Imperio del Cáncer

Publicado el Julia Londoño

Los tres mandamientos del humor

Soy obsesiva. Eso significa que a veces duro horas, días o meses pensando en un tema, dándole vueltas y más vueltas, ibíd.

 Una obsesión reciente ha sido tratar de entender qué fue lo que hizo tan mal Alejandra Azcárate,  que no la pueden perdonar, sin entrar de nuevo en el debate de calificar lo que hizo.

 Hablando aquí y allá llegué a la conclusión de que existen unas reglas tácitas del humor, unas normas sociales, una etiqueta del sentido del humor que ella aparentemente  desconoce.Corbis-42-34060174

 Estas son las normas que conforman esa etiqueta, los mandamientos del humor:

 Primer mandamiento del humor: Te burlarás solo de los más favorecidos. Es decir, está bien burlarse un poco de los ricos, de las lindas, del jefe. Pero no está bien burlarse de quienes están en una posición de menor poder, de quienes están más abajo en la pirámide socioeconómica o el ranking de belleza. Mejor dicho: si te crees linda, no te burles de las feas, si te crees flaca, no te burles de las gordas. Sencillo.

 Mejor búrlate de gente como George Clooney o Brad Pitt, así no correrás nunca el riesgo de herir al burlado, solo quedarás como un acomplejado, un pendejo.

 En la lógica de “los feos somos más”, si te ríes de los churros, ricos, brillantes, esbeltos y famosos, garantizas reírte de pocos pero hacerlo con casi todos, con la inmensa mayoría.

 Este es el mandamiento responsable de las veces que mi ñoña interior desaprueba la columna de Daniel Samper Ospina; que se burle de la boca de bagre de un político está bien, viniendo de un periodista poco agraciado, pero que se burle de la apariencia de Elsa Noguera genera cierto desazón.

 Segundo mandamiento del humor: No te burlarás de una minoría.

Los chistes sobre judíos, negros, indígenas o gays pueden ser considerados de mal gusto o políticamente incorrectos en algunos escenarios. Hay excepciones, claro, ese es el siguiente mandamiento.

 Evítense particularmente por estos días alusiones a meriendas de negros o bollos perfumados.

 Tercer mandamiento del humor: Te burlarás de una minoría, solo si perteneces a ella.

 Qué distinta habría sido la historia si la autora de la columna de Alejandra Azcárate hubiera sido la Gorda Fabiola. De verdad, apuesto a que nos habríamos orinado de la risa, como cuando Joan Rivers hace chistes de judíos o un pastuso cuenta historias de pastusos. Siempre despierta simpatía la gente capaz de reírse de sí misma.

 Memorable ejemplo de humor el del General Cardona, un hombre admirable que perdió una pierna en un accidente con una mina antipersonal y en una entrevista radial dijo, tras terminar de correr una carrera de 10 kilómetros, que había llegado a la meta brincando en una pata de alegría. Está claro que ese solo es un muy buen apunte porque lo hizo él burlándose de sí mismo.

 Volviendo con Samper, este es el mandamiento que explica que se burle de los políticos, la clase dirigente y los feos. Y volviendo con Alejandra Azcárate, según esta norma y la opinión de algunas de mis amigas, ella podría haberse reído de las mujeres con cara de caballo, pero no de las gordas, o en todo caso no ahora que es flaca.

 A pesar de que considero útil conocer los mandamientos para evitar la condena social, confieso que pasa con ellos lo mismo que con los de Dios, cuántos placeres nos perderemos si los seguimos siempre al pie de la letra.

@JuliaLondonoBoz

Comentarios