El Hip Hop está siendo perseguido en todo el mundo, eso está claro. ¿Pero por qué?
El Hip Hop desde su nacimiento ha acogido las quejas, los reclamos, las sugerencias y los sueños de los jóvenes que, angustiados por su situación, tratan de dialogar de esta forma con la sociedad que los rodea. Desde siempre el Hip Hop ha acompañado a los invisibles, a los nadie, a negros, latinos, pobres, homosexuales, discapacitados, mujeres, entre muchos otros; en su lucha por una visibilización ante la sociedad, por tener la posibilidad de representarse sin estereotipos y cambiando el lugar de enunciación de esa representación al del oprimido. Por eso el Hip Hop siempre ha tenido diálogo con las clases menos favorecidas y con los jóvenes de bajos recursos. El año pasado el Hip Hop cumplió 40 años y en estas cuatro décadas se ha encargado de ser un arma contra el racismo, contra la xenofobia, contra la homofobia. A su vez, el Hip Hop que es tal vez el movimiento juvenil más amplio del planeta, se ha convertido en una herramienta de construcción social para los jóvenes de diversas procedencias.
Y es por esas razones, por ser un arma que destruye la discriminación y una herramienta de construcción social, es que el Hip Hop está siendo perseguido. Y aunque no es un fenómeno nuevo, las cifras están siendo alarmantes alrededor del globo, sin embargo, la mayoría de casos quedan en el completo silencio mediático y la más dolorosa impunidad.
En Grecia, por ejemplo, un grupo de neonazis asesinaron al rapero antifascista Pavlov Fryssas, conocido por el sobrenombre de Killah P. En España la persecución política a grupos como Los Chikos del Maiz o Pablo Hasél también es evidente, los han denominado “pro etarras”, cuando su labor se reduce a hacer música; los han acusado de “apología al terrorismo”. En Chile, raperos como Subverso o Portavoz también han sido carne de cañón para la prensa.
Pero no es necesario ir tan lejos. En Colombia el Hip Hop, ese Hip Hop que toma una postura frente a la situación del país, también está siendo perseguido. Por supuesto ese Hip Hop que hoy en día pertenece a la farándula criolla no es perseguido pues la industria cultural y los empresarios que la manejan lo han convertido en algo funcional al sistema. El Hip Hop de fiesta, el Hip Hop que invita a la institucionalización y que se normaliza, que no comete actos irreverentes, que da unas letras graciosillas y funcionales no es perseguido, no tiene enemigos. Es al Hip Hop que se manifiesta por un país diferente al que se persigue.
Tal es el caso de Totti Beat, Gerson Martínez, el líder de la Bogotá Humana que fue asesinado (Para leer más acerca de este caso particular ir a: https://blogs.elespectador.com/espectador-hip-hop/2014/01/08/para-que-no-nos-arrebaten-la-vida/). Tal es el caso de “Morocho”, un niño de 14 años perteneciente a la cultura Hip Hop de Medellín, que también fue asesinado en la comuna 13 de su ciudad. Semillas del Futuro, así se llama la agrupación a la que pertenecía Morocho, una agrupación de jóvenes que vieron en la agricultura ciudadana y el Hip Hop una forma de resistir pacíficamente a su contexto, un contexto de pobreza, de violencia estatal y sicarial, un contexto con una mentalidad mafiosa y traqueta, la ley de lo fácil. Y no hablo sólo de Medellín, hablo del país en general.
Mataron a Morocho y a Totti. Como han asesinado a otros líderes raperos en Medellín, 11 en los últimos cuatro años. Han perseguido a los raperos que también sufren las amenazas de la limpieza social en todo el país. El Hip Hop tiene sobre si el estigma de la droga y el micro tráfico, pero nos olvidamos del contexto que ha generado las condiciones para que la semilla de la mentalidad criminal florezca.
Un saludo solidario para su familia y para sus amigos de Semillas del Futuro, un abrazo para que sigan con su resistencia pacífica desde la naturaleza y el arte.
¿Cómo podremos mirar a nuestros hijos a la cara en un futuro para decirles que viven rodeados de gente detestable porque cuando aún quedaba esperanza no nos atrevimos a movernos, a manifestarnos en contra de la barbarie?
P.D. Hoy el fascismo institucionalizado está tratando de devolver el control de la ciudad más grande del país a las mafias. ¿Tampoco haremos nada al respecto? La “democracia” más larga de América Latina está mostrando lo frágil que es cuando a la oposición no le es permitido hacer política por la vía pacífica porque resultan muertos, desaparecidos, exiliados o destituidos. ¿Eso es una democracia? No creo que donde no hay garantías para ejercer el derecho al voto, ni garantías para hacer una política incluyente haya democracia. Por eso desde los medios de comunicación del Hip Hop les decimos a sus mecanismos de represión: ¡NO PASARÁN!
Camilo Cely V.
HipHopColombia.com
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