La vida intenta retornar a la normalidad en las regiones del Este de Ucrania, escenario de un conflicto que, con cinco meses de duración, ha dejado más de tres mil personas muertas, además de cientos de miles de viviendas arruinadas. Escenas de la vida diaria en medio de una tensa calma.
Una mujer observa desde su balcón en un edificio ubicado en Yasinuvata, en las afueras de la ciudad de Donetsk. / AFP
Limpieza después de los combates. Un hombre reúne partes de proyectil y destrozos del jardín de su casa en la ciudad de Slavyansk, en el Este de Ucrania. / AFP
Una escena en la ciudad de Donetsk, epicentro de las fuerzas separatistas pro rusas. / AFP
Un soldado ucraniano inspecciona los restos de una columna del ejército de Ucrania atacada por los rebeldes separatistas en la localidad de Talakovka. / AFP
Esta mujer ahora vive en un granero después de que su casa fuera destruida en combates sostenidos en la aldea de Pervomayskoe, en cercanías a la ciudad de Donetsk. / EFE
Un niño camina a través de lo que quedó de un puesto de control del ejército ucraniano a las afueras de la ciudad portuaria de Mariupol. / AFP
Un hombre regresa a su casa luego de hacer mercado. Yasinuvata, en las afueras de Donetsk. / AFP
Esta mujer llora después de encontrar su casa derruida en la aldea de Pervomayskiy, en el Este de Ucrania. / AFP
Mientras el cese al fuego aguanta, los residentes de la ciudad portuaria de Mariupol disfrutan de una tensa, aunque anhelada, calma. / AFP
Los pequeños placeres de un verano en paz en la ciudad de Slavyansk. / AFP
Una novia recién casada celebra su boda en medio de una frágil paz en la ciudad portuaria de Mariupol. / AFP