Por: Juan Sebastián López
Universidad Santo Tomás.
¿Aun tiene sentido insistir en que América Latina, más que mera receptora de la filosofía europea, ha buscado interrogarla y transgredir sus límites? Depende del contexto. En todo caso es preferible recordar que, lejos de ser una mera copia del pensamiento europeo, la región ha forjado, a contracorriente, una reflexión propia, mezcla de rigor crítico, vocación práxica y urgencia histórica. Desde las rebeliones intelectuales que informaron los movimientos independentistas hasta las teorías decoloniales del siglo XXI, las ideas producidas en estas coordenadas no se han limitado a entender el mundo humano, sino que han pretendido transformarlo.
La filosofía latinoamericana ha sido original donde más importa: en su capacidad para cuestionar el poder e introducir marcos para entender realidades complejas más allá de las narrativas dominantes. Las críticas al eurocentrismo, las teorías de la liberación y del buen vivir, los diálogos con las cosmovisiones indígenas, la ecología integral, los análisis del extractivismo como forma de colonialismo moderno y los diálogos sur-norte, entre otros, se gestan en estas coordenadas y migran efectivamente hacia los debates académicos y de la opinión pública global. Puede que la potencia del pensamiento latinoamericano se explique, precisamente, en su renuencia frente al lujo del pensamiento abstracto y, en cambio, en la autoconciencia de su vocación de resistencia a la violencia, a la segregación y a la desigualdad.
Quienes por formación, afinidad o mera coincidencia hemos sido testigos de los avatares de la filosofía latinoamericana, sabemos que ahora enfrenta retos enormes. Sus desafíos no son, precisamente, los rumores y las dudas sobre el futuro de la filosofía académica, o la disputatio sobre el destino de la universidad como institución. Más bien, por cuenta de su capacidad crítica, se la convoca aquí y ahora para hacer frente a la crisis de las democracias, al pesimismo que incapacita, al colapso ambiental y a la mercantilización de la educación. Afortunadamente, la tradición latinoamericana ya ha demostrado que se puede y que se debe filosofar desde las grietas.
En línea con esa relación entre tradición y actualidad, en la que la primera genera el impulso para hacer frente a la segunda, el XIX Congreso Internacional de Filosofía Latinoamericana (que tendrá lugar entre el 27 y el 29 de agosto en la Universidad Santo Tomás) pretende ser un encuentro para examinar de qué modos es posible y deseable desplegar un pensamiento filosófico situado, coherente y necesario. Lejos de ser una excusa para la nostalgia, se trata de una oportunidad para la experimentación con el pensamiento vivo en el contexto urgente de nuestra región. Bajo el título “Horizontes contemporáneos de la filosofía latinoamericana“, el evento no solo revisará los legados teóricos del pensamiento latinoamericano, sino que también interrogará su capacidad para responder a los desafíos del presente.
Entre los invitados confirmados para esta ocasión se encuentran los filósofos Adriana Arpini, Dante Ramaglia, Diana Milena Patiño, Santiago Castro-Gómez, Damián Pachón Soto, Diana Triana Moreno, John Jairo Cardozo, Álvaro Monterroza, Francisco Barrón, Andrés Santamaría, Andrés Tello, Nicolás Dip y Diego Lawler. Todos ellos cultores de la filosofía y representantes del pensamiento en la región.
El Congreso se estructura en seis ejes temáticos, cada uno diseñado para abordar las tensiones y potencialidades de la filosofía en América Latina. En el primero de ellos se examinará la historia intelectual, las prácticas historiográficas y las narrativas que han configurado nuestra autocomprensión. Lejos de limitarse a una reconstrucción académica, este diálogo busca descentrar las miradas hegemónicas y recuperar voces silenciadas que han resistido a los proyectos coloniales y neocoloniales. Se trata de un ejercicio crítico que cuestiona cómo se ha escrito la historia y, sobre todo, para quién.
