Quien ve un graffiti se pone al tanto de la presencia palpable de alguien más
que quiso decir algo. Eso es conocer al otro, oírlo, leerlo y verlo materializado en
Muchas paredes de Bogotá están llenas de escritos que para la sociedad son
ofensas o manchones que dañan y contaminan la urbe. Este pensamiento
pernicioso en cuanto al graffiti no es de ahora, esto nace desde 1541 cuando
Cortés, un conquistador español que llegó a México, publicó un aviso que decía
“Pared blanca, papel de necios”, esto dio pie a crear paradigmas frente a esta
Alrededor del graffiti se entrelaza una cultura y un modo de ser que no
puede pasar desapercibido por una persona interesada en observar los
fenómenos positivos en la cotidianidad del lugar donde se desenvuelve, la calle.
No por el hecho de ser gratuitos deja de ser un arte este no puede dejarse
de lado ya que es una expresión cultural que hace parte de la comunicación
humana y desempeña una importante labor en la construcción de la identidad
Bogotana.
Pero en lugar de ser ofensivos o dañinos como dicen por ahí, el objetivo final del
graffiti es elaborar mensajes con sentido, plasmando así una semiología y una
posición definida frente a las condiciones de la actualidad y de la realidad, que
todos sabemos que existen pero pocos se dedican a mostrarla. De acuerdo con
esta última aclaración se entiende que el graffiti cumple una función comunicativa
que expresa el pensamiento y la forma de ver el mundo de la persona que lo traza
en un mural. La pared, como la hoja en blanco, es el medio a través del cual se
hace visible la palabra que pretende emitir un mensaje de cualquier naturaleza.
El graffiti también puede ser un método de formación para evitar la violencia y
disminuir los índices de agresividad en la medida en que quienes liberan sus
pensamientos y emociones en el muro, no tienen necesidad de ir a pegarle al que
le cae mal o le molesta, o ir a causar problemas en cualquier parque ya que al
escribirlo lo manifiesta en sus diseños y expone la posible furia acumulada.
Todo ser humano tiene la necesidad y el derecho de comunicarse con sus
semejantes de igual forma exponer sus puntos de vista y de defender sus
intereses.
No obstante, el uso de dichos derechos se está restringido a las posibilidades
materiales y técnicas reales con que cada cual cuenta para ejercerlos. Es claro
que en esta sociedad moderna los medios masivos de comunicación son
instrumento de una minoría elitista y no sirven a los intereses de la mayoría de
la sociedad. Esa mayoría, que están alejadas del monopolio de los medios de
comunicación, desenvuelven sus propios accesos de expresión, claro ejemplo: El
graffiti, que a la final se establece como única manera de practicar el derecho de
difundir, divulgar y dar a conocer su opinión. Las situaciones y problemas que los
medios ignoran y de los cuales se desentienden, son expuestos a la luz pública
por los graffitis.
Para concluir defino que el graffiti existe para plasmar realidades, para que todos
los bogotanos o extranjeros que visiten nuestras calles puedan acceder a él y
puedan evidenciar las diferentes expresiones y puntos de vista que se entrelazan
y que en ocasiones parecen desvanecerse por las conocidas “roscas” en el
movimiento Hip Hop. Lo realmente importante y lo que debe predominar es que
siendo parte de esta nueva sociedad nosotros como ciudadanos debemos valorar
este tipo de expresiones artísticas que llenan de identidad a Bogotá.
Katherin Corredor N.
Fotos: Nathan Diazoliveira Zambrano
HABITANTE URBANO
Medios Hip Hop