. La confianza de los hogares y de las empresas está tomando forma muy lentamente lo que tiene a éstos países sobreviviendo, básicamente, de los bolsillos de los Estados y la deuda, modelo insostenible en el largo plazo. Pero en adición a esto, los países desarrollados han empezado a ver cómo, lograr que sus economías crezcan es cada vez más complicado porque, para hacerlo, se necesitan desarrollos más elaborados que hagan, en realidad, la diferencia. Además, se han visto atrapados en una bomba de tiempo que combina la pereza de las nuevas generaciones, el alto interés de éstas por carreras de bajo impacto productivo en la economía y una muy baja tasa de natalidad que tiene a varios países en jaque ante el riesgo de que, en unos años, no haya ya suficientes personas económicamente activas potenciando las economías y sosteniendo a la gran cantidad de personas mayores.

La gráfica muestra el ritmo de crecimiento de los países desarrollados, los países emergentes y el mundo. Como se puede ver en 2010 y 2011 se proyecta que los países emergentes crezcan mucho mas rápido que los desarrollados y que el mundo en general.
La gráfica muestra el ritmo de crecimiento de los países desarrollados, los países emergentes y el mundo. Como se puede ver en 2010 y 2011 se proyecta que los países emergentes crezcan mucho mas rápido que los desarrollados y que el mundo en general.

En contraste, regiones como Latinoamérica y Asia, que no se vieron tan fuertemente afectadas por la crisis, y en donde aún queda todo por hacer y por ganar, han tomado una dinámica de crecimiento e inversión supremamente interesante que tiene a los analistas diciendo que se podría ver un crecimiento 3 y 4 veces más acelerado que el de los países desarrollados dado no sólo las metas básicas que se han ido alcanzando (sistemas democráticos relativamente consolidados por ejemplo) y el interés que inversionistas tanto nacionales como extranjeros empiezan a ver en éstas regiones.

El tema, entonces, está en abrir los ojos y surfear esta ola que se viene con inteligencia. En particular en Colombia, tenemos una serie de ventajas comparativas impresionantes que muchos de los países que ya han logrado altos niveles de desarrollo no tuvieron. Ni Japón ni China, por ejemplo, tuvieron el potencial que tenemos nosotros en campos como el turimo, el petróleo, el carbón y, en general, las materias primas (¿quién le va a suplir, por ejemplo, toda la cantidad de comida que están demandado países como China e India dado el creciente poder adquisitivo de las personas?). De igual forma hay que poner los ojos en fuentes no convencionales de crecimiento como el naciente potencial de generar riqueza con las fortalezas naturales. Un bueno ejemplo de esto es la venta de oxígeno a los principales productores de contaminación.

 Pero si somos más ambiciosos aún y miramos más allá poniéndonos en la onda de cambiar el país podemos lograr resultados impactantes. ¿Cómo? No quedándonos en lo que tenemos ahí listo para explotarse sino, también, desarrollando nuevas tecnologías, apoyando el emprendimiento y desarrollo de nuevas ideas y empresas, poniéndole bases fuertes en términos de garantías e incentivos jurídicos y económicos a las industrias y desarrollando nuestras instituciones con orden. Así, el país puede aspirar a llegar a niveles como los de Chile y aprovechar la gigantesca oportunidad que está en frente nuestro. Uno de los retos inmediatos y fundamentales, eso sí, está en lograr desarrollar la infrastuctura y hacer del aparato estatal un sistema eficiente, ordenado y honesto.

La clave, en suma, está en mirar el mediano plazo con optimismo y con la claridad de hacer empresas y no negocitos para aprovechar  el fuerte crecimiento y las inversiones en Amércia Latina, Asia e incluso África. En palabras de Robin Bew analista de “The Economist” “Si quieres saber dónde estarán las oportunidades excitantes en 2011 y en el futuro, sigue ese dinero”. Colombia es una gran oportunidad. Aprovechémosla.

Twitter: @nicolasacosta33

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