Femmes Fatales

Publicado el Claudia Plazas

El Horror en París

Más de 24 horas después del atentado en París resulta difícil procesar de alguna manera la perdida de tantas vidas y el sentimiento de miedo que se apoderó del mundo a medida que se iban conociendo los detalles de los atentados. Este post es quizás solo un ejercicio personal y profesional por intentar procesar la tragedia y por demostrar que, como periodista colombiana, es posible escribir sobre el tema enfocándose en lo realmente importante y no en las publicaciones de redes sociales de personajes nefastos de nuestro espectro político ya que no amerita atención quien pesca en tragedias ajenas.

Los atentados de París enlutaron al mundo minuto a minuto mientras se iban esclareciendo los detalles sobre las explosiones afuera del estadio donde se jugaba un partido amistoso entre Francia y Alemania, la situación de rehenes en el emblemático teatro Bataclan y los demás hechos a los alrededores. Como era de esperarse, la reacción del Presidente François Hollande tenía que estar a la altura de la gravedad de los atentados, de esta manera se decretó el esperado estado de emergencia, quizás la gran sorpresa fue el cierre de fronteras. Aunque es una medida temporal, el cierre de fronteras tiene implicaciones supremamente importantes considerando la actual crisis de refugiados sirios que ha puesto en apuros a gobiernos europeos. El cierre de fronteras implica un obstáculo clarísimo para las miles de víctimas de la guerra civil en Siria que se han visto forzadas a pagar grandes cantidades de dinero y a arriesgar por tierra y mar sus vidas para huir de masacres que han sido aún mayores, en términos del número de muertos, que los ataques en París. Mi intención no es comparar tragedias, eso sería ridículo, todas las muertes duelen; el propósito de la oración anterior es ilustrar de alguna manera las graves circunstancias que han llevado a miles de sirios a dejar su país y sus familias.

Obviamente, los representantes de la derecha francesa más recalcitrante dudaron poco o nada en tomar los hechos de París para justificar sus propuestas anti-inmigrantes y los ya conocidos prejuicios en contra de las comunidades árabes y musulmanas.  Con la voz de Marine Le Pen, el Frente Nacional hizo conocer su respaldo al cierre de fronteras, una medida que se justifica debido a los atentados pero que sin duda alguna crea un desafío para la integración y la cooperación de la zona Schengen a corto y largo plazo.

Lo que resulta incomprensible es la manera en la que los representantes de la extrema derecha francesa, en su afán de erradicar el fundamentalismo en tierras europeas, son incapaces de reconocer que los refugiados sirios que ansían llegar a suelo francés, así como los muertos y los heridos de los atentados en Europa han sido víctimas del mismo verdugo.

Por el momento, el cierre de fronteras, a pesar de ser una medida de seguridad justificada y un claro ejemplo de la autodeterminación de estados dentro de los parámetros del sistema internacional  sienta un precedente poco alentador para la Unión Europea en un momento de crisis económica, política y social. Igualmente, el hecho de tener las fronteras cerradas representa un obstáculo evidente para todos aquellos refugiados que aun hoy en día ven a Europa como albergue a pesar de todos los antecedentes históricos de la relación entre el mundo árabe y los súper poderes europeos.

Por último, cabe resaltar que los atentados en París adquieren una dimensión aún mucho más grave cuando se tiene en cuenta que ayer durante su pronunciamiento Hollande enuncio las siguientes palabras: “Fue la guerra en pleno París”, una frase comparable con la “Guerra al Terror” anunciada por George W. Bush luego de los atentados del 9/11. Solo queda esperar que esas palabras no se materialicen en guerras absurdas como las que llevó a cabo Estados Unidos en Iraq y Afganistán; guerras que sirvieron para segregar a la población en ambos países y que fueron la excusa para la formación de ese verdugo del que hoy en día estamos hablando, el Estado Islámico, o para fastidio de este grupo insurgente, Daesh.

*Antes de llegar a ser insultada por la publicación de este post me gustaría aclarar que mi preocupación, mi solidaridad y mi tristeza con los hechos registrados en París nada tienen que ver con mi indiferencia sobre otros atentados terroristas en el mundo, más precisamente en Colombia. Sin embargo, y muy a mi pesar, soy plenamente consciente de vivir en un mundo tan segregado que hay quienes creen que hasta las tragedias tienen estrato.

Paris - Archivo personal. Junio 2015.
Paris – Archivo personal. Junio 2015.

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