¿UN DIPLOMÁTICO DE CARRERA, PRÓXIMO PRESIDENTE DE VENEZUELA?*

El 2024 es año electoral en varios países, pero en algunos, resultará decisivo para su historia presente y futura, como es el caso de la República Bolivariana de Venezuela. Todo el proceso democrático en el hermano país, no ha estado exento de polémica. En elescenario internacional, deben mencionarse los acuerdos de Barbados (sobre promoción de derechos políticos y garantías electorales y la protección de los intereses vitales de la Nación), firmados el 17 de octubre de 2023 en Bridgetown por el gobierno venezolano y la oposición concentrada en la Plataforma Unitaria, con el acompañamiento de varios países, incluido Colombia. 

Los acontecimientos de los últimos días, han dejado a un candidato opositor de la Plataforma Unitaria, Edmundo González Urrutia (La Victoria, Estado Aragua, 1949), algo que se convierte en un gran logro por parte de la oposición venezolana, que se había caracterizado por su falta de cohesión interna, aclarando que aparecen otros candidatosdenominados independientes, pero con opción mínima. Sin embargo, será la primera oportunidad de contar con un candidato, quien a pesar de ser relativamente desconocido, impulsado por la plataforma y los movimientos que la componen, pueda llegar a disputar el poder al actual presidente, Nicolás Maduro.

Lo interesante para este blog de la Asociación Diplomática y Consular de Colombia -ASODIPLO-, es que se trata de un diplomático de carrera venezolano, internacionalista reconocido por su trayectoria y autor de textos sobre la materia. Egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), equivalente de la Universidad Nacional de Colombia, cuenta con un máster en Relaciones Internacionales de la American University de Washington en 1981.

Como diplomático de carrera, fue primer secretario en la embajada de Venezuela en Estados Unidos, ocupó cargos en la Dirección General de Política Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, entre 1994 y 1998, incluyendo la Dirección del Comité de Análisis y Planificación Estratégica. De igual forma, fue embajador de Venezuela en Argelia de 1991 a 1993, así como en Argentina entre 1998 y 2002, periodo bajo la administración del presidente Hugo Chávez, cuando González Urrutia colaboró en el proceso de incorporación de Venezuela al Mercado Común del Sur, Mercosur.

La vinculación de González a la Cancillería venezolana, incluso viene de familia, porque uno de sus ancestros fue Wenceslao Urrutia, quien fuera ministro de relaciones exteriores de Venezuela en 1858, célebre por haber firmado el llamado “Protocolo Urrutia”, un salvoconducto para facilitar la salida de Venezuela, del derrocado presidente José Tadeo Monagas, asilado en la embajada de Francia, lo que generó una serie de conflictos posteriores. 

El diplomático González Urrutia ha escrito varias obras individuales o participado en colectivas, uno de estos trabajos es “Venezuela y Colombia: una relación de encuentros y desencuentros”, libro editado por la Universidad Católica Andrés Bello en 2020, del cual González fue su coordinador y en el prólogo titulado “Rescatemos lo que nos une”, escribió: “Dos décadas atrás, éramos ejemplo real de integración. Aquella que, más allá de las importantes cifras de comercio bilateral y del intercambio de bienes y personas, se extendía a los ámbitos de infraestructura, energía, educación, cultura, cooperación en la lucha antinarcóticos, por citar algunos. Fuimos protagonistas de la gesta independentista y hemos sido modelo de una estrecha relación construida a lo largo de muchos años y que, en su momento, nos presentó como el ejemplo de la integración andina y suramericana”.

Para los interesados, el libro se puede leer de manera gratuita en su versión PDF, en el siguiente enlace:

Entre 2013 y 2015, González Urrutia fue el enlace internacional de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), de la cual fue su presidente en 2020. González Urrutia fue seleccionado de forma unánime por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), de la cual ha hecho parte, para enfrentar al actual presidente, recibiendo el apoyo de María Corina Machado y Manuel Rosales, gobernador del Estado Zulia, figuras emblemáticas de la oposición. La verdad es que su candidatura, fue como diríamos en el argot del billar, una carambola, porque su inscripción se dio, como una especie de plan C, por si había problemas con lasde María Corina Machado y Corina Yoris, como en efecto sucedió. 

Ya veremos si la experiencia de Edmundo González Urrutia y, particularmente, la habilidad conciliadora que suele adjudicársele a los diplomáticos, lo ayudarán en su pretensión de ser un “gobernante de transición”. Por el momento, la candidatura de González ha suscitado voces en positivo, como la del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lo cual podría evitar que surjan situaciones anómalas, que le impidan participar en la jornada democrática.

Al día siguiente del próximo 28 de julio, fecha electoral cuando se conmemora el cumpleaños del fallecido expresidente Chávez, sabremos el resultado de unas elecciones que son fundamentales en la historia contemporánea de Venezuela, por ende, de Colombia y que repercutirá en los procesos de integración regional latinoamericana, así como en el relacionamiento venezolano con la comunidad internacional.

*Dixon Moya Acosta es Embajador de la Carrera Diplomática y Consular y escritor por vocación. Sociólogo de la Universidad Nacional, actualmente asesor en la Dirección de Mecanismos de Concertación e Integración Regionales de la Cancillería en Bogotá. 

**Las opiniones expresadas en el blog corresponden únicamente a los autores y no comprometen a la Asociación Diplomática y Consular de Colombia -ASODIPLO