Esto mejora, pero no cambia

Publicado el Polo Díaz Granados

Virna Johnson, la alcaldesa que habla sin hablar

¿Me creerías que te digo que la alcaldesa de Santa Marta, la que manda en mi ciudad, habla sin hablar? ¡Ojo que no es que sea muda!, ni padece discapacidad alguna más allá de la que dice un reconocido refrán: que no hay peor ciego que el que no quiere ver ni, por supuesto, peor mudo que el que no quiere hablar.

Esa especial facultad que pareciera tener la alcaldesa de mi ciudad viene de la época de elecciones, cuando, irrespetando a sus adversarios políticos y, de paso, a los samarios que queríamos conocer sus propuestas, dejó vacías las sillas de los debates electorales. En esa época, sin decir una palabra, nos gritaba a los cuatro vientos: ¡No necesito debatir, a mí ya me eligieron!

Y dicho y hecho… Tan solo han bastado los primeros 5 meses de mandato -casi la mitad de ellos en coronavirus- para que los samarios no tengamos ninguna duda de que obtuvimos lo que votamos: ¡Una alcaldesa que habla sin hablar!

En todo este tiempo, la mandataria distrital no ha tenido que hacer mayor esfuerzo que tomar atenta nota de las directrices del gobernador del Magdalena, su jefe político, y, sin musitar palabra, aterrizarlas a la ciudad. ¡Como si Santa Marta aún fuera un municipio! ¡Como si no tuviera autonomía!

Es así como Virna, en estos tiempos, no ha sido realmente alcaldesa sino más bien una juiciosa secretaria de Santa Marta -La más importante del despacho del Gobernador- dedicada al copy-paste de decretos y a transmitir juiciosamente a través de las redes sociales los mensajes que Caicedo ordena decir. ¡Siempre de segunda! ¿O quién crees que les reveló a los samarios que Santa Marta entraría en cuarentena? ¡Virna no fue (mira el video aquí)!

¿Pero por qué todo este carretazo? ¡Porque no podía faltar la última intervención en mute de la alcaldesa! ante una evidente embarrada del presidente del Concejo de Santa Marta, Carlos Elías Robles (cuñado del Gobernador Caicedo), a quien pillaron bebiendo cerveza el viernes pasado, violando el aislamiento; ¡Violando la Ley Seca!

A su mejor estilo, sin decir una palabra, la alcaldesa Johnson, que es la máxima autoridad de Santa Marta, jefa del comandante de Policía, literalmente se hizo la ‘loca’ con la situación. De hecho, un tuit de la cuenta de la alcaldesa fue automáticamente eliminado segundos después de publicado. ¡Virna no dijo ni mu!, aunque con su omisión sí que les envió un mensaje tácito a los samarios: ¡Que el que tenga palanca, la Ley se la pasa por la faja!

Sin decir palabra, Virna Johnson les dijo a los más de 140 samarios que han multado por violar las disposiciones del aislamiento que pareciera que el concejal, por el hecho de ser concejal -y pareja de la hermana del gobernador, de paso- tiene más privilegio que los demás y que sus infracciones tienen inmunidad.

¿Qué pensará el hombre que fue a sacar su perra a pasear y lo multaron? ¿o los mariachis que multaron por aceptar una la serenata para tener alguna entrada en medio de la crisis? ¿y qué decir de los vendedores informales que, a riesgo de no morir de hambre, salieron a ganarse el día a día y se devolvieron a sus casas con un comparendo que vale tres veces más lo que ganan en un mes?

¡Sea esta la oportunidad para pedirle a Virna Johnson que se despabile! Que los samarios no votamos por una secretaria de despacho. ¡Basta ya de disfrazar de armonía la subordinación!

p.d. Gracias únicamente a la presión mediática, el concejal Carlos Robles -ya descubierto públicamente- se presentó a la Policía para que le impusieran comparendo. ¡Eso sí!, olvidó decir que apeló la decisión. Aunque, en medio de todo, al menos se le reconoce la intención de embarajarla.

¡Con las palancas que tiene, bien pudo hacerse el loco!, en todo caso, Virna Johnson no hubiera dicho nada. ¡Se los aseguro!

Comentarios