A pesar de no haber querido escribir sobre el caso de Natalia Springer y su contratación con la Fiscalía General de la Nación en el blog, la reciente entrevista con Cecilia Orozco sirvió de motivación para cambiar de opinión, ya que me parece bastante bajo que Springer use el tema de violencia de genero para desviar el tema y blindarse ante las críticas.
Calificar el cuestionamiento por contratos con el Estado como elitismo, discriminación y machismo es solo una de varias formas de evadir el verdadero debate. En mi opinión, Springer es quien menos puede hablar de elitismo y discriminación cuando ella misma se benefició de la asignación de contratos en los cuales no hubo una licitación previa. Quienes fueron discriminados acá fueron los contratistas, aquellos que no pertenecen a la elite de medios y política colombiana, que no tuvieron la oportunidad de postular sus empresas, equipos y capacidades para llevar a cabo el proyecto por el cual pagó la Fiscalía.
Hablar de machismo y violencia de género es solo una manera de aprovecharse de dos temas que han mantenido a muchas mujeres colombianas bajo la opresión y el abuso. Ser cuestionada de la misma manera en la que han sido cuestionados otros contratistas, por ejemplo los de la administración del Alcalde Gustavo Petro, no significa que Springer sea víctima de machismo y violencia de género. Sin embargo, esperar un trato preferencial por el simple hecho de ser mujer si da pie a consideraciones machistas por parte de Springer para desviar la atención de lo realmente importante.
Viendo el tema objetivamente, los cuestionamientos sobre los contratos per se no demuestran ni machismo, ni violencia de genero. Quizás las únicas oportunidades donde los medios y las redes sociales han caído en graves errores machistas fueron los comentarios de Julio Sánchez Cristo y las críticas por la apariencia de Springer. Luego de mencionar los títulos de Springer y sus áreas de conocimiento, Sánchez Cristo expresó lo siguiente sobre su apariencia: “no es un secreto que además de su inteligencia y de su conocimiento, pues es una mujer extremadamente atractiva”, como si esto tuviera algo que ver con la polémica desatada por los contratos. El comentario de Sánchez Cristo es solo comparable con las críticas sobre el cabello y una supuesta rinoplastia de Springer; detalles que no vienen al caso, pero si le sirven de excusa a ella para victimizarse y poner una cortina de humo sobre los temas centrales, los contratos y la idoneidad de su empresa para llevar a cabo las funciones delegadas por la Fiscalía.
A pesar de que Springer argumentó en la entrevista con Orozco que en la Fiscalía “no tienen ni el equipo técnico ni el desarrollo de las herramientas tecnológicas” con las cuales cuenta su consultora, resulta un poco sorprendente que una empresa constituida recientemente tenga más capacidad que la entidad del Estado especializada en investigaciones.
Uno de los puntos más interesantes de la entrevista se da cuando Springer menciona que uno de los equipos de su consultora se encarga de recoger bases de datos, lo cual genera una duda principal. ¿Si hay un grupo especializado en la recolección de datos, por qué Springer Von Schwarzenberg Consulting Services S.A.S. dependía de la información de Cifras & Conceptos?
Pocas cosas quedan claras con las declaraciones de Springer, lo que sí es seguro es que temas como el machismo, el elitismo y la violencia de género seguirán siendo utilizados para desviar la atención sobre los millonarios contratos otorgados a la consultora de la analista política.
El último detalle que es importante resaltar es la falta de conocimiento de varios periodistas sobre títulos académicos. Parece poco creíble que en medios como El Espectador y Revista Semana todavía no sepan que PhD significa “Doctor en Filosofía”, lo cual no significa que el doctorado sea en filosofía, ya que los programas se llevan a cabo en distintas áreas. Lo más elemental seria que antes de criticar y cuestionar los títulos de Springer, o de cualquier persona, se informaran para tener un conocimiento básico con el cual reportar de manera correcta.

