El MERIDIANO 82

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Se vende material genético indígena en EE.UU.

Científicos estadounidenses extrajeron ilegalmente sangre a 600 indígenas en la selva amazónica ecuatoriana. Se cree que lo mismo sucedió en otros países como Perú y Bolivia.

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Por: Angélica Lagos Camargo

Hace veinte años, la petrolera Maxus (Texas, EE.UU.), que operaba en la selva Amazónica ecuatoriana, contrató al instituto Coriell, un centro de investigación médica con sede en New Jersey, para tomar 3.500 muestras de sangre a nativos huaorani, con la excusa de realizar exámenes médicos cuyos resultados nunca se entregaron.

Años después, en agosto de 1996, dos científicos brasileños denunciaron que el instituto Coriell estaba vendiendo muestras de ADN de indígenas karitania y suruí, que habitan en el estado amazónico de Rondonia (limítrofe con Bolivia). Desde entonces Brasil demandó al instituto por la venta ilegal de material genético.

En 2012, la Defensoría del Pueblo de Ecuador (DPE) denunció al mismo instituto por vender material genérico de nativos huaorani de la selva ecuatoriana. El ADN de los indígenas fue enviado por el centro médico a ocho países, en un caso que, según la DPE, también compromete a la Universidad de Harvard que compró parte del material.

Según testimonios recogidos por la Defensoría, dos estadounidenses, entre ellos un médico de la petrolera Maxus, tomaron las muestras. “Se comprobó que el Instituto Coriell tiene en sus bases muestras y vende material genético de la nacionalidad huaorani. Estas muestras fueron adquiridas por un científico de la Escuela de Medicina de Harvard”, señaló entonces la DPE.

Esta semana, el defensor del pueblo ecuatoriano, Ramiro Rivadeneira, señaló nuevos descubrimientos: “Coriell posee ilegalmente desde el 18 de diciembre de 1991 muestras de sangre de la etnia amazónica y desde 1994 habría distribuido siete cultivos celulares y 36 muestras a ocho países”. El funcionario dijo al canal estatal CTV que, “estamos seguros de que, tratándose de otras comunidades indígenas, el caso también se dio en otros países amazónicos. Hay comunidades indígenas importantes en otras zonas de la Amazonia, en Perú, en Bolivia, por lo que creemos que posiblemente estas muestras también fueron tomadas fuera del país”.

René Ramírez, titular del Ministerio de Educación Superior y Ciencia de Ecuador señaló que “hubo cerca de 3.500 procedimientos de extracción de sangre. En la época en que se tomaron había unos 600 nativos huaoranis, lo que significa que tomaron muestras más de una vez a la misma persona, y en más del 80% de las extracciones no hubo consentimiento ni tampoco se informó el uso que tendrían dichas muestras”.

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El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, planteó una demanda en 2012 contra el instituto. Sin embargo, esta semana señaló que “no existe ninguna ley federal de los EE.UU. que provea un fundamento jurídico para la demanda en cortes contra Coriell, Maxus o los investigadores de Harvard. Pero buscaremos vías para los juicios”.

Correa expresó que el plasma fue sometido a “experimentos” debido a que los aborígenes, que se mantenían alejados de la civilización, “son inmunes a ciertas enfermedades”. Y agregó: “Se les mintió, se les dijo que iba a ser para temas sobre salud, y en el 95% de los casos nunca se llegó con información sobre las enfermedades que tenían, algo indignante para el país”, agregó el mandatario, quien reveló que existen 31 artículos de investigación publicados entre 1980 y 2012 sobre muestra de sangre huaoranis, de ciertos “autores asociados a Harvard y científicos que vinculan a Coriell como ‘proveedor de la sangre’”.

El defensor del pueblo, por su parte, sostuvo que hay que defender el patrimonio genético humano. “Esto implica haber vulnerado derechos humanos de la nacionalidad huaorani (…)”. Finalmente, recordó que la Constitución de Ecuador prohíbe el uso de material genético y la experimentación científica que atente contra los derechos humanos.

Fotos: Flickr-Alexander Farley y AFP

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