Es casi imposible pensar en Vogue y atribuirle las mágicas portadas y glamurosas páginas a alguien más que a la frívola Anna Wintour. Es difícil pensar en un equipo de trabajo detrás de la mítica revista, cuando una imagen tan poderosa como ella, es la cabeza y pretende ser el cuerpo de ese monstruo periodístico conocido como ‘la biblia de la moda’. Sin embargo, desde el 2009 el mundo conoció la sombra artística de Wintour, que desde hace más de 20 años brilla con luz propia.
Gracias al documental The September Issue, dirigido por R.J. Cutler, quedó evidenciado el rostro, o mejor dicho a la melena, detrás de la magia de los editoriales de moda de Vogue USA, Grace Coddington. Esta exmodelo y directora creativa de la versión americana de Vogue, se ganó la simpatía y el respeto de aquellos que no son tan conocedores de la industria, no solo por su historia de vida y exquisito gusto, sino por tolerar y trabajar mano a mano con Anna Wintour.
Esta heroína de tez blanca e inconfundible melena roja plasma en sus creaciones su imaginación infinita y sueños más brillantes. Desde hace 40 años se infiltró en el mundo de la moda, pero desde siempre, ha estado inmerso en él. Pamela Rosalind Grace Coddington nació el 20 de abril de 1941. Vivió toda su infancia en un pueblo de Gales, en donde leer y encontrar una revista de moda suponía toda una travesía, sin embargo se las arreglaba para tener cada edición de su revista preferida: Vogue. A los 17 años ganó un concurso de modelaje auspiciado por su revista de cabecera, y ese fue su primer contacto real con el mundo de la moda.
El verdadero reto llegó a sus 26 años, cuando luego de un accidente automovilístico que le destrozó el rostro, tuvo que dejar las pasarelas y el modelaje, sin embargo desde entonces Coddington dejó de ser ícono frente a la cámara para convertirse en una heroína tras de ella. Desde 1988 se convirtió en la mente creativa de Vogue USA, tras haber trabajado para Calvin Klein y la versión británica de Vogue. Grace es reconocida por dedicarse enteramente al desarrollo de un editorial. Aún calza y viste a los modelos, cosa que pocas mujeres con el mismo trabajo hacen hoy en día, y acaba de sacar sus memorias en donde describe sus pasiones, temores y años de trabajo.
Como bien lo dijo la revista Time en el 2009: “Si Wintour es el Papa de la moda, Coddington es Miguel Ángel, tratando de pintar una nueva versión de la Capilla Sixtina doce veces al año”. Esta mujer de 73 años no solo trabaja con moda, vive para ella, y cada ilusión, anhelo y pensamiento se ve reflejado en el impecable trabajo que nos presenta desde hace varios años en la revista. Un carácter decidido y un estilo único para crear imágenes que nos quitan el aliento, le han valido para ser una de las mujeres más respetadas y admiradas de la industria.
