Científicos medirán por primera vez la salud de los ríos de la región y determinarán los efectos de las transformaciones que ha sufrido la cuenca en la última década. La iniciativa estará liderada por WWF y la Universidad de Maryland.
Reserva natural Bojonawi./ Foto: Fundación Omacha
“Le aseguro que esta zona no es la misma. Yo soy llanero y he vivido aquí toda mi vida. La Orinoquia está cambiando muy rápido. Aquí abundaban los peces, pájaros, caimanes y chigüiros y cada vez son menos. Lo que sí ha aumentado, en cambio, son los proyectos petroleros, los monocultivos industriales y la pesca”. Julio Cesar Rivera es profesor y vive en el Meta. Habla con preocupación de la que sospecha, podría ser una de las mayores pérdidas ambientales del país.
Una comisión científica liderada por WWF, el Centro de Ciencias Ambientales de la Universidad de Maryland (UMCES por su nombre en inglés), Corporinoquia y el Instituto Alexander von Humboldt acaba de empezar a trabajar en el proyecto a través del cuál se podrá definir, si sospechas como las que plantea Rivera, son ciertas y si el país debe implementar medidas. La iniciativa, denominada Reporte de salud de la cuenca del Orinoco permitirá aclarar cómo están realmente los ríos de la zona y qué tantos efectos ha tenido la transformación de las sabanas para actividades agroindustriales, pecuarias y extractivas, entre otras.
A través del proyecto se podrá diagnosticar y cuantificar cuáles son las principales “enfermedades” de los ríos del Orinoco y los tratamientos que deben seguirse para su recuperación, conservación y uso sostenible. Saulo Usma, coordinador del Programa de Agua Dulce de WWF, señala que “la cuenca del Orinoco ha sufrido cambios drásticos en los últimos 10 años y esos cambios han tenido un costo ambiental y socio-económico, el cual debe ser evaluado a través de la medición de la integridad o salud de sus ríos en este momento”.
Las tortugas son sólo una de las especies que componen la gran biodiversidad de la Orinoquia /Foto: Fundación Omacha
Iniciativa pionera en el país
Análisis similares para determinar la salud de un sistema fluvial se han llevado a cabo en cuencas tan importantes como la del Río Mekong en el sudeste Asiático o el río Misisipi en Norteamérica. Sin embargo, es la primera vez que en Colombia se realizará una evaluación de este tipo lo que convierte al proyecto en una buena fuente de información científica para tomadores de decisiones.
La cuenca del río Orinoco es estratégica para un análisis como este, debido a que se trata de uno de los sistemas fluviales más importante del planeta con 980.000 km2 entre Colombia y Venezuela. Contiene una megadiversidad de humedales, sabanas, bosques y selvas, en donde habitan más de 17,420 especies de plantas, 1,300 de aves, 1,100 de peces, 250 de mamíferos y 119 de reptiles.
En palabras de Clarita Bustamante, coordinadora para el Orinoco del Instituto von Humboldt: “el Orinoco no solo tiene una oferta de servicios ambientales altísima para la región andina sino para todo el planeta. Hay una gigantesca variedad de especies de flora y fauna. Se trata de una de las fuentes de biodiversidad más grandes del país y para el Instituto es muy importante participar en procesos que contribuyan a entender cuál es su estado actual”. Para Luis Alfonso Escobar, director Técnico de Gestión Integral del Recurso Hídrico del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible: “es una metodología que se podría implementar en otras cuencas del país o incluso en ríos como el río Bogotá”.
El Orinoco es una de las apuestas del Gobierno en términos de agroindustria. No es gratuita la llegada de inversionistas, de nuevas empresas y grandes vías. El problema y el gran desafío en palabras de Fernando Trujillo, Director de la Fundación Omacha, es que se está planteando un desarrollo sin entender las dinámicas ambientales de la región, poniéndola en un riesgo latente. “Por eso necesitamos instrumentos de medición como este que nos ayuden a evitar cualquier catástrofe ambiental”, señala.
Desde ahora y hasta marzo del año próximo, la comisión científica designada por las instituciones que participan en el proyecto estará preparando y calibrando el termómetro con el que podremos saber qué tanta fiebre le hemos ocasionado a esta zona del país y si aún es posible su recuperación.
Estos ríos revelarán la salud del Orinoco
Para lograr definir el estado de la cuenca, se eligieron tres de los ríos más representativos, que, de acuerdo con WWF, pueden arrojar una muestra significativa de la cuenca. El río Meta es uno de los de mayor cantidad de nutrientes y eso se refleja en su riqueza pesquera. Además es una importante vía de comunicación entre el centro del país y la Orinoquia que cuenta con posibilidades de navegación durante 8 meses al año. En cuanto al Guaviare, su curso define la zona de transición entre las cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco, una de las regiones con mayor diversidad biológica e hidrológica del país. Por último, el río Bita, es uno de los más relevantes debido a su buen estado ambiental, tanto así que actualmente avanza un proyecto que busca una figura de conservación y uso sostenible para su biodiversidad y servicios ecosistémicos.