Por: Carlos Iván Dulce Ramos (exalumno del INEM Popayán)
La Semana Santa en Popayán es como una insignia de la ciudad, la cual nos transporta a la historia y nos lleva a una reflexión personal. La comunidad en general se siente atraída por esta tradición de la llamada Jerusalén de América, que acoge a propios y turistas con su diversidad de cultura para ofrecer una semana llena de arte y religiosidad.
En esos días miramos a muchas familias unidas, que caminan por las calles, que hacen de Popayán una ciudad colonial.
Cuando yo era niño, recuerdo haber cargado aquellos pasos que representan a nuestro Señor Jesucristo; aún con almohadillas en mis hombros se podía evidenciar el rojizo en ellos. La trayectoria caminada, con las alpargatas artesanales; el atuendo y la alcayata, viven en mi memoria.
Mi bisabuelo paterno llegó a obtener la alcayata de oro.