La costa Caribe colombiana ha sido un enorme puerto receptor de tradiciones africanas, especialmente la ciudad de Cartagena, que en medio de su contrastante paisaje, entre la zona histórica con su majestuosidad turistica , y la periferia con sus altos índices de violencia y pobreza, es un importante lugar en cuanto a tradiciones musicales.
Entre esas tradiciones una de las más marcadas e influyentes en la sociedad cartagenera es el uso de los pick ups o picós, que son sistemas de sonido ambulantes, que constan de consolas y poderosos e imponentes amplificadores. Se encuentran frecuentemente en los barrios populares de Cartagena desde aproximadamente la década de 1940, pero en 1960 se convirtieron en un elemento enaltecedor de la cultura y la música africana.
Con el tránsito de marineros cartageneros, quienes habían sido víctimas de la esclavitud, y las condiciones marginales de vida, se hizo mayor el contacto con los ritmos africanos, tal vez también esa fascinación por el continente africano y su vínculo con la comunidad negra hicieron que estos ritmos proliferaran y se adoptaran rápidamente dentro de la sociedad excluida en Cartagena. Ritmos como el highlife, mbaqanga, soweto y soukous,- este último conocido como rumba africana o lingala, proveniente del Congo y derivado del francés “secouer”, moverse, ha sido causante de censuras en algunas ciudades africanas por considerar obscenos sus movimientos en el baile,- fueron ritmos que tuvieron gran acogida en los pick ups de la región.
Al igual que los soundsystems jamaiquinos, los pick ups se convirtieron en un símbolo de poder para sus poseedores y no tardaron en desarrollarse rivalidades musicales en cuanto a la capacidad del sonido, y variedad musical. Lo que en Jamaica se desarrolló como los soundclash o batallas de sonido, en Cartagena se manifestó con la creación de slogans que demostraban superioridad frente a los otros pick ups.
En estos dos contextos se produjeron ritmos musicales provenientes de un entorno marginal, en Jamaica surgió el raggamuffin, una derivación del reggae dancehall, que estuvo ligada al surgimiento de los gangsters en Jamaica, el termino raggammuffin hace alusión a harapiento. Al mismo tiempo, en la década de los 80 en Cartagena, jóvenes pandilleros se presentaban en los bailes pick up, causando riñas y enfrentamientos en ocasiones fatales, estos jóvenes portaban champetas (cuchillos o pequeños machetes) con los que se armaban para las riñas, el termino champeta también fue un calificativo social despectivo; champetudo hacía referencia a alguien de mal gusto o un delincuente. Posteriormente el termino champeta sería adoptado por las transformaciones de la música africana que surgieron en Cartagena, este término fue acogido porque era la música que consumían los “champetudos”.
Actualmente los sectores marginales de Cartagena aunque no tienen un gran atractivo turístico, tienen gran riqueza musical, merecedora de ser reconocida, grandes y poderosos picós de champeta como “el rey de rocha”, o de dancehall como el “passa passa”, han cobrado mucha fuerza y reconocimiento dentro de la población, convirtiéndose en una tradición enaltecedora de las raíces africanas en esta ciudad.
Aquí algo del Rey de Rocha
http://www.youtube.com/watch?v=DmD3PWEw-mM
Fabián Paez Lopez
Antropológo de la universidad Javeriana. Investigador, perdiodista en Shock,co y Dj a ratos.