En el segundo eje se debatirán los retos de la filosofía latinoamericana contemporánea en un mundo donde las certezas de la Modernidad —la razón, el progreso, el Estado-nación— se encuentran bajo sospecha. El pensamiento crítico de la región ha respondido a esta crisis con propuestas originales, como la teoría decolonial, la filosofía de la liberación y marcos onto-epistémicos que desafían el eurocentrismo dominante. Así, se analizarán estas corrientes en tanto que herramientas para la transformación social.
En tercer lugar, se explorará la filosofía de la tecnología desde una perspectiva situada. En un contexto donde el desarrollo tecnológico suele imponerse desde el Norte global, América Latina ha generado reflexiones críticas que vinculan la técnica con la colonialidad, la ética y las cosmotécnicas ancestrales. Desde enfoques decoloniales hasta innovaciones tecnológicas alternativas, este espacio debatirá cómo las herramientas del siglo XXI pueden servir a proyectos emancipatorios y no solo a la reproducción del poder.
El cuarto eje estará dedicado a los feminismos del Sur, con un énfasis en las luchas de las mujeres indígenas, afrodescendientes y campesinas. A través de miradas decoloniales y materialistas, se analizarán las intersecciones entre género, raza y clase, así como las formas en que el capitalismo y el patriarcado configuran las opresiones en la región. Este diálogo no solo cuestionará las estructuras de dominación, sino que también destacará las estrategias de resistencia y autonomía que han surgido desde los márgenes.
La relación entre filosofía y educación ocupará el quinto eje. En un continente donde los sistemas educativos suelen reproducir desigualdades, habrá que preguntarse qué significa enseñar a pensar en contextos de crisis. ¿Cómo pueden las pedagogías críticas latinoamericanas —inspiradas en Freire, en las cosmovisiones indígenas o en las prácticas comunitarias— romper con los modelos importados y construir alternativas situadas? La discusión no se limitará al aula; abordará también el papel de la filosofía en la formación de sujetos políticos capaces de intervenir en la realidad.
Finalmente, el sexto eje explorará el arte como espacio de imaginación crítica y emancipación. Desde la literatura hasta las prácticas performativas, las expresiones artísticas en América Latina han desestabilizado narrativas hegemónicas y creado lenguajes propios. No solo analizará obras u objetos estéticos, sino que también interrogará su potencial para construir identidades y entrever alternativas de futuro.
El XIX Congreso Internacional de Filosofía Latinoamericana no es un ejercicio académico aislado, o al menos no pretende serlo. De ahí la apuesta por una modalidad virtual con posibilidades de encuentros presenciales. Pero más importante aún: el esfuerzo de coordinación teórica y práctica del que resulta este evento solo adquiere plena justificación si logra convocar a públicos diversos en un diálogo transdisciplinario que conecte la reflexión teórica con las búsquedas y luchas concretas. El objetivo es claro: demostrar que el pensamiento latinoamericano no solo puede interpretar el mundo, sino contribuir a reelaborar un entramado que nos permita habitarlo de otros modos. Están, todas y todos, cordialmente invitados a participar.
Damian Pachon Soto
Profesor titular de la Universidad Industrial de Santander y Visitante Asociado del Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Estudios Extranjeros de Kobe (Japón). Doctor en Filosofía y miembro de la Sociedad Colombiana de Filosofía. Convencido de que la filosofía contribuye a la cualificación de la democracia mediante la crítica y la cualificación de la discusión pública.
Autor de los libros “Herencias coloniales de larga duración y decolonialidad” (Universidad Industrial de Santander, 2025), “La modernidad filosófica española y su influencia en la filosofía latinoamericana” (Kobe City University of Foreign Studies (2024), “Estudios sobre el pensamiento colombiano, volúmenes I y II (Bogotá, ediciones Desde abajo 2011, 2020), “Espacios afectivos. Instituciones, conflicto, emancipación” (en coautoría con Laura Quintana, Barcelona, Herder, 2023), “Política para profanos” (Universidad Industrial de Santander, 2022), “El imperio humano sobre el universo. La filosofía de Francis Bacon” (Bogotá, 2019), entre otros. Colaborador habitual de Le Monde Diplomatique (Colombia) y de Filosofía&Co (España y América Latina)