Esto mejora, pero no cambia

Publicado el Polo Díaz Granados

Así es como ponen a un Gobernador del Magdalena

En un día cualquiera del año 2006, el Mello Cotes estaba en la playa con su familia. En ese entonces, el hoy gobernador del Magdalena era un joven magdalenense de 19 años, cuya única preocupación era sobrellevar el último grado -con más pena que gloria- en el colegio Bilingüe de Santa Marta y tocar acordeón en fiestas familiares y de amigos.

Mientras que el pequeño joven jugaba a chapalear el agua en la orilla con su hermano gemelo, su familia -reunida en una carpa- discutía sobre los hombros de quién iban a seguir llevando la piña de la política del Magdalena. A fin de cuentas, así lo venían haciendo durante generaciones. (ver minuto 19:35 en el video que les dejo al final).

Polo Diaz Granados

Fue en ese momento cuando la mirada de todos los parientes –inclúyase a su papá y tío, conocidos como los Conejos, a su tío político Chico Zúñiga y su tía Rosa Cotes- se posó sobre los gemelos que jugaban en la playa: uno de esos dos pequeños jóvenes que aún no pisaban por primera vez una universidad iba a ser el que aseguraría el futuro político de la familia. ¿Cuál de los dos sería?, era la pregunta. Ni difícil que fuera, de todos modos son igualitos.

El cuento que les estoy echando, no es ni mucho menos una carreta inventada por mí, aunque estos párrafos tengan su picantico de imaginación (tal cual lo haría Gustavo Bolívar en los Tres Caínes).

Resulta que este episodio de cómo el Mello Cotes terminó puesto como diputado del Magdalena, y posteriormente como Gobernador, es algo que relató él mismo en una entrevista en un programa de Telecaribe, tan solo días después de haberse posesionado.

“Cuando nace la idea de seguir manteniendo el espacio político en el departamento sale la aspiración a la Asamblea. Inicialmente las opciones eran mi hermano o yo. Cualquiera de los dos que fuera estaba bien; para la familia iba a ser igual”, dice textualmente Luis Miguel Cotes en el programa Confesiones con Cata Riaño.

mello cotes

Según contó Cotes, quien posó en la entrevista con una acordeón –según la presentadora, para darle algo de confianza en la entrevista– su familia lo convirtió en político en tan solo 20 días:

“Las personas (unos supuestos especialistas que viajaron desde Bogotá a estar 20 días con los gemelos) vinieron e iniciamos un trabajo con jornadas de 6 a.m. a 6 p.m. y nos ponían tareas. Por ejemplo una de las tareas fue que les lleváramos al día siguiente la lista de todos los amigos de nosotros con su teléfono y dirección. Yo hice la tarea muy juicioso, al día siguiente llevé mi lista, a mi hermano se le pasó y llegó sin la tarea”, dijo con alegría.

El propio gobernador del Magdalena confesó que después de los 20 días de preparación, los ‘expertos’ tomaron la decisión de que Luis Miguel debía ser el político: “le dijeron a la familia que el candidato debía ser yo”…

¡Y listo!, como por arte de magia, pocos años después, Luis Miguel Cotes se hizo elegir diputado del Magdalena con la mayor votación del Magdalena: ¡Todo porque hizo la tarea!

Pero no se preocupen incautos electores del Magdalena, que este gobernador que tenemos no lo respaldan los supuestos miles de votos que obtuvo ni las miles de firmas que lo avalaron cuando el Partido Liberal se lavó las manos y decidió echarlo por sus malas compañías políticas. Este gobernador lo respalda es su familia… Igual, a fin de cuentas, para ellos va a ser igual. Y ahí siguen: ¡En la piña!

Se me olvidaba: abran el ojo y estén pendientes a qué contratista le irán a quedar los negociazos de la doble calzada Ciénaga-Barranquilla y la Vía de la Prosperidad. Pongan la lupa y no les digo más.

Por Polo Díaz-Granados
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