Imperio del Cáncer

Publicado el Julia Londoño

La otra banda sonora de los noventas

Hace unos días estuve en una reunión con amigos que terminó con una oda nostálgica a la     tecnología de nuestra infancia o adolescencia.

 

Los invitados mayores, que están en sus sesentas, describían cómo los primeros computadores necesitaban unas fichas físicas, para ser programados, que se trababan con frecuencia ante cualquier irregularidad del papel. Qué extraño, pensé, ¿unas fichas físicas para programar una presentación en un computador? La prehistoria. Sin comentarios, yo soy modelo 1980.

 

Otros, más jóvenes, se remontaron a la era del disquete y todos asentimos cuando alguien sugirió que un disquete atascado era un mal común de la época y que el sonido del disquete mientras grababa algún documento era un particular zumbido que desafiaba nuestra paciencia.

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Lo que yo no había notado era que sonidos no tan lejanos, como la conexión a internet, en sus primeros años, cuando era necesario conectarse a través de la línea telefónica, fueran ya reliquias de museo, susceptibles de emocionarnos tanto como las canciones de U2 que nos dedicaban a las chicas de los noventas. Suspiro.

El anacrónico Piuuuuu Bzzzzqxxx iiiiiiiiiiiuuuuuuu Xxxxxxxx que oíamos en los noventas cuando nos conectábamos desde computadores que eran compartidos, ese sonido de cortocircuito que era como sonaba el futuro cuando uno entraba a internet para chatear por Messenger o para ser parte de un chat de Starmedia es hoy un lejano eco que a los oídos de los adolescentes sería tan extraño como el timbre de los primeros celulares, que entonces no se llamaba ringtone, el sonido de un fax entrando, las canciones de Shakira en la era de Braulio y Dana o el logo sonoro de Windows.

 

Cuelguen que me voy a conectar y Por culpa de tu llamada se me cayó internet son frases que hoy no significan nada.

 

Ruido de museo, banda sonora de los amores a larga distancia de mi juventud, te invoco hoy, quién lo creyera, después de que en tu presencia me crispaba, impaciente como siempre he sido.

 

Piuuuuu Bzzzzqxxx iiiiiiiiiiiuuuuuuu Xxxxxxxx estoy acá, intentando descifrar las letras que representan mejor tu melodía, esperando retener algo de la emoción de cortocircuito que producía sentirse conectado, cuando conectarse era un lujo y no al revés, cuando conectarse era un placer que se acababa, un gusto que se dosificaba, como el whisky más fino.

 

Acá les dejo, a cuenta gotas, para que ustedes también nostalgien, conjugando al estilo de Julio Cortázar, para seguir con la añoranza:  https://www.youtube.com/watch?v=U5JEn9eJGsQ        Ver      Conexión telefónica a internet

@JuliaLondonoBoz @Juliademiamor

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