Esto mejora, pero no cambia

Publicado el Polo Díaz Granados

¿Por qué me tapo la cara?

Las reacciones personales que he recibido a raíz de mi última entrada de blog (¿En qué andan los parapolíticos e investigados del Magdalena?) me han hecho pensar que voy por buen camino. Bien lo dice un colega mío al que admiro, tristemente con su vida amenazada: “¡cuando la gente se queja contigo es porque estás haciendo las cosas bien!”

Polo Diaz Granados

Al principio me tapaba la cara porque me creía un rastrillador, esos periodistas a los que el entonces presidente gringo Theodore Roosvelt criticaba porque –según él- no eran más que de esos que rastrillaban el estiércol, evitando ver lo “elevado de la vida”, y que se quedaban solo en lo que es “vil y degradante”.

Soñaba con mi ‘watergate’ criollo –todavía sueño con eso, no crean– y con sus proporciones guardadas al departamento del Magdalena. Me imaginaba destapando ollas podridas en la región que me vio nacer, denunciando políticos corruptos y luchando con las palabras como únicas balas para lograr una sociedad más justa.

Pero créanme que la rayúez dura poco y si antes pensaba que los políticos eran los corruptos, me encontré con una realidad peor: una realidad donde los malos son ‘bien’ y el que hace las cosas bien está mal. ¡Créanme lo que les digo!

En poco tiempo me estrellé con una realidad que idolatra al que roba, al que hace su dinero a las malas; una sociedad donde ese dinero mal habido se derrocha sin llevarlo en cuentas. Una sociedad que no condena al condenado, sino que lo excusa y lo justifica. Una sociedad sin memoria y con mucho poder.

Y cuando entendí eso me di cuenta que también me tapo la cara por pena, porque me avergüenzo.

¡Por eso me lo propuse! Mi apuesta será por la memoria histórica.

Dicen que la historia hay que conocerla para no repetirla, pero me basta con que se conozca y se recuerde, porque nada me garantiza que no la van a repetir. ¡Toda la vida la han repetido! Si no échenle un vistazo a nuestro dirigente (no doy pista de a quién me refiero, pero fijo estás pensando en el mismo que yo ¿Por qué será? ¿Ah?).

Pensándolo bien… Se las tiro así no más. ¿Saben por qué me tapo la cara? Porque tengo la nariz muy grande.
Por Polo Díaz-Granados

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