LA CASA ENCENDIDA

Publicado el Marco Antonio Valencia

CAUCANISTAN 1: ¿POPAYÁN SITIADA?

Si fuera periodista me hubiera gustado cubrir  conflictos como el apartheid en África, las marchas chavistas en Venezuela, las protestas de la Primavera árabe, en fin. Me hubiera gustado estar en esos despelotes que los seres humanos arman para justificar el poder, las injusticias, o las ideas…

 Es más. Hasta me habría arriesgado ir a Popayán para ver si eran ciertas las denuncias que circularon en facebbok sobre una ciudad sitiada por los protagonistas del “paro cafetero”.

 Dicen que manifestantes cerraron las vías de entradas a la Ciudad Blanca desde el 25 de febrero, y en consecuencia, ocho días después, comienzan a escasear algunos alimentos, la gasolina y dotaciones clínicas… Que hace pensar en una población de 280 mil almas abandonada por Dios y por el gobierno, a pesar de tener 20 iglesias católicas, una docena de cultos cristianos, 4 senadores y 4 representantes a la Cámara. Denuncias que, extraña, muy extrañamente, los noticieros televisivos ni radiales nacionales mencionan a pesar de tener corresponsales en la zona.

 Si yo hubiera sido periodista, con libreta en mano, grabadora digital y una cámara fotográfica en el pecho, como les dije, habría viajado a Popayán, para contarles todo sin omitir detalle.

 Y sería algo así como:

 Foto 1: En el aeropuerto Guillermo Valencia. Gente aglutinada, manoteando y peleando a grito limpio para comprar pasajes aéreos a precios agiotistas, ansiosos por salir hacia Cali o Bogotá para resolver urgencias médicas, familiares o de negocios, porque salir por carretera de Popayán, hace 8 días es imposible.

 Foto 2: Terminal de transporte Guillermo León Valencia. Con una toma algo oscura, pero se podría divisar a varios choferes reunidos junto al baño riendo y pasando el tiempo. A un lado, un numeroso grupo de personas que incluye a niños, ancianos y mujeres en embarazo, adueñados de las bancas donde han improvisado un campamento, todos con cara de incertidumbre, pálidos, angustiados, sin poder salir de la ciudad para continuar sus destinos. A las afueras del terminal 400 peruanos retenidos esperan un avión de la Cruz Roja de su país que los venga a rescatar.

 Foto 3: Avenida Guillermo Valencia semivacía. Un taxista, como buen informante, me explicaría que hace días no hay gasolina en las estaciones de servicio, porque la ciudad tiene un exagerado número de carros, y la gente apenas se declaró el paro cafetero salió como loca a comprar comida y gasolina. “Una vez los indígenas hicieron un taponamiento de la Panamericana que duró más de un mes, por eso ahora, ya no nos cogen desprevenidos”, diría.

 

 Foto 4. Hospital Universitario San José. En la puerta retrataría a una señora indígena, ya vieja, con el cuello forrado de collares y atractivo sombrero de fieltro, mientras con su mano extendida le ruega al portero que la deje entrar. A su espalda, una guambianita acurrucada con la cabeza metida entre las piernas, y más atrás, una fila increíble de rostros de dolor, esperando que “el doctor portero” los inspeccione de arriba abajo, y con su ojo clínico, decida si pueden o no acceder a servicios médicos. El gerente del hospital me dirá que se está acabando el oxígeno para atender urgencias, y que están restringiendo el servicio y los suministros como una medida de contingencia, por si hay una catástrofe ocasionada por el paro de los campesinos cafeteros.

 Foto 5. Primer plano del Secretario de Salud frente a un micrófono dando declaraciones a la televisión local diciendo que tiene en sus manos denuncias hechas por ciudadanos en las redes sociales, donde le informan que las EPS no estarían  remitiendo pacientes de urgencias a Cali con el pretexto del paro cafetero.

 Foto 6. Fachada del Teatro Guillermo Valencia. Un grupo de escolares con uniforme caminan por las calles semivacías. Todos quedan en la foto de espaldas en pos de la majestuosidad del teatro. La toma me gustará, será como una alegoría: escolares camino hacia el edificio que representa la cultura. Un niño rubio de unos 13 años, zapatos sucios, camisa de uniforme por fuera del pantalón, me dirá que en facebook andan diciendo que el agua de Popayán está envenenada y que, como no hay gasolina, no habrá transporte público, y por eso los despacharon para la casa.

 Foto 7. El alcalde de Popayán. Sentado en una poltrona de cuero café, mangas de camisa, cara de preocupación y pies cruzados hacia adentro, con micrófono en mano mira a una cámara de televisión local, explica las razones del paro cafetero e informará que, a partir de las seis de la tarde del 2 de marzo, habrá ley seca todo el fin de semana, y que es falso el rumor que circula en las redes sociales sobre el agua envenenada… A su espalda, un imponente cuadro de Guillermo Valencia.

 Foto 8. Fila de gente frente al Banco Agrario. Será una foto tomada desde el balcón de la alcaldía al parque central. Una inmensa fila de personas bajo la llovizna y el frío. Un periodista local me dirá que son los clase media que invirtieron sus millones de pesos en el DRF, y ahora sufren la humillación de hacer fila para recibir 14 mil pesos, plata con la que seguramente, irán a comprar los víveres para aprovisionarse por si el paro de cafeteros dura más de ocho días, y se reirá…

 Foto 9. Retrato de familia. Aprovecharía mi viaje para visitar la familia de una compañera de trabajo que vive en el barrio Valencia, para almorzar, y si es posible, dormir y ahorrarme el dinero de los viáticos. Como prueba tomaría una foto para el muro del facebook de mi amiga. Todos en el comedor: el padre, un honorable barrigón y barba ganadera, me dirá mientras le tomo la foto, que los caficultores tienen derecho a ser su huelga y sus protestas, pero no tienen derecho taponar la Panamericana para sitiar la ciudad. Qué si el gobierno accede a las pretensiones económicas de los caficultores, entonces también tendrá que negociar con los floricultores y con los ganaderos que también están trabajando a pérdida. La señora de la casa quedará en la foto con los ojos cerrados y la boca abierta, como gritando “Dios mío”, pero en realidad me estará diciendo: hasta cuando esta locura: por culpa del paro cafetero, la libra de alverja pasó de 2 mil a 4 mil, y la papa de 400 pesos a 900, y la habichuela de 500 a mil. Y a la derecha de la foto quedará el universitario de la casa muy serio mirando su plato de lentejas. Y me acordaré de él, porque luego de la toma me dirá, que el paro es justo, que hay que movilizar a los sindicatos y estudiantes para respaldar a los compañeros campesinos que luchan frente a un gobierno que no escucha… Qué esto es el inicio de un paro nacional que aglutinará a todos los sectores, y si logran movilizar a todo el país, los inconformes del pueblo tumbarán al presidente como hacen en Ecuador…

 Foto 10. Cabina de radio de un noticiero local.  En la foto saldrá un señor de corbata roja que habla a nombre de la Cámara de Comercio haciendo un llamado para que los ciudadanos salgan el próximo lunes 4 de marzo a protestar por las calles. Todos preocupados por los cafeteros, dice, pero los damnificados por el bloqueo causado por los cafeteros somos los habitantes de Popayán. A la derecha del locutor, un hombre que queda en la foto con la cara agachada dirá como representante de los ganaderos, que están pensando seriamente en demandar al Estado por negligencia. En una esquina de la cabina, parado, un hombre de sombrero dirá que es el representante  del movimiento “Por la dignidad de los cafeteros”.

 -Primero, no somos guerrilleros. Segundo, no vamos a levantar el paro ni a destaponar las vías hasta que el gobierno atienda nuestras demandas.

Y el locutor, un imberbe con cara de indígena egresado de la Concentración Escolar Guillermo Valencia, le preguntará, en tono de desafío, cuáles son esas demandas. Y el del sombrero volverá a repetir, por enésima vez, que quieren precios competitivos, que el gobierno no importe café, que no hipotequen a los pequeños caficultores por deudas bancarias, que rebajen y subsidien los precios de los abonos e insumos agroquímicos, que no se permita la minería en zonas cafeteras porque causa desplazamiento y devaluación del peso.

 Y entonces, como todo un periodista enviado especial, saldré a la calle para charlar a punta de tinto y cigarrillo con la gente del común. Caminaré por el parque Caldas  hasta el Museo Guillermo Valencia, mientras intento entender lo que está pasando. Perplejo me diré, que no entiendo nada, que los periodistas no entendemos nada, que solo tomamos fotos y dejamos que otros hablen.

 

Entraré a internet  y descubriré que en tuiter hay  una verdadera batalla. Unos dicen que se acabó el paro de cafeteros; otros que una cosa son los cafeteros, y otra cosa muy distinta los caficultores, y que es falso que se haya levantado el paro. Alguien publicará fotos de las reyertas en Mondomo ocurridas en los últimos minutos, y anuncian la llegada de dos mil indígenas a Piendamó. Sintonizaré  la radio y allí estarán y repitiendo lo que se dice  en  facebook y en tuiter. Los portales de prensa nacional solo hablarán de las reuniones fallidas en Bogotá entre actores del conflicto. Y en la noche, para los tele-noticieros, lo del paro será una noticia  de cuarta categoría y de la situación de Popayán no se dirá nada.

 Bueno. Menos mal no fui periodista. Esta comprobado que tengo mal olfato para las noticias. El verdadero conflicto está en la elección del nuevo Papa. Y yo aquí, aguantando hambre y atormentado por nada.

 Si esto de la Popayán sitiada fuera importante  saldría en los noticieros de televisión, pero no. Una ciudad de 280 mil personas retenidas no es importante para nadie.

 Respiro hondo, abro los ojos y me digo: menos mal no fui periodista. Me tiro en el sillón con mi litro de coca-cola y mi poma de crispetas, y me dispongo bien cómodo a verme una copia pirata de “Los Miserables”, esa pelicula de la que no han dejado de hablar en todos los noticieros.

 Notas:

  1. Miércoles 06 de marzo del 2013, y el paro cafetero sigue. El bloqueo a Popayán continua. son ya 9 días.
  2. La noticia de una ciudad bloqueada no sigue siendo noticia en los medios nacionales.
  3. Se habla de que Popayán tiene 1.300.000 habitantes.
  4. Un pasaje en avioneta para 8 pasajeros a Cali, está costando 150 mil.
  5. Un Pasaje Popayán- Bogotá en Avianca, está costando  $795.000 más caro que ir a Miami.
  6. En ninguna Estación de servicio de gasolina NO hay combustible. Han llegado aviones cisternas del ejército para carros de servicio público, fuerzas armadas, policía.
  7. En los super-mercados de cadena como Éxito y Carrefour, ya no hay alimentos perecederos como lácteos, carnes, frutas, verduras. En las plazas de mercados están escasas y altos precios.
  8. Los intentos de diálogo promotores del paro y gobierno siguen siendo infructuosos.
  9. Verdaderas batallas se libran en facebook entre quienes apoyan el paro y quienes piden desbloquear las vías.
  10. Se presume que los manifestantes han derribado más de cien árboles nativos para atravesarlos en las vías y lograr el bloqueo de la ciudad: árboles
  11. Se han realizado dos marchas de ciudadanos en Popayán: el lunes 4 marcharon quienes exigen al gobierno desbloqueo de las vías por cualquier medio. El Miércoles 5 educadores y estudiantes universitarios apoyando el paro y a los caficultores.
  12. La radio local habla de que hay 17 puntos de bloque a lo largo de la Panamericana y de más de cinco mil personas acampando en dichos lugares incluyendo a campesinos, indígenas, caficultores.
  13. Se habla por parte de representantes de la Cámara de Comercio, que las pérdidas por parte de los diferentes sectores comerciales afectados por el paro sobrepasan los mil quinientos millones.

 

NOTA 2: las fotos que aquí se publican han sido tomadas del muro de NOTIVISIÓN Facebook, y otros.

 

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