Se murió Chávez y en un día como hoy no desearía estar trabajando en una sala de redacción. Sí, lo afirmo sin titubeo. El motivo es simple. No tendría una hora de salida, así pasó con el asesinato de Osama bin Laden en 2011. En ese entonces trabajaba en ElHeraldo.co y cuando se dio la noticia alrededor de las 8 de la noche, todo lo demás dejó de importar. Había que focalizar nuestros esfuerzos y pericia periodística en ese tremendo “boom”, actualizando minuto a minuto la página.
Se murió Chávez y las comunidades online además de colapsar en comentarios y mensajes de usuarios de todo el mundo, es también el trabajo que tienen los medios de comunicación para mantener informados a millones de cibernautas.
Claramente con Internet la labor se facilita, aquella generación de contenidos inmediatos es lo que empiezan a consumir y a compartir los lectores. La autopista de información está saturada. Porque será una noticia de la que se hablará en las siguientes tres semanas. Eso es lo que deja la web.
Hacer informes especiales, recopilar noticias de archivo, entrevistas con especialistas, análisis, opinión, vídeos, trinos, galerías de imágenes, testimonios, reacciones, armar toda una radiografía en tiempo récord de la vida de una de las figuras más polémicas en la política de América Latina y el mundo. Construir, publicar y difundir cada una de esas informaciones a través de Internet, sumado a re-elaborar la parte impresa de los diarios.
Se habla, se comenta, se comparten posiciones, se defienden opiniones y se genera alrededor del mundo digital un mar de contenidos atados no solo a la muerte de Chávez, sino también al futuro de la democracia venezolana y a un movimiento político que habría permanecido en ese país por más de 10 años: el chavismo.
Buscar titulares de gancho, párrafos de golpe, generar espacios de participación al público a través de las redes sociales y seguir en vivo y en directo la noticia. Quizás la improvisación o fallas técnicas en la transmisión de los noticieros jueguen algunas malas pasadas, pero lo que dejan las redes sociales es la masificación y proliferación de cientos de noticias atadas a la principal: Chávez murió.
Y a los periodistas les toca multiplicarse, porque de nadie más es el trabajo de comunicarle al mundo, uno de los momentos, que al final del 2013 será uno de los más trascendentales y que a su vez, será historia.
Eliana Álvarez Ríos
Directora de contenidos web
Colombia Digital
@anaylerios