El MERIDIANO 82

Publicado el El meridiano 82

Preguntas sin respuesta tras ataques en el Cauca

Otra entrega de la colaboración entre Médicos Sin Fronteras (MSF) y El Meridiano 82.

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Por Daniel Macía, gestor de las actividades de salud mental de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Cauca.

Las preguntas de Valeria no cesaban: ¿por qué matan a la gente?, ¿por qué el polideportivo quedó así?, ¿a nosotros nos va a pasar lo mismo? No sabía qué decirle y solo atiné a responder con otra pregunta: ¿cómo dormiste anoche? La respuesta fue seca: “no dormí nada, nadie en la casa durmió, pasé llorando toda la noche porque lo que pasó me dio mucho pesar”. Valeria tiene 6 años y dos noches atrás se encontró de frente con un conflicto mucho más viejo que ella cuando a pocos metros de su casa, en La Esperanza, en el municipio de Buenos Aires, Cauca,  se escucharon ráfagas de disparos y bombas que dejaron plagado de incertidumbre y miedo un lugar donde, horas antes, entre risas se celebraban goles. Hoy su escuela está cerrada, las clases suspendidas, y ella como muchos más niños, va de un lado a otro perdiéndose entre la gente, tal vez buscando a alguien que responda sus preguntas. Yo no pude hacerlo.

Valeria y el resto de la población de la vereda de La Esperanza, que según datos aportados por la Junta de Acción Comunal está conformada por unas 900 personas y se encuentra ubicada en la zona rural conocida como el Alto Naya, recuerdan la noche del martes 14 de abril con detalle. Entre 11:30 pm y 6:00 am se presentó un evento de conflicto armado durante el cual se fue la energía en la vereda y se escucharon explosiones y ráfagas de fusil. El epicentro de los hechos fue el coliseo ubicado en medio del centro poblado de la vereda en la parte más alta, de manera que la comunidad quedó en medio.

Ante esta situación una familia que vive próxima al coliseo me contó que debió salir de la vivienda y resguardarse en otra vivienda más lejana, otros pobladores permanecieron durante el tiempo que duró el enfrentamiento resguardados debajo de las camas. Una vez “normalizada la situación”, algunas personas que salieron de sus viviendas se encontraron con que integrantes del ejército que estaban pernoctando en el coliseo  se encontraban muertos y otros heridos de diferente gravedad. A la fecha el saldo es de 11 militares muertos y 19 heridos.

Nos desplazamos a la vereda el mismo miércoles para valorar la afectación en salud mental tras el incidente. El jueves empezamos el día con visitas casa a casa y perifoneo e iniciamos las actividades en la escuela. Se hicieron actividades de psicoeducación en salud mental con acompañamiento de salud primaria donde participaron un total 74 adultos y 70 niños menores de 12 años. Se brindó atención individual a 32 personas.

El evento, además de generar sintomatología aguda en la población, exacerbó síntomas relacionados con eventos previos. Las personas con las que hablamos nos mencionaron una afectación en su estado emocional, siendo una de las principales preocupaciones las reacciones de temor de sus niños, como Valeria.

Tras hablar con ella, la invité con su madre a una de nuestras actividades. Allí se dio cuenta de que no era la única a quién el miedo y la confusión habían visitado, pero notó también que pintando y cantando  sus emociones volvería a sonreír, a ser niña, a tener 6 años.

Seguro seguiría preguntando y preguntándose, tal vez hay preguntas que nadie pueda responderle, pero creo que hoy dormirá más tranquila, creo que hoy dormirá y, para mí, esto hace que el día haya valido la pena.

FOTO: MSF

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