El Río

Publicado el Blog El Río

¿Por qué se están muriendo los peces en el Río Lebrija?

IMG_0016 - copia

Las principales ciudades del país han venido acabando con sus ríos. En Bucaramanga, El Río de Oro, principal afluente de la capital de Santander, se ha convertido en depósito de basuras, animales en descomposición, materia fecal, veneno, elementos químicos y materiales de construcción. En sus aguas terminan agroquímicos, residuos de construcción,  aceites y detergentes producidos por las industrias.

Por: Tatiana Pardo

Periodista del blog El Río

Desde hace varios años estas aguas comenzaron a afectar al Río Lebrija. Las largas temporadas de verano, seguidas de fuerte lluvias que arrastran los desechos del área metropolitana, han generado continuos episodios de mortandad de peces que afectan la economía de pescadores que se ven obligados a buscar otro tipo de trabajos.

Sin embargo, las autoridades ambientales esperan que cuando empiecen a trabajar simultáneamente tres Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR)  la recuperación de los afluentes sea más rápida y por ende, estos episodios desaparezcan.

La Red de Monitoreo de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB) ha advertido que el Río de Oro, en el que alguna vez se bañaron los santandereanos sin ninguna preocupación y nace cristalino en el Páramo de Berlín, está convertido en una gigantesca cloaca que diariamente recibe 38,5 toneladas de sólidos orgánicos del área metropolitana, generando malos olores, enfermedades respiratorias, de piel, y dengue hemorrágico producto del zancudo que ronda en sus negras y espumosas aguas.

Reducir su nivel de contaminación no es una tarea sencilla ni rápida, mucho menos si solo está en funcionamiento la PTAR de ‘Río Frío’ que trata el 100% de las aguas residuales de Floridablanca y un 10% de Bucaramanga. La idea es poder modernizarla con nueva tecnología que ayude a mitigar los fuertes olores que genera y, al mismo tiempo, que pueda aumentar su capacidad de 500 l/s a 1.000 l/s.

Para acelerar el proceso y reducir los impactos ambientales, también está en construcción la PTAR ‘El Santuario’ que se espera empiece a funcionar a finales de este año gracias a una inversión de $6.800 millones que hizo la Cdmb. Esta tratará el 100% de las aguas sanitarias del municipio de Piedecuesta y las devolverá al río con un 80- 95% de purificación. Adicionalmente, se está estudiando la construcción de la PTAR ‘Río de Oro’ que trataría el 100% de las aguas negras de Girón y el resto de Bucaramanga.

Según Ludwing Uribe, ingeniero civil ex funcionario de CDMB y EMPAS, el bajo sistema de tratamiento de los vertimientos existentes está generando un deterioro grave del Río de Oro, especialmente en su confluencia final con el Río Suturará y la formación del Río Lebrija. “El objetivo de la autoridad ambiental es reducirlo paulatinamente en los próximos diez años, en la medida que se den las mejoras constructivas, de optimización y ampliación de capacidad de las PTAR existentes y las obras secuenciales de la nueva PTAR”, afirma.

MapaSantanderRioOroTat

Por ahora, el Área Metropolitana de Bucaramanga (AMB) ha identificado sobre el Río Oro 5 puntos de vertimientos con “mala calidad” del agua y 27 con calidad “mala”. Según Víctor Moreno Monsalve, subdirector ambiental de la AMB, “posiblemente sea necesario construir más plantas para acelerar la recuperación del río ya que hay zonas en las que el nivel de oxígeno es cero por lo que no hay absolutamente nada de vida”, comenta.

Mientras todo esto ocurre y el río se recupera, la mortandad de peces sigue afectando a los municipios de Sabana de Torres, Rionegro y Cimitarra desde hace más de veinte años. Incluso algunos pescadores cuentan que recogen los peces muertos que llegan en grandes cantidades para luego venderlos ya que el bocachico, bagre, dorada, arenca y picúa están desapareciendo paulatinamente.

“Esta situación nos va a dejar en la pobreza porque la pesca ya no es suficiente para subsistir, tenemos que buscar trabajos en la minería artesanal o la construcción para poder alimentar a más de 2.000 familias que nos vemos afectadas. La última mortandad que tuvimos fue el 22 de febrero y la anterior fue a finales de enero por lo que cada vez es más repetitiva y preocupante la situación”, comenta  Miguel Antonio Botías, secretario de la asociación de pescadores de Lebrija.

IMG_0063

Buscando soluciones, los pescadores le propusieron a las autoridades realizar un plan para la recuperación de caños, quebradas y humedales donde ellos fueran los protagonistas. “Nos encargaríamos del saneamiento del río removiendo los residuos sólidos, pues creemos que lo peces necesitan lugares adecuados para refugiarse. Sin embargo, no hemos recibido ninguna respuesta ya que la Cdmb ha sido muy esquiva. Esto es muy preocupante porque el río recibe cuatro toneladas de materia fecal diaria y la mortandad se puede estar presentando hasta cinco veces por año ”, comenta Raquel, otra de las pescadoras.

Mientras tanto, en la Cdmb, el Grupo Élite Ambiental (GEA) liderado por Pedro Cucua, afirma que han “abordado a algunos pescadores” para poder conocer su situación y han sembrado “nuevas especies de fauna para que los habitantes puedan continuar con su actividad piscícola”. Sin embargo, reitera que es una problemática que se va a ir solucionando cuando las tres PTAR trabajen simultáneamente.

Según el director de la ONG Cabildo Verde, James Murillo, esta situación, que no es novedosa, ha sido denunciada y puesta en conocimiento de todas las autoridades ambientales para que puedan tomar cartas en el asunto pero no lo han hecho. “Me he reunido con los directores de las distintas entidades, he estado en el Ministerio y todavía no hay acciones contundentes para frenar los impactos ambientales y económicos. Lo único que hemos tenido son reuniones y más reuniones”, denuncia.

Moreno dice que es “una situación muy grave” pero que no es competencia de la AMB el seguimiento ya que “la Cdmb es la encargada de hacer el diagnóstico de la situación y crear un plan para mitigar los impactos en las comunidades aledañas”.

Mientras tanto, en la Cdmb, el Grupo Élite Ambiental (GEA) liderado por Pedro Cucua, asegura que han “abordado a algunos pescadores” para poder conocer su situación y han sembrado “nuevas especies de fauna para que los habitantes puedan continuar con su actividad piscícola”. Sin embargo, reitera que es una problemática que se va a ir solucionando cuando las tres PTAR trabajen simultáneamente en la recuperación del río pues de lo contrario las aguas seguirán arrastrando grandes cantidades de sedimentos del área metropolitana y los lixiviados del relleno sanitario El Carrasco.

IMG_0018[1]

Parque Lineal Quebrada La Iglesia

 

Siguiendo las dinámicas de recuperación del recurso hídrico, Bucaramanga le está apostando a la construcción del Parque Lineal Quebrada La Iglesia; un proyecto de 9.3 kilómetros que unirá la capital santandereana con el municipio de Girón.La obra tiene un costo total de $37.000 millones, de los cuales $27.200 millones son para las obras de Bucaramanga que tendrán ciclorrutas, un kiosco para actividades pedagógicas y lúdicas, y un tren turístico que recorrerá la ciudad. Sin embargo, el problema sigue estando en la necesidad de recuperar la calidad del agua antes que priorizar la movilidad y el urbanismo en sus alrededores.

Según Ludwing Uribe, las obras de saneamiento de la Quebrada La Iglesia están construidas en más del 90% pero presentan problemas de tipo técnico y operativo que no han permitido su funcionamiento pese a que los vertimientos se han reducido aproximadamente a 4. El ingeniero ve como positiva la construcción del Parque ya que obligatoriamente  se le tendría que prestar mayor atención a los inconvenientes.

“Antes habían diez descargas directas al Río de Oro y lo que se hizo fue captarlas para que llegaran en mejores condiciones. Sin embargo, la manera en que se hizo trae problemas de taponamiento ya que es un sistema de alcantarillado combinado que transporta toda clase de residuos sólidos por lo que las aguas residuales pasan de largo a la Quebrada La Iglesia. Es un problema de atención porque se puede solucionar fácilmente si el mantenimiento se hiciera con mayor periodicidad ya que actualmente lo hacen 2 o 3 veces por año, cuando en realidad debería ser una vez por mes”.

Mientras se dan los procesos de construcción y una mejora en la PTAR de Río Frío, los pescadores continúan exigiendo mayor presencia de las autoridades ambientales para mitigar  aquellos impactos que no pueden esperar otros veinte años para ser resueltos.

Si quiere contactarse con nosotros escríbanos a: [email protected] 

Twitter: BlogElRio

Comentarios