LA CASA ENCENDIDA

Publicado el Marco Antonio Valencia

CAUCA: A TAPONAR LAS VÍAS QUE NOS SEPARAN

Por: Marco Antonio Valencia
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Con la desunión del Cauca nunca vamos a llegar a ninguna parte. Con taponar la carretera Panamericana para perjudicar a nuestros hermanos caucanos no vamos a llegar a ninguna parte.
La lucha de nuestro pueblo caucano debe darse contra un Estado central indiferente a las necesidades y peticiones de los mandatarios locales y regionales.  A la desatención del Estado central para con la gente que vive en el  campo. A la desatención del Estado a los problemas de las poblaciones afros e indígenas. A la incapacidad del Estado para responder a las necesidades de la gente que habita las zonas urbanas. Al engaño de firmas de Acuerdos hechos con pequeños grupos de la población.
Hay que parar la violencia y las ofensas que nos mata a unos contra otros en el Cauca por que sí, porque pensamos o actuamos diferente. Hacer un alto y comenzar a conversar entre nosotros para tener una sola voz, y así tener un solo pliego de reclamos. Pero conversar entre nosotros exige un punto de partida que tiene que ser a partir de lo que nos une, dejando de lado los criterios, opiniones y puntos de vista políticos individualistas que nos separan.
Conversar, escuchar (sin descalificar al otro) para construir un documento y una hoja de ruta que nos permita hacer un diagnóstico de las luchas políticas posibles y organizados entre todos. Hay que sincerarnos en lo que nos falta y necesitamos, escribir un documento que tenga la voz de todos los caucanos para que en justicia, los beneficios sean para todos. Porque cuando el Estado firma compromisos  con pequeños sectores o grupos sociales no pasa nada, e incumplirlos no tiene importancia.
Es necesario conversar entre nosotros. Un gran congreso de la Caucanidad donde la gente venga (o desde la virtualidad), y nos diga y cuál es el Cauca que cada uno quiere, cómo lo quiere; pero sobre, todo que diga cómo podemos lograrlo y que está dispuesto a hacer para ello.
En el Cauca tenemos que re significar la política y la forma de hacerla. Colombia tiene un momento de cambios con la firma del Acuerdos Final con la guerrilla; y con todo lo que está pasando y va a pasar en el Congreso de la República, es un buen momento para actuar.
Hagamos un gran Congreso liderado por la sociedad civil con presencia y apoyo de todos los mandatarios locales, no para convencer al otro, sino para entender al otro y saber en qué tipo de departamento queremos vivir. Se trata de tender puentes entre la diversidad étnica y geográfica que tenemos, se trata de construir una caucanidad desde las diversas cosmovisiones, a partir del respeto y la posibilidad de protestar unidos a pesar de las diferencias.
Hay que visibilizar nuestros problemas al mundo, pero no desde la guerra, los conflictos sociales, las confrontaciones, o la ofensa al ciudadano vecino. Se trata de exigirle al otro, pero también a nosotros mismos. Se trata de parar la violencia venga desde donde venga.
Como ciudadano del siglo XXI nunca entenderé la vieja lógica de los guerrilleros de ayer que mataban, secuestraban, taponaban vías, volaban viaductos, contaminaban ríos solo para llamar la atención, o con el pretexto sórdido de que todos sufran los que ellos  sufren.  Aquí traigo a colación la frese de García Márquez: el socialismo se hizo para repartir la riqueza y la felicidad, no la pobreza y el dolor. (Si es que de socialismo se trata).
Como miembro de la sociedad civil, hago un llamado a los grupos sociales en protesta para abandonar las vías de hecho taponando la Panamericana y confrontando a las fuerzas armadas, y los convoco a protestar con vehemencia pero de otra manera.
Es más, insisto en la sugerencia de organizar un gran Congreso que nos permita sentir, vivir, escuchar y decir “Cauca, para dónde vamos”. Y claro, organizar la forma decente y contundente de los reclamos al gobierno, pero donde estemos todos representados, con la voz de todos. Porque sí, aquí todos somos hermanos, e hijos del abandono Estatal, de una u otra forma.
Un llamado cordial a los gremios, al gobernador, los alcaldes, a los líderes sociales, a los políticos de la región para organizar ese gran Congreso.

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