El río Pasto, principal recurso natural de la capital nariñense, está próximo a someterse a una gran cirugía ambiental, urbanística y paisajística que busca devolverle su importancia y convertirlo en el eje integrador de la ciudad.
Por: Karen Tatiana Pardo Ibarra @TatianaPardo02
Periodista @BlogElRio
Para lograrlo, dentro del proyecto Parque Fluvial Río Pasto se contempla la construcción de ciclorrutas, zonas arborizadas, plazoletas para actividades deportivas, culturales y gastronómicas, y todo un sistema de transporte que ayude a mejorar la movilidad en la ciudad. Sin embargo, expertos tienen dudas sobre el tratamiento que se le daría al afluente durante el proceso y la socialización que se haría con las comunidades involucradas directamente.
Actualmente el 98% de los habitantes están concentrados en las márgenes del río Pasto pero solo el 20,16% de sus aguas son accesibles; sus orillas se han ido llenando de asentamientos que corren riesgos por erupción volcánica, inundación, remoción de masa y flujos de lodo. La alcaldía municipal respalda esta iniciativa y la considera indispensable no solo para fortalecer la relación de los pastusos con su río sino también para prevenir un desastre que pueda poner en riesgo la vida de las personas a futuro.
“Una inundación siempre es problemática pero es mejor tener una ciclorruta que viviendas con seres humanos a orillas del río. Lo que se haría es recuperar el espacio y los humedales que siempre le han pertenecido al afluente”, dice Pablo Londoño, director del programa de Arquitectura de la Universidad de Nariño, quien además considera indispensable empezar a tratar el río desde ya.
La iniciativa prevé, a mediano y largo plazo, la construcción de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) “en puntos estratégicos” y la implementación de “tratamientos ambientales para la recuperación del recurso hídrico”. Sin embargo, todavía no hay un presupuesto concreto ni estudios que determinen cuáles serían esos puntos a tratar para mejorar la calidad del agua.
“Por ahora lo que se ha hecho es mejorar el alcantarillado en las zonas de la parte alta del río y se han adelantado consultorías sobre el diseño del proyecto pero los detalles aún no están listos. Se estima que en un año todo pueda estar especificado para tratar el río y ubicar las PTAR en lugares específicos”, afirma Diego Galindo, ingeniero del POT.
El parque se divide en 11 tramos que, aproximadamente, abarcan 13.65 kilómetros y que solo estarían terminados hasta el año 2050, tiempo que podría interpretarse como exagerado pero que la alcaldía considera necesario dada la magnitud de esta intervención. “Todas las obras contemplan acciones a corto, mediano y largo plazo por lo que pasarán varias administraciones para poder ver todo culminado. Por ahora, se están despejando áreas ocupadas y comprando predios para tener espacio habilitado a la rivera del río Pasto pero será el próximo alcalde quien se encargue de buscar la financiación y esto llevará tiempo porque es una cifra elevada la que estamos estimando (casi $180 mil millones)”, comenta Enrique Riasco, encargado del componente urbano del POT.
El primer tramo en ser intervenido será el del parque ´La Milagrosa´ entre la carrera 24 y 29. El plan contempla la renovación de 3,1 hectáreas que conservan algunas construcciones de valor histórico como la iglesia San Felipe, el Teatro Imperial y la Catedral. Estas harán parte de “la ruta de integración social y patrimonial” que contará con patios de uso colectivo y zonas peatonales en donde se pueda tener contacto con la naturaleza, hacer deporte y participar de actividades recreativas y culturales.
Según Ronald Krebs, arquitecto de la universidad de Viena y miembro del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), estas obras podrían durar dos años en terminarse pero primero deben contar con la aprobación del Ministerio de Cultura.
“Vamos a iniciar en el sector histórico porque es el más importante y el único apto para la construcción en este momento ya que los demás tramos están llenos de edificaciones que se han ido asentado sin respetar la franja de 30 metros con el río. En ese sentido, es necesario crear un plan para comprar predios, demoler las viviendas y hacer los traslados pertinentes ya que no todas las zonas presentan riesgo”, afirma.
Precisamente este punto es el que más le inquieta al ex director del programa de Arquitectura de la Universidad de Nariño, Jaime Fonseca, quien considera que es una propuesta con demasiados vacíos, agreste y sin la adecuada consulta con las comunidades. “Me parece contradictorio el hecho de desalojar, demoler y luego volver a construir cuando se podrían buscar espacios vacíos que puedan emplearse automáticamente sin costos tan elevados”, dice.
Aunque el experto asegura que el proyecto, a simple vista, estaría en sintonía con la necesidad de reivindicar a la naturaleza con lo que los seres humanos han venido contaminando e invadiendo; también habría que tener en cuenta las prioridades de Pasto pues muchas veces este tipo de propuestas se construyen de acuerdo a ideales europeos que no responden a las necesidades ni al presupuesto del país.
“Empecemos a trabajar y mejorar los parques que ya tenemos, limpiemos e invirtamos en el río como corresponde, informemos a la comunidad insistentemente hasta que conozca el plan a profundidad y después miramos lo demás”, concluye Fonseca.
Otro de los aspectos trascendentales que tiene en cuenta el Parque Fluvial es el de incrementar el espacio público en la ciudad pues es una de las mayores deudas que históricamente ha tenido la capital. Según el POT 2014-2027 hay un déficit de 12.8 m2 por habitante por lo que se estima generar un incremento de 4 m2 (pasando de 2.2 a 6).
El documento define al río Pasto como el eje territorial por excelencia “que permitirá equilibrar el desarrollo urbano mejorando la habitabilidad de la ciudad”. En ese sentido, el proyecto del Parque Fluvial sería una ficha clave para transformar a la ciudad de cara a su principal recurso hídrico.
El megaproyecto hace parte del programa de ´Ciudades Sostenibles´ de Findeter y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Si quiere comunicarse con nosotros escríbanos a [email protected]
Twitter: @BlogElRio
Facebook: El Río-Blog
Blog El Río
Este blog nació en 2014 con un sueño: que algún día el río Bogotá, al lado del que viven más de ocho millones de colombianos, deje de ser uno de los más contaminados del planeta. A medida que nos sumergíamos en él, nos dimos cuenta de que el problema era más profundo, y que por eso era necesario hablar, pensar, escribir, fotografiar y documentar nuestra relación con el agua en todo el territorio colombiano.
Nuestro aliado en esta tarea es la organización The Nature Conservancy (TNC), que desde 1951 trabaja en todo el mundo para proteger las tierras y las aguas de las cuales depende la vida. En Colombia, TNC lleva más de treinta años desarrollando un modelo de conservación, que permita cumplir con las demandas de agua, alimentos e infraestructura que requerimos para avanzar, mientras conservamos nuestra rica diversidad natural.