Femmes Fatales

Publicado el Claudia Plazas

Lo que el ESMAD se llevó y el paro nos dejó

Érase un presidente

Sin nadita que gobernar

Sino paro agrario, paro camionero,

Paro cafetero, paro de salud

Y el pobre no encontraba

Que gobernar ni que mejorar

Es que al parecer la crisis del paro agrario se solucionó firmando unos papelitos, que vaya uno a saber cuándo es que el gobierno va a cumplir con lo que allí se estipula. El gobierno del Presidente Santos retó a los campesinos a llegar a Bogotá y le llegaron. En menos de 24 horas tuvo que militarizar la ciudad por culpa de disturbios causados por vándalos que no representaban ni a los campesinos ni a sus intereses. Hay que notar que el gobierno no se inmutó hasta que rompieron los vidrios en la Plaza de Bolívar, pero eso sí, cuando los señores del ESMAD rompieron vidrios a diestra y siniestra el gobierno no se pronunció, no se indignó.

Pero lo peor no para ahí, según el informe titulado “Agresiones de la Fuerza Pública contra la población civil en el marco del paro agrario y popular”, publicado el 28 de Agosto por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights, los abusos van más allá de unos vidrios rotos.

El informe señala que hubo evidencia de “disparos indiscriminados con armas de uso privativo de la fuerza pública contra la población que causaron al menos 5 heridos. El uso de armas reglamentaria para intimidar a los manifestantes en los sectores de Germania, Tierra negra, Altos de El Moral y Puente de Boyacá”.

Las agresiones sexuales también hicieron parte de los atropellos cometidos por parte de las autoridades.

“La misión documentó, mediante el testimonio directo de las personas que auxiliaron a la víctima, un caso de empalamiento cometido por la fuerza pública el 21 de agosto en La Germania. Según los testigos, durante la persecución del ESMAD contra los manifestantes retuvieron a un joven de la zona a quien lo sometieron, lo desnudaron y lo accedieron sexualmente con un bolillo por el recto. El joven fue dejado agonizante, completamente desnudo, dentro de una zanja, donde fue encontrado en las horas de la noche por los campesinos. El joven fue hospitalizado”.

Recuerdo claramente cuando el gobierno lamentó y condenó el empalamiento y las agresiones de las cuales fue víctima Rosa Elvira Cely. Pero de nada sirve lamentarse cuando hechos como un empalamiento, perpetrado por miembros del ESMAD, pasan ignorados y sin castigo. Obviamente en el país del Sagrado Corazón de Jesús el gobierno se indigna por todo pero no hace nada para mejorarlo; todo lo contrario, crímenes como estos son escondidos. Quien esconde un crimen o se niega a investigarlo (ya sea activa o pasivamente) es tan culpable como el actor material.

Los abusos no acaban ahí.

“Las mujeres manifestaron intimidaciones y amenazas de agresión sexual por los agentes del ESMAD. Asimismo, varios declarantes expresaron que los miembros de la fuerza pública, en total abuso de autoridad y de su condición de hombres, persiguieron niñas, adolescentes y mujeres jóvenes e incluso de la tercera edad con el fin de violentarlas de forma verbal y física”.

 “Este tipo de amenazas han sido igualmente denunciadas por varios campesinos que han permanecido detenidos por varias horas en poder de la Policía quienes afirman que constantemente los uniformados les amenazaban con agredirlos sexualmente”.

Pero para Juan Manuel Santos, ese tal paro no existía; así que ya podemos esperar que salga a decir que esos “tales” abusos tampoco “existieron”.

Dentro de los hechos relacionados con armas blancas y elementos contundentes, el informe lista los siguientes casos:

Antonio Ruiz, personero de Ventaquemada, se “refirió a múltiples y reiteradas agresiones por parte de la fuerza pública contra los campesinos con elementos contundentes. Señaló, que durante los tres primeros días del paro agrario, su despacho recibió al menos 15 denuncias por los desmanes del ESMAD”.

Un campesino declaró que “el martes 20 de agosto se encontraba en la carretera de la vereda Tierra Negra, cuando miembros del Escuadrón Móvil comenzaron a lanzar gases lacrimógenos que le afectaron las vías respiratorias quedando en total estado de indefensión y a punto de perder el conocimiento, momento en el cual varios agentes lo agredieron con un palo, propinándole golpes por todo el cuerpo, pese a que en razón al tratamiento de diálisis que debe recibir, no puede correr ni moverse con brusquedad”.

“En Tierra Negra, mediante testimonio registrado en video y fotografías un anciano narró a la Misión, que aunque no estaba dentro de la protesta, el ESMAD irrumpió en su lugar de residencia, obligándolo a salir junto con su familia para luego golpearlo en el brazo, espalda y glúteos, exhibiendo evidentes equimosis en su cuerpo. Manifestó igualmente que a su yerno, un soldado profesional discapacitado, en retiro, quien usa prótesis en la pierna derecha, lo golpearon en sus extremidades, estómago y rostro, siendo visibles equimosis alrededor del ojo derecho”.

Una mujer de Tierra negra que presentaba equimosis e inflamación en uno de sus ojos, señaló “que ello fue producto de los golpes recibidos de parte de cinco agentes del ESMAD, dentro de su establecimiento de comercio, versión que fue constatada por otros vecinos testigos del hecho”.

En Ramiriquí, “la Personería recibió 22 denuncias de desmanes del ESMAD que dan cuenta de graves crímenes contra los habitantes de la región, tales como: a) El ataque con arma de fuego contra varios campesinos en la cabeza, dedos, abdomen y espalda, b) El lanzamiento de gases lacrimógenos al interior de vehículos mientras los y las campesinas consumían sus alimentos; c) La agresión con elementos contundentes contra campesinos en diferentes partes del cuerpo; d) Disparos en el pecho con artefacto desconocido; e) Disparos en la columna vertebral a corta distancia con gases lacrimógenos”.

La Delegación también recibió la llamada telefónica del alcalde municipal de Tibasosa Carlos Arturo Triana, “quien denunció lo ocurrido a un ciudadano quien fue golpeado por miembros del ESMAD en la azotea de su casa e indicó que de hechos similares han sido víctimas otros habitantes del municipio”.

Hechos como este:

El informe menciona que los atropellos también incluyeron el “uso indiscriminado de gases lacrimógenos, gases pimienta, balas de goma, balines y otros elementos de represión, en lo que constituye un abuso de autoridad y un uso excesivo y desproporciona de la fuerza”.

Por ejemplo: “En La Germania, agentes del ESMAD ingresaron a una vivienda donde habitan una mujer, tres niñas de tres, un año y once meses de edad y dispararon gases lacrimógenos, provocando la asfixia de las niñas, situación que no terminó con la muerte de las menores gracias a la rápida acción de los vecinos, señalan los campesinos”.

“La Misión conoció que un modus operandi común del ESMAD en varios municipios boyacenses, consistió en lanzar gases lacrimógenos en sitios cerrados, principalmente al interior de las casas ocupadas, de campesinos al margen de las manifestaciones”.

“En Ventaquemada, denunciaron el personero municipal y varios testigos, que un jardín infantil fue atacado con gases lacrimógenos causando caos y afectación respiratoria a 16 niños y niñas entre 3 y 6 años de edad”.

El informe especifica claramente que estos hechos atentan contra derechos estipulados internacionalmente: “Hechos como los descritos, vulneran los principios de la Convención Internacional de los Derechos del Niño y el artículo 44 de la Constitución Política que establece la primacía de los derechos de los niños, niñas y adolescentes y el deber de protección a éstos por parte del Estado en forma prioritaria, en todo tiempo y lugar.”

Algunos atropellos pueden llegar a ser clasificados como tortura: “En Tierra Negra, el ESMAD torturó a una mujer en estado de embarazo, a quien le lesionaron los dedos y la obligaron a abrir la boca para vaciarle el contenido de un spray de gas lacrimógeno”.

El informe claramente menciona que los hechos descritos  “son infracciones al derecho interno y al Derecho Internacional de los derechos humanos”. Curiosamente, el gobierno en ningún momento inició una investigación por parte de la Unidad de Derechos Humanos.

Lo que el ESMAD se llevó:

 “Destrucción de viviendas, ropa, enseres y alimentos de los campesinos, incluidas las ollas comunitarias con las que preparaban sus alimentos los manifestantes.

Incursiones ilegales a viviendas que incluso se encontraban lejos de los sitios de las movilizaciones, no sólo en la zona rural sino en algunos barrios de Tunja, en inmediaciones de la Universidad Pedagógica y Tecnológica (UPTC), como los barrios Santa Inés y La Florida.

Heridas y muerte a animales domésticos, que servían para el sustento diario de las familias campesinas.

Ocupación de viviendas en las que miembros del ESMAD orinaron y defecaron por fuera de los baños, como parte de actos de humillación contra las familias campesinas.

Hurto de dinero, de equipos de video, celulares, gasolina y otros bienes, según denuncias de la población en Ventaquemada, Tierra Negra, Puente de Boyacá, La Germania y el Alto de El Moral.

Un funcionario de la Fiscalía en Tunja informó que fue testigo de la invasión y destrucción de casas en el barrio Santa Inés de la capital boyacense, por parte de funcionarios del ESMAD y la SIJIN.

En Ramiriquí los campesinos denunciaron ante la Personería municipal el robo de celulares, arroz, panela, pasta, papa, pan, sal, salchichón, cebolla y dinero en efectivo, calculados en 800 mil, 100 mil, 470 mil, 130 mil y un millón 800 mil pesos respectivamente”.

Lo que el paro nos dejó:

Unos acuerdos firmados dándole soluciones a los campesinos, pero vaya uno a saber qué garantías tiene lo allí firmado. Puede que pase otro gobierno y los derechos y exigencias de nuestra clase trabajadora sigan siendo ignorados y pisoteados. Al fin y al cabo, esa es la historia de esta nuestra patria…boba.

